Verde, Amarillo & Rojo - MinSung

Veintiseis

Se acercó a la meta final, miró a extrañado a la persona dónde se suponía que debería estar MinHo, tomó asiento a su lado. Los flashes de las cámaras al momento, lo bombardearon, la principal que estaba detrás del periodista lo enfocó.

Observaba lo animada que era su conversación, el público seguía animando, y su entrevista parecía no querer terminar. JiSung le regaló una mirada, levantó una de sus cejas y luego le asintió al periodista para que continuara con el recién llegado.

Christopher comenzó a responder preguntas sobre sus vistas a la carrera de hoy, dando contestaciones positivas, incluso alentando a los demás pilotos. Mencionó que se sentía extremadamente motivado ese día.

Aún así, seguía extrañado al tener al hijo de JinSee ahí, sabía que era un niño que hacía lo que le daba la gana, pero justo en ese instante, estaba muy fuera de lugar su presencia.

El chico de pelo ondulado de vez en cuando, volteaba a mirarlo, con las más amplias de sus sonrisas, sabía que no le caía bien, pero qué excelente papel al hacer pensar lo contrario frente a los demás y los medios.

Ya los entrevistadores sabían que MinHo no se presentaría esa mañana, cosa que los desanimó y algunos lo tomaron como una falta de respeto. No se molestaron en preguntarle acerca de eso, al parecer tenían algo mucho más importante en mente.

JiSung estornudó, llamando la atención del australiano y de los entrevistadores, quiénes le hicieron una simple pregunta.

—¿También estás resfriado?—Chris rápidamente unió los cables sueltos, ya había escuchado a alguien estornudar y sonarse la nariz en el avión y no era precisamente él.

El pelinegro rió y ladeó su cabeza. Era tan descarado, a eso se refería su novia cuando dijo que debían dejarlos tranquilos e irse a un hotel cuando estuvieron en Canadá. Por eso MinHo entró con él al baño en una carrera.

—Tal vez pasamos mucho tiempo juntos demasiado cerca, ya sabes, como besarse and stuff—Pestañeó dos veces seguidas con delicadeza, elevó las comisuras de sus labios revolviendo su bolso—Por si era lo que buscabas saber.

Chris no podía creer que MinHo cayera tan bajo para estar con ese tipo de persona, menos engañar a su novia. Se removió en su asiento, muy incomodado por procesar tanta información que realmente no necesitaba.

Esas presentes abrieron sus ojos, el hombre se aseguró de haber grabado eso, definitivamente ganaría mucho dinero luego de venderle esa declaración a alguna revista.

Iba a decir algo más, pero hicieron el llamado, la carrera comenzaría. Aún así no perdió el tiempo. Tomó el micrófono.

—Espero que que no termine en el primer puesto, o si no, le deberé dos cajas de cigarrillos del paquete rojizo y odio gastar mi dinero en esas cosas que hacen tanto daño a la salud.

Todos sabían de quién hablaba, tomó por sorpresa a muchos de allí, no sé imaginaban que llegaran a tener una relación tan cercana. Apesar de ya existir varias fotos suyas circulando en redes, en lo que parecían, ser algunas salidas.

Chris quería encontrar a MinHo lo antes posible, ya no había tiempo casi, pero quería verle la cara, ver si de verdad se había atrevido a cometer tal crimen.

Pero no lo vió, y ya su personal lo estaba presionando para que subiera al monoplaza. Él estaba preocupado, ¿pero qué tenía que importarle la vida de los demás?

Métete en lo tuyo, concéntrate en tu carrera.

MinHo había clasificado primero, el pequeño espacio y movimiento que tenía en el auto lo estaba sacando de quicio. El casco le molestaba en el cuello, su nariz le picaba, tenía comezón en la pierna izquierda y las luces verdes se habían apagado.