Capítulo 12: Perdido

131 15 1
                                    

Tal vez había sido demasiado grosero con Theo, lo había ayudado y él lo había echado. Eran más de las una de la madrugada y Theo no estaba en la casa, ni siquiera había bajado a cenar así que no sabía a donde se había ido. Cuando fue a buscar su vaso de agua con todas las noches vio su habitación vacía, no estaba acostado en el suelo, ni en el baño, en ningún lado. ¿A dónde habrá ido? Pensó en preguntarle a su madre, pero no quería despertarla, además si ella estaba dormida era porque seguramente no sabía que Theo no estaba en la casa. 

— ¿Y ahora qué hago?

Debería de irse a dormir, esa era la mejor opción, tenía clases al día siguiente, pero no, Liam no podía hacer algo tan sencillo como eso, a regañadientes tomo sus llaves. No tenía la menor idea de a donde buscar a Theo y tampoco estaba seguro de que fuera una buena idea ir en auto, si abría el garage y arrancaba sus padres lo escucharían.

— no puedo creer que haga esto — se reprochó comenzando a caminar

Piensa Liam, ¿en dónde puede estar?, en la escuela, en el bosque, en los túneles o… su mente se iluminó al recordar la reserva, temblando por el frío, comenzó a correr por el camino, tardaría un poco más de lo normal en llegar, así que esperaba que Theo estuviese allí.

Con la respiración un poco acelerada bajo la velocidad, entrando al paraje, ¡bingo! Sintió alivio al ver la camioneta de la quimera, pero no parecía haber nadie en ella.

— ¡Theo! — lo llamo elevando la voz — ¡Theo! — nada, no había ninguna respuesta 

Iba a volver llamarlo cuando la puerta de la camioneta se abrió y alguien lo tomó del brazo jalándolo hacia dentro, una mano cubrió su boca impidiéndole hablar.

— ¡Shh!, no hagas ruido — le susurro Theo — ¿por qué viniste? ¿Por qué gritabas?

Liam lo tomo de la muñeca y lo empujó para que lo soltara. 

— “Hola, ¿qué tal?, me agrada verte” — dijo con sarcasmo — casi me sacas el brazo, ¿qué haces encerrado aquí?

— hay cazadores afuera

— ¿qué? Pero… ellos tenían que irse — Liam estaba confundido, al principio creyó que era una broma, pero la preocupación en el rostro de Raeken no era de mentira

— no sé por qué, pero siguen aquí, son un grupo pequeño 

— ¿por qué vendrían a una reserva de campamento? 

— pues, las vacaciones terminaron y este lugar es perfecto para esconderse, así que el que haya personas aquí sería raro, a menos que 

— que no fuesen personas ya entiendo 

— ¿nadie te vio al llegar? 

— no lo sé, no preste atención 

— puede que no te hayan visto, pero seguro te escucharon 

— ¿y lo dices así de tranquilo? ¡Hay que irnos!

— si lo hacemos sería muy sospechoso, nos seguirán

Liam estaba a punto de contradecirlo, iba a insistir con tal de largarse de ese lugar, pero los pasos de personas acercándose lo hicieron quedarse inmóvil, Theo tenía razón, lo habían escuchado y venían por ellos.

— creo que ya vienen — dijo con el rostro completamente pálido

Theo simulaba estar más calmado que él, ignoro su ataque de miedo y pego sus ojos a la ventanilla, parecía estar pensando en algo para salir de allí lo más rápido posible, pero no había mucho tiempo menos aún cuando el sonido de un arma siendo cargada llegó a sus oídos.

— ¿que vamos a hacer? — exclamó Liam — ¡piensa en algo Theo!, eres el inteligente, ¡has algo ahora! 

Theo quería ser paciente, pero Liam no ayudaba, primero lo corría, luego lo buscaba y ahora no deja de hablar y exigirle que lo saque de un problema que comenzó por sus gritos, conocía casi todas las versiones de ese chico, pero la alterada y paranoica comenzaba a desesperarlo.

— ¡Theo! ¡Theo! No te quedes ahí, hay que hacer algo — le exigió acabando con su paciencia

¡Oh, claro que haría algo!, no había duda de que lo haría.

El infierno que hay en mí 《Thiam》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora