Capítulo 31: Una noche juntos

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La espalda de Theo choco contra la fría madera de la puerta, su camisa apenas lanzada cayó a un lado, mientras Liam dejaba un camino de besos y mordidas por todo su cuello haciendo estragos su respiración, tomándolo de las caderas lo guío hacia la cama siendo el quién tuviese el control esta vez.

La electricidad que los recorría era abrumadora, ya eran tantas las ocasiones en las que creían el deseo iba a consumirlos, con la diferencia de que esta vez era real, no había interrupciones ni excusas, solo ellos dos besándose con desesperación.

- ¿estás seguro de esto? - pregunto recostándose sobre él

- demasiado - es lo único que el lobo fue capaz de decir, sus pupilas estaban completamente dilatadas y su mirada no se despega de la de Theo

De forma lenta la quimera camino hasta arrodillándose entre sus piernas, con una de sus manos comenzó a jugar con dobladillo de su pantalón y con la otra a recorrer la piel expuesta del lobo, paseo sus manos desde la parte más baja de su abdomen hasta su pecho, sus hombros y cuello alejando cualquier sentimiento de inseguridad o nerviosismo.

Cuando el cuerpo de Liam se relajó lo suficiente, las caricias fueron reemplazadas por besos húmedos y profundos que dejarían marcas en una persona normal, maracas que en Liam no tardaron más de un minuto en desaparecer y ser reemplazadas por otras nuevas. Sus labios no tardaron en unirse de nuevo, callando los jadeos del beta y centrándolo en la sensación de Theo sobre él.

Sus manos aún se mantenía en su cuerpo, pero esta vez los toques bajaban cada vez más y más hasta sentirlo sobre la tela de sus pantalones, ahogo un gruñido en sus labios cuando Theo comenzó a mover su mano, haciéndolo desear más que el simple roce sobre su ropa. Embriagado por su aroma, no pudo evitar arquear su cuello dándole mayor acceso y tomarlo del cabello pegándolo a su piel. Cuando los roces ya no era suficiente para la erección que crecía en sus pantalones, tomo la mano Theo, guiándola bajo la tela, sintió el calor de su palma cubrirlo, subiendo y bajando sobre él.

Con sus propias manos imito el recorrido que la quimera había hecho llevándolas desde el medio de su pecho hasta lo más bajo de su abdomen, los músculos de Theo se tensaron al ver que no se detenía hasta llegar a su entrepierna bajando el cierre de sus jeans y tomándolo de la misma forma que él lo hacía. Sus movimientos eran iguales, con la misma intensidad, sus frentes unidas y sus jadeos chocando el uno con el otro.

-... Liam - consiguió decir con la voz ronca acercándose a su oído - hay que parar

- ¿qué? - pregunto confundido hasta que vio los ojos de Theo

La quimera se levantó quitándose la poca ropa que aún llevaba y Liam hizo lo mismo volviendo a recostarse en la misma forma que lo estaban.

- es la última que te lo voy a preguntar - dijo Theo - ¿estás...?

- estoy seguro - lo interrumpió acercándolo más a él

Con una sonrisa Theo se estiró hasta sacar una botellita de su mesa de luz, unto el líquido en su mano y regreso hasta Liam, con cuidado comenzó a mover sus dedos en su entrada tocándolo de forma lenta y moviéndolos en su interior hasta que sus gemidos le hiciesen saber que lo estaba disfrutando y no fuese incómodo. Después de unos minutos entrelazo su mano con la de Liam entrando en él y absorbiendo cualquier dolor que llegase a causarle al beta que soltó un quejido al sentirlo dentro de él, pero poco a poco comenzó a acostumbrarse y a disfrutar de la sensación.

- dime cuando estés listo - escucho susurrar en su odio

- solo muévete Raeken - exigió con las mejillas ardiendo al igual que todo su cuerpo

Oculto un gemido en el cuello de Theo cuando las embestidas empezaron lentas, pero profundas mostrándole reacciones y deseos de su propio cuerpo que no conocía, arqueo su espalda cuando el ritmo comenzó avanzar y hundió sus garras en la espalda de la quimera ante de la necesidad de que sus cuerpos no se separaran.

- ¡Mierda! - jadeo creyendo que la tensión en su abdomen no podía aumentar más - Theo... ¡Ah!

El aroma a excitación los embriagaba perdiéndolos en sus cuerpos chocando y sus gemidos llenando la habitación, la respiración de Theo era pesada y su choque en el cuello de Liam parecía quemar al lobo que se dejó guiar por su instinto tomando a Theo de los hombros para girarlo y quedar a horcajadas sobre él. Sin detenerse continuo moviéndose, dejando a una quimera totalmente sorprendida y maravillada por la perfecta imagen que tenía de su lobo, subiendo y bajando con las manos aferradas a su pecho.

- me gustas cada vez más - dijo con la voz sofocada obteniendo una mirada amenázate como respuesta

- si dices algo... te golpearé

- haz lo que quieras pero no te detengas - pidió perdiéndose en el placer

- haz lo que quieras pero no te detengas - pidió perdiéndose en el placer

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El infierno que hay en mí 《Thiam》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora