Capítulo 17: Juegos de control

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Liam no tardó ni dos minutos en llamar a la puerta de Theo, una buena pizza valía el riesgo de estar a solas con él, fácilmente podría haberle quitado la caja y salir corriendo, pero no era tan cruel para hacer eso, más aún cuando se trataba de una hermosa pizza de queso y pepperoni.

— tu amor por la pizza hace maravillas, me ignoras toda la semana y ahora no dudaste en venir solo por la pizza

— en primer lugar, tú también me ignoraste y en segundo no molestes y déjame comer

Theo estaba sentado al costado de su cama con la vista perfecta de la ventana, algo que ya era bastante común, sin pensarlo mucho, Liam se acercó y se sentó junto a él tomando una rebana de la caja que estaba en medio de ellos.

— ¿por qué estuviste encerrado todo el día?

— mucha tarea — dijo concentrado en la comida

— ¿tanta como para no moverte de tu escritorio en horas?

— sí, ¿que tú no la tienes?

— no, ya no

— nerd — bromeo Liam tomando otra rebanada más

Con el hambre que traía no tardaron mucho en terminar de comer, lo que lo hizo volver a la realidad, estaba en el cuarto de Theo solos, bastante cerca y sin nadie que pudiese interrumpirlos, debía salir de allí o enfrentarse a lo que fuese que pudiera suceder.

— ¿estabas molesto por lo de la otra noche? — pregunto Theo sacándolo de su plan de escape

— ¿Qué? ¿Molesto por qué? — dijo sin pensar, Theo lo miro inquieto y luego señalo sus labios como una señal del beso — ah, eso... yo, entiendo que lo hiciste para deshacerte de los cazadores

— si claro, fue por eso — le dijo en voz baja con un poco de melancolía, como si se sintiera dolido por qué él pensara que fue una mentira, quizás esta era su oportunidad de averiguar si lo era o no

— ¿estás seguro, por qué no pareces convencido?

— ¿y por qué más seria? — ahora la quimera parecía haberse puesto a la defensiva

— no lo sé, ¿por qué más lo sería?

Theo siempre era quien sacaba de quicio a Liam quien lo hacía enojar y decir cosas que luego lo ponían nervioso, pero ahora era Liam quien lo estaba haciendo y lo estaba disfrutando, por primera vez tenía el control del juego.

— ¿Qué pasa? ¿No vas a responder, Raeken?

— ¿en serio quieres que lo haga?

Tal vez Liam no era bueno teniendo el control y esta era una prueba más de ello, porque el juego se le estaba llenado de las manos. Theo estaba demasiado cerca de él, no sabía en qué momento se habían acercado tanto, prácticamente sus respiraciones chocaban y sus rostros estaban a solo centímetros de distancia, los nervios de Liam no tardaron en aparecer al igual que el sonrojo en su rostro.

— ¿pareces nervioso Dunbar? — bromeo Theo dejando su mano sobre la de Liam

— ¿por qué lo estaría?

— no lo sé, ¿por qué lo estarías? — la quimera tramposa estaba jugando de la misma forma en la él había intentado hacerlo — ¿no vas a responder, Dunbar?

¡Mierda!, ahora Liam si se arrepentía de no haberse ido, la voz de Theo estaba comenzando a afectarlo, además de que su cuerpo no dejaba de avanzar, tanto que en poco tiempo terminó con su cuerpo en el suelo y Theo sobre de él ¿cómo había llegado hasta ese punto?

— no vamos a volver a hacerlo — dijo intentando mantener la cordura

Pero cuando Theo paso su mano por su cintura, un escalofrío lo recorrió haciendo que soltara todo el aire que no sabía estaba conteniendo.

— haré que cambies de opinión — lo escucho decirle al oído y antes de poder contradecirlo una mordida en su cuello lo hizo temblar

 — haré que cambies de opinión — lo escucho decirle al oído y antes de poder contradecirlo una mordida en su cuello lo hizo temblar

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El infierno que hay en mí 《Thiam》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora