Había pasado ya varios minutos cuando Liam por fin parecía tener el control por completo, pudo guardar sus garras y recobrar todos sus sentidos, aunque sus colmillos y ojos brillantes seguían expuestos.
— lo estás haciendo bien — susurro Theo en su oído, con una de sus manos quito el cabello del rostro de Liam — sigue así
Liam era consiente de que debía de seguir calmando sus instintos, pero el contacto con la quimera parecía ayudarlo y empeorarlo todo a la vez, su compañía lo tranquilizaba, pero también lo atraía, su aroma lo estaba embriagado y el mantener sus cuerpos tan cerca no lo ayudaba.
En un intento de marcar distancia rozo su cuello en los labios de Theo, aumentando aún más la tensión y recayendo de nuevo en esa electricidad que sus cuerpos juntos producían.— lo… lo siento — su voz seguía entrecortada, solo que esta vez era por una razón totalmente diferente
— no me molesta — Theo sabía que Liam estaba vulnerable y que por eso sus emociones lo estaban confundiendo, pero no podía evitar sentir satisfacción a la reacción que ese roce le había producido.
Arriesgándose a que se alejara o lo golpeara volvió a acercar sus labios a su piel poniendo todo el peso de su respiración en ella, hundió su nariz en el cuello de Liam inhalando su aroma, su esencia, esa que desde que lo conoció capto su atención, recorrió su cuello perdiéndose en la sensación hasta llegar a su barbilla.
— ¿qué haces? — lo escucho balbucear — ¿Theo? — parecía sorprendido pero no retrocedió
— ¿te sientes mejor? — esquivo la pregunta separándose con normalidad — ¿quieres que te suelte?
— yo… yo no… no sé
— ¿por qué no? — pregunto mirándolo a los ojos, un brillo de deseo intentaba aparecer en ellos
— quiero… — Liam noto que todo se le estaba yendo de las manos — estar solo — dijo finalmente — vete Theo, por favor, déjame solo
La había cagado, estaba seguro de que lo había hecho. Al principio se sintió en la gloria por el acercamiento que tuvo con su pequeña beta, pero después de que no bajo a comer y tampoco en toda la tarde con la excusa de que le “dolía la cabeza” se dio cuenta de que había ido demasiado lejos, de seguro Liam lo odiaría, más de lo que ya lo hacía.
— ¿tú tampoco vas a cenar? — le pregunto la señora Dunbar
— no, tengo un trabajo de la escuela que hacer, llegaré tarde — dijo tomando sus llaves, necesitaba tomar aire, despejar su mente y prepararse para ser ignorado por Liam el resto del año
— está bien, ve con cuidado
¿Cuidado? Lo que menos necesitaba era cuidado, podría ser arrollado y aun así no sacaría de su mente el rostro de Liam, su piel y su aroma. ¡Mierda!, quería reconocer su error, pero seguía pensando en lo bien que se había sentido, necesitaba una ducha fría sin duda, pero ahora estaba en su auto manejando, lo bueno es que tenía el lugar perfecto para ir a despejar su mente sin pensar en Liam.
— ¡oh reserva! ¡Mi vieja amiga, iré a visitarte! — exclamó encendiendo el radio
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El infierno que hay en mí 《Thiam》
أدب الهواةDespués de que Scott y casi toda la manada se fueran de Beacon Hills, los problemas parecen haber acabado o por lo menos los sobrenaturales. Liam, el beta y futuro alfa aún debé terminar su último año en el instituto, después de meses enfrentando en...