Como todas las noches Liam subía las escaleras con un vaso de agua para calmar sus nervios y mejorar su sueño, la diferencia era que esta vez no era su habitación a la cual iba, sino a la de Theo. Después de la cena ambos hicieron un trato, Theo le contaría más sobre él y Liam dejaría que lo ayude a controlar su ira.
Al llegar la puerta se encontraba abierta igual que siempre, ¿por qué nunca la cerraba por completo?, tal vez hoy se lo diría. La luz tenue de la luna creciente iluminaba los rincones del cuarto, dejando sombras oscuras en sus costados y una iluminación perfecta en el centro, Theo al igual que cada noche estaba sentado en el suelo al costado de su cama con su espalda apoyada en ella y sus pies estirados hacia la ventana.
— ¿vas a pasar o te quedarás allí parado? — le pregunto al notar que el beta seguía de pie en la puerta
— estaba analizando el lugar
— ¿analizando?, ¿si sabes que no voy a secuestrarte o encerrarte aquí, verdad?
— lo sé, pero es mejor prevenir
— ya dejate de bromear y pasa
— tienes razón, se supone que el de los chistes eres tú — Liam se acercó dejándose caer al lado de Theo, quien no se movió, solo continúo mirando hacia la ventana — ¿estás nervioso?
— ¿nervioso por qué?
— por hablar — antes de que pudiera obtener una respuesta siguió — y no digas que no, porque sé cuando me mientes
— no he dicho nada, ¿y por qué piensas que estoy nervioso?
— porque no me miras a los ojos — un silencio se formó entre ambos, Liam con la mirada fija en Theo y Theo con sus ojos perdidos en la luz de la luna — no tienes que decir nada si no los quieres, por lo menos no hoy
Theo estaba seguro de querer que Liam supiera la verdad sobre él, quién era, de donde venía, el porqué de las cosas que había hecho, pero también tenía miedo de su reacción, de que no lo entendiera, de que el ser sincero por primera vez con una persona fuera un error.
— Cuando yo era niño — comenzó y no tardo en sentir un cosquilleo en su pecho — cuando los doctores me encontraron… yo…
— no voy a juzgarte — le aseguro Liam al ver la duda y el miedo en sus palabras
— yo veía las cosas de otra manera, como un juego, como piezas que podía mover y controlar, todo parecía tan fácil, las ilusiones, las promesas de gloria y poder me enloquecían… ellos decían que yo podía ser la quimera elegida, así que me fui obsesionado con esa idea, vivía por el solo hecho de pensar que podría ser el mejor — dijo soltando una risa de frustración — luego me enteré de que tenían a su elegido y que solo buscaban a quién lo portaba, "la bestia", su leyenda fue mi nueva obsesión y Scott mi nuevo objetivo, Beacon Hills es como un imán a lo sobrenatural así que sabía que cualquiera podría ser la quimera exitosa
— ¿fue cuando empezaste a reclutar a los demás?
— algo así, en realidad yo quería a la manada de Scott, pero para tenerla o derrumbarla debía de empezar con algo más y pensé que tomar todos los proyectos fallidos sería una buena opción, pero nada de eso resultó y aunque hubiese sido así no habría valido la pena — en los ojos de Theo las lágrimas luchaban por escapar, los recuerdos de todas sus malas decisiones lo perturbaban
— podemos parar si quieres
— no, necesito soltar todo de una vez por todas —dijo tomando una respiración profunda para continuar, sabía que lo que diría era lo que más le había afectado — recuerdas que me preguntaron como había perdido mis poderes o mejor dicho los poderes que robe
— lo recuerdo
— cuando fui al infierno ellos estaban allí, todos ellos estaban allí esperándome — confesó rompiendo su postura y dejando caer el peso en sus hombros
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El infierno que hay en mí 《Thiam》
Hayran KurguDespués de que Scott y casi toda la manada se fueran de Beacon Hills, los problemas parecen haber acabado o por lo menos los sobrenaturales. Liam, el beta y futuro alfa aún debé terminar su último año en el instituto, después de meses enfrentando en...