CAP 39: Entrevista.

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CAPITULO 39: Entrevista

EMMA DOM:

—Jeremith, quédate quieto —Lo regaño por enésima vez—. Esto tiene que quedarte perfecto.

Hoy es el tan esperado día de lanzamiento del proyecto académico en el que Jeremith y la familia Swit han trabajado sin descanso. Afortunadamente, mi mejor amigo ha adquirido mucha mas confianza en sí mismo, a pesar de que me ha dicho dos veces que está a punto de vomitar y que no se queda quieto, hay seguridad en el brillo de su mirada.

Por ese motivo, hoy vine a la mansión Swit para preparar a la parejita con los modelitos a medida que me pidieron hace algunos días.

—No se si estoy emocionado o aterrado —El se lleva las manos a la barriga y me veo en la obligación de dejar de hacer lo que estoy haciendo, reincorporándome y soltando sun suspiro cansado—. Tengo que ir al baño.

—¡Jeremith Simpson! ¡Quédate quieto de una vez o rompo tus estampas de los Beatles!

Se queda tieso, como si sus "dolores" hubiera desaparecido por completo de solo escuchar mi regaño.

—Te regañaron —La voz cantarina de Austin hace acto de presencia en el fondo de la gran habitación que le prestaron a mi amigo para arreglarse. Le doy una mala mirada a mi novio por su burla—. Ya me callo

Él ahora rubio con raíces castañas, se ofreció a ayudarme en este día y no tardo ni diez minutos en llegar a mi casa para colaborarme con el montón de ropa y accesorios que debía traer a la enorme casa de Martina.

—Perdona —Pide con un hilo de voz.

Niego restándole importancia y retomo el curso de lo que estaba haciendo. Ajusto el cuello de su camisa blanca junto con la corbata de un color amarillo opaco, luego abotono el saco con un solo botón de manera que parecen las alas de una mariposa que se amoldan a su cuerpo y, por último, le ayudo a ponerse los zapatos para que no arrugue el pantalón que está un poco ajustado.

El cambio corporal que ha tenido Jeremith en estos últimos días es impresionante y su musculatura ha aumentado, por lo mismo, me tome la molestia de crear un traje que muestre su trabajo físico, sin incomodarlo durante el evento.

—¡Estas hermoso, amigo mío!

Me tengo que contener en no lanzarme sobre el en un abrazo de oso que puede estropear el look, pero lo único que hago es extenderle mi palma para que la tome y yo la estrujo como la mamá en la que me convierto cuando estoy con mis dos mejores amigos.

—Te ves tan grandes —Susurro—. Me siento tan contenta Jer, estas logrando muchísimas cosas y es lo que te mereces.

—¡No! ¡No vayas a llorar! —El me abraza suavemente y palmea mi espalda para separarse—. Ya, ya, no te pongas así.

—Es inevitable —Digo conteniendo las lágrimas con el pañuelo que me entrega Austin. Boto aire por la boca conteniendo la nostalgia y les sonrío —. Bueno, debo ir Martina.

—Ve, yo ayudo a Simpson con su cabello

—¡Ey! ¿Qué tiene de malo mi pelo? —Todo, Jeremith siempre esta despeinado y hoy no puede ser asi.

Austin lo ignora y me besa dos veces cortamente, a mí se me sale una risa por aquel gesto tan dulce, sin embargo, Jeremith se aclara la voz, cosa que me hace voltear. Su verdosa mirada es acompañada por unas cejas arrugadas, fingiendo "asco"

—No te quejes, eres peor con tu: "Señorita" —Hago comillas con mis dedos—. En fin, no duden en llamarme si algo ocurre.

—No va a pasar nada —Austin hace una mueca—. Martina debe estar esperándote.

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