Ya habían pasado casi dos horas y Theo seguía esperando a que Liam reaccionara, incluso creía que se había adelantado al hacer esta prueba, tal vez solo lo había empeorado todo al intentar ayudar. ¿Qué debía hacer?, ¿acercarse?, ¿intentar hablarle? Solo faltaban minutos para que tuvieran que irse y no podía arriesgarse a empeorar todo más de lo que parecía haberlo hecho.
— te estoy esperando aquí — dijo en un susurro con la esperanza que Liam lo consiguiera
En su mente, Liam seguía sumido en sus preocupaciones intentando liberarse y sentirse en paz, en cierta forma lo estaba logrando, pero aun así sentía que algo de le faltaba. Como un alivio a su agonía creyó oír un susurro distrayéndolo por un momento, pensó que tal vez era otra mala jugada de su mente y le resto importancia, pero solo ese segundo de distracción le basto para detener sus pensamientos. No desaprovechó la oportunidad, comenzó a luchar por recuperar su respiración aferrándose a la realidad y como si de una ráfaga de viento se tratase una calidez en su corazón, logro lo que su mente no podía, darle paz.
Theo comenzaba a desesperarse, sus propios latidos se habían acelerado ante la inquietud de la espera, no fue hasta que sintió las pulsaciones del lobo normalizarse, que las suyas se tranquilizaron, sin dudarlo lo miro apresurado, parecía tranquilo y sus garras ya habían desaparecido. De forma lenta se levantó acercándose hasta Liam para volver a sentarse frente a él a escasos centímetros de distancia.
— ¿Dunbar? — pregunto con cautela a la espera de que el lobo abriera sus ojos — ¿te sientes bien?
No hubo respuesta a su pregunta, solo pudo ver como Liam abría sus ojos, el amarillo electrizante ya no estaba, de nuevo era él, eso lo hizo soltar un suspiro de alivio. Lo había logrado, Liam lo había logrado. Sin contenerse, acortó la distancia tomándolo del rostro y besándolo.
— no me vuelvas a asustar así idiota— dijo antes de volver a besar a su beta
Luego de esa noche las cosas para ambos parecían mejorar, a Theo le falta solo cuatro materias para terminar la preparatoria y Liam comenzaba a controlarse de mejor forma, solo que en sus pensamientos había algo que no dejaba de dar vueltas una y otra vez. Aún no tenía claro que fue lo que lo trajo de vuelta aquella noche, ¿en verdad había sido una ilusión aquella voz y por qué cada día sentía esa calidez en su pecho crecer?
— es una suerte que el entrenador quiera conservarte como capitán — dijo Corey llamando su atención
— supongo que Max no pudo comprar su puesto esta vez — respondió desinteresado
— lo malo es que sigue en el equipo
— lo malo no es que siga en el equipo, lo malo es que esta noche es el gran juego y aunque él no sea el capitán si es titular — les aseguro Mason
— solo espero que no intente molestar — dijo Liam concentrarse de nuevo en sus amigos
El gran juego comenzaba a las 8 pm, los jugadores tenían un breve calentamiento antes y luego debían de ir a los vestidores para prepararse. Al ser el capitán, Liam también era el encargado de asegurarse de que todo el equipo estuviera listo, además de ayudar en las estrategias del juego.
Con solo minutos para que el partido comenzara se encontraba inquieto y cansado sin siquiera haber jugado aún, no pudo despegarse de los vestidores y del entrenador en ningún momento, lo que no ayudaba en su ánimo. La última vez que había visto a sus amigos era esa tarde y la última que había visto a Theo había sido en la mañana temprano, en resumen, hace ya varias horas lo único que escuchaba eran quejas y reclamos sobre los uniformes, los palos o cualquier otra estupidez, (la mayoría, por no decir todos, eran de Max y alguno de sus amigos).
— ¡Señores, presten atención! — demando el coach parado en frente de todos — se supone esta es la hora de la charla motivacional, pero yo no soy consejero, así que lo único que diré es: ¡Jueguen bien y ganen algo por primera vez en su vida! ¿ENTENDIERON? — pregunto elevando la voz
Todos asintieron sin decir ninguna palabra y comenzaron a tomar sus cascos y palos de lacrosse, la música y la voz del presentador ya se escuchaban desde afuera, como señal de que el partido iba a iniciar. Todo parecía marchar bien, hasta que antes de tocar el silbato, el entrenador dijo, “sean buenos y faciliten el trabajo a su capitán”, lo que sé supone debía ser un incentivo para ayudar a Liam, pero por la mirada que Max y Tyler dirigían hacia él supo que se convertiría en su sentencia.
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El infierno que hay en mí 《Thiam》
Fiksi PenggemarDespués de que Scott y casi toda la manada se fueran de Beacon Hills, los problemas parecen haber acabado o por lo menos los sobrenaturales. Liam, el beta y futuro alfa aún debé terminar su último año en el instituto, después de meses enfrentando en...