CAP 1: Responde

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CAPITULO 1: Responde.

EMMA DOM

—El plan no se puede echar a perder —Ella señala el pequeño tablero que hay en su habitación, donde yace escrito "Plan J"—¿Alguna pregunta?

Ambos asentimos como niños pequeños. Podría ser que en verdad todo quedo claro o que nos da miedo como ella nos habla como si estuviéramos en un entrenamiento militar, sea lo que sea, es mejor decirle que sí a Miley.

—Pasar un rato con ellos y nos vamos, todo claro —Repito pausadamente—. Todo saldrá bien.

Alan asiente embutiéndose otro pedazo de pastel de zanahoria que nos ofreció Miley cuando llegamos a su casa, casa que tiene el mismo tamaño que un edificio.

—Gracias, es el pastel mas delicioso —Habla con la boca llena y yo le pego en el hombro—. Lo siento.

Alan y yo nos llevamos una gran sorpresa cuando a ambos nos habia llegado un mensaje por Instagram del perfil de Miley, donde se presentaba y pedía un encuentro urgente para acordar un plan que ayude a la parejita: Martina y Jeremith. Yo no soy una persona que le gusta forzar romances, soy fiel creyente que el amor se da cuando tiene que darse y no cuando otras manos empiezan a ensuciarlo, no obstante, aquí no estamos interfiriendo, el romance de esos dos ya este hecho desde que se conocieron.

—Debemos irnos, Jeremith necesita ayuda para elegir la ropa de esta noche—Tomo mi bolso—. Deja de comer.

El se pon en pie junto conmigo, dándole un último mordisco al postre— Adiós Miley, nos vemos.

—Adiós, fue un placer conocerte.

Salimos luego de un "Igualmente" por parte de la chica y nos encaminamos a la cafetería en ese pequeño Ford celeste de Alan.


......


—¿Y tu camioneta?

—Pregunto porque no he visto ese cacharro hace rato, no me malinterpretes, sabes que transportarte no me molesta.

Entrecierro mis ojos por como llamó mi hermoso regalo de dieciocho años y suelto una risa por su gesto gracioso, a pesar de que sus ojos siguen puestos sobre la carretera en camino a su casa.

—Sabes que el auto pasa mas en el taller que en la carretera —Meneo mi cabeza—. no insultes mi hermosa camioneta o de lo contrario me arrepentiré de ayudarte.

El me lanza un beso con mucho dramatismo como una disculpa. Paso mi mano por mi frente preguntándome una segunda vez, si venir con Alan a preparar su look fue una buena idea, sabiendo que el señor ególatra esta presente en su casa. Por lo menos tendré más horas libres en el trabajo y creo que es un poquito tarde para cambiar de opinión

—Vamos —El me alienta cuando abre mi puerta. Siempre tan caballeroso—. No te pongas nerviosa, mi primo no muerde

Su tono pícaro me recuerda que ambos son primos. Alan saca las llaves de su casa y se apresura abrirla. Las gigantes patas del pastor alemán de mi mejor amigo, resuenan en el piso de madera y sonrió cuando se acerca a saludarnos con su cola bastante alegre.

—¡Hola! —Doy un pequeño brinco y Alan se lleva la mano al pecho, a pesar de la voz que nos saluda es delicada— Disculpa Emma, no quería asustarte.

—Descuide —Me acerco a saludar a la mujer de cabellos dorados— ¿Cómo esta, señora Alice?

La madre de Alan me saluda con un cariño materna y asiente varias veces. Su típica personalidad alegre y suave me hace sonreír, a veces me da la impresión de que hablo con Luna Lovegood.

Solo Una Apuesta MásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora