𝗠𝗢𝗖𝗞𝗜𝗡𝗚𝗝𝗔𝗬²

vii.

UNO, EN EL CENTRO ESTABAN LAS ARMAS MÁS LETALES Y LLEGAS AHÍ PASANDO A LOS PROFESIONALES, dos, más lejos hay armas más pequeñas, tres, lejos estaban las mochilas de sobrevivencia y si llegaba hasta ellas para poder correr lejos de ahí todo estará bien.

Cuatro, todos irán al centro o se irán así que lo primero era visualizar la mochila más cercana a él y la más cercana a esta por si alguien más la tomaba, debía de ver cual sería la salida más rápida.

La cuenta regresiva estaba empezando y ya veía a todos listos para salir a correr, en cambio él fingía estar asustado así que en cuando todos comenzaron a moverse él también lo hizo tomando la primera mochila más cercana a él para después correr con todas sus fuerzas hacia los grandes árboles que había en su al rededor aunque tampoco había muchos.

Había muchas cuevas, rocas y al final llegó a la playa que al parecer era el límite de la arena, vaya que corrió demasiado así que en busca de refugio volteo para luego comenzar a escalar un árbol con bastante dificultad, perdón por no saber escalar un árbol por supuesto no era un animal.

Abrió su mochila con cautela notando que en esta había una linterna, una soga, una manta, una botella sin agua y una pequeña daga que por supuesto le serviría.

Ahora debía de ver donde podía conseguir comida, volteo a los lados notando que en frente suyo había manzanas y al rededor había fruta, pero esta estaba hasta lo más arriba del lugar cosa que no sería problema para él ya que podía escalar sin problemas de que una rama pueda romperse.

Saco la soga comenzando a amarrar sus piernas en el tronco para evitar que se caiga si es que se queda dormido, tres días sin agua, tres semanas sin comida así que hasta cierto punto podía sobrevivir solo debía de ver alguna manera para conseguir agua que no dañe su ser o hacer que el agua esté purificada.

Debía conseguí limón en alguna parte para dejarlo dentro de la botella con agua para que este durante un tiempo bajo el sol y así conseguir agua libre de bacterias o al menos eso vio en libros de supervivencia que robo y que ahora están debajo de la cama donde estuvo todo este tiempo, si que extrañaba esa cama.

Fue cuando escucho un ruido, movió su vista hacia abajo notando que estaba Caroline.

- Niño - susurro - ¿Estas aquí? -

Se quedó callado, no dejaría que ella se entrometa en su plan de ganar así que cubrió su boca con sus manos esperando que ella se vaya por donde vino, era noble de su parte buscarlo, pero ni de loco estará con ella durante el resto de los juegos.

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POR LA NOCHE PUDE VER A LOS CAÍDOS DEL PRIMER DÍA, ERAN CUATRO DE DISTINTOS distritos osea que quedaban solo veinte en esta arena, debía mantenerse oculto el tiempo necesario además por los juegos anteriores sabía que la arena tendría trampas u obstáculos así que debía de ser precavido.

A lo lejos pudo ver una fogata, quien sea que fuera parecía querer morir ya que entre los arbusto se podía ver a los profesionales listos para atacar a su próxima víctima, era como la presa, el animal cazador y finalmente el cazador y ese último era él ya que vio desde la lejanía como ellos acababan con la pobre chica.

Sostuvo la mirada por unos minutos hasta que el fuego dejó de iluminar la escena dejando solo los pobres gritos de la chica, fue aterrador escuchar como suplicaba clemencia solo para luego oír como algo afilado se clava en su carne poniendo fin a su vida y escuchando un tambor, eso daba el indicio de que alguien había muerto y ciertamente no era para nada lindo de escuchar, había diecinueve tributos ahora.

Hasta ese momento pudo reconocer su propio cansancio, sus piernas estaban algo adormecidos así que simplemente se quedó aferrado al árbol mientras cerraba sus ojos que parecían a cada minuto más y más pesados así que se entrego a la tierra de los sueños donde al menos podía descansar un poco su mente de todo lo que estaba pasando a su al rededor.

Repaso su vida y como llego hasta este momento, sin duda no había hecho algo para que pagará esa acción con su propia vida así que el que nada debe nada teme así que no tenía miedo en esos momentos y quizás por eso se quedó dormido tan profundamente sin saber que la gente del capitolio quedaron encantados ante su rostro angelical durmiendo, solo fueron pocos minutos en que estuvo en la pantalla, pero esos pocos minutos fueron suficientes para que varios patrocinadores se interesen en él sobretodo cierto rubio quien sonrío con las mejillas ligeramente rojas al ver ese rostro tan delicado dormir.