CAPITULO 11: Mi primera victoria
EMMA DOM:
—Apostemos
Toda tenía que ver con esa palabra: Apostar. La verdad es que la tensión desafiante que se forma entre nosotros dos cada que hacemos un trato nuevo, no me disgusta, pero no puedo decirle que si como una desperada más que cae a sus pies, él debe estar acostumbrado a eso.
—No, Austin —El me interrumpe el paso—. Deja eso.
—No quiero, Emma —Imita mi tono de voz.
—¿Y cuál es esa apuesta?
Ensancha su sonrisa como el gato de Alicia en el país de las maravillas.
—Si gano el partido, tú me darás algo y si pierdo, te comprare esas dichosas telas que tanto quieres.
—¿Y que es ese algo?
—No lo he pensado, estaba pensando en ir a cenar desde pues del partido o...
—Un beso —El disimula muy bien la sorpresa, aunque sus facciones quedaron tiesas—. Te daré un beso si ganas el partido.
.......
Para mi gigante sorpresa, no estoy arrepentida, solo avergonzada. Austin no habia emitido palabra desde que me dejo en las gradas del estadio a estallar de gente, no hasta que estaba punto de irse y me tomo por los hombros murmurando un: "Se besar muy bien"
Me encogí en mi puesto al ver la cara de las personas a mi lado. Ver a Austin con ese uniforme deportivo es una imagen de la cual estoy agradecida de guardar en mi buena memoria y antes de empezar el partido, se dio cuenta de mi atención en él y no perdió la oportunidad de guiñarme un ojo con su coquetería reluciente.
El partido ya habia iniciado hace un rato y todo el mundo grita enloquecido, hace rato divise entre la multitud a un grupo de fanáticos con la cara pintada hasta el cuello de los colores de greek gods.
—Proum acaba de tomar el balo ¡señores y señoras! —El grito ensordecedor de las chicas a mi lado acompaño la euforia del resto del estadio— ¡Tendremos un gol!
Todo el mundo saltó con gritos y casi que llanto cuando Austin dio un tiro impresionante para un gol y me uní a la celebración del primer gol del equipo. Me calme un poco y preste atención, el se acercaba con sus amigos detrás, a la gradería en la que estoy y cuando estaba lo suficientemente cerca, hizo como si tomara una foto, como si me tomara una foto. La atención que pone en mi vuelve el zoológico en mi estomago loco.
Las chicas a mi lado gritaron lo más agudo que pudieron sus pobres gargantas e intentaban convencerse las unas a las otras que aquel gesto habia sido para ellas, piropeando de las maneras más sucias al Proum y chillando como gastas, yo solo rodé mis ojos y me concentré en el partido. En términos del partido, ellos tenían todas las de ganar.
Tenían, porque ahora la hinchada está sentada aburrida y frustrada viendo el 2-1 perdiendo greek gods.
Ya me he reído un rato en mi soledad del hecho de que justo cuando soy yo la que se aventura a algo con Austin, gano la apuesta. Yo quería perder y luego de los ánimos que me dio Jeremith para intentar aceptar del todo mi atracción por el Proum, anhelaba tener la peor derrota de mi vida.
—Y este partido, es historia. Los greek gods, luego de siete partidos invictos en esta temporada han, perdido.
Y yo también, señor locutor.
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Solo Una Apuesta Más
RomanceModa, fotografía, campo, responsabilidad y, para terminar, madurez. Las pasiones con las responsabilidades muchas veces no se llevan de la mano y ambos jóvenes tendrán que encontrar una manera de que sus más grandes anhelos, no interfieran con sus m...