𝗠𝗢𝗖𝗞𝗜𝗡𝗚𝗝𝗔𝗬²

ii.

EL RESTO DE RECORRIDO PARECÍA REALMENTE TERRIBLE YA QUE SUS NIÑOS NO SE veían para nada enamorados, no parecían un espectáculo y tomando en cuenta lo que sucedió en el distrito once ya varias veces encontró el dibujo de un sinsajo o un cisne, sabía que el sinsajo era suyo por la manera en que muchos lo veían e incluso también a Katniss, sin embargo no sabía de dónde provenía el cisne así que aprovecho la llegada al distrito cuatro para preguntarle a una persona que le gusta los secretos y besar su cuello.

- Perlita - murmura Finnick el cuanto lo vio, tenía su sonrisa descarada - Tus enamorados no lucen tan enamorados, quizás el peligroso fue lo que encendió esa llama de amor -

- Eso lo resolvere luego, quiero saber si sabes algo sobre las pinturas del cisne, lo he visto demasiado últimamente - susurra

- Te lo diré a cambio de un beso - responde el rubio

- Finn, realmente no tengo tiempo para darte cariño - murmura

- Por eso estoy aprovechando ahora, quédate en el baño de tu tren y ahí estaré esperándote - le guiña un ojo

A veces no entendía como terminó con alguien como Finnick quien parecía un perro, un golden retriver para ser más especifico siempre persiguiendo sus pasos a donde fuera y demostrando su amor siempre, quizás por eso le gustaba ya que sentía como cada acción por más pequeña que fuera siempre era honesta y llena de amor.

Quizás por eso no se negó a dejar que el rubio lo bese con tanto cariño, delicadeza y amor para finalmente abrazarlo sintiendo su aroma que era chocolate amargo debido a su tiempo en la panadería en cambio el rubio olía a flores, pero las que crecen en los árboles cosa que era irónico ya que no había de ese tipo en el distrito cuatro.

- Te extrañe - murmuró el rubio aún teniéndolo entre sus brazos

- Yo igual Finn - susurra el castaño respirando por un momento y sintiendo ese momento especial - Ahora ¿Me dirás lo que saber? -

- El cisne se ve ya desde hace muchos años en varios distintos, mayormente en el once y por lo que entiendo proviene del Capitolio - explica

- Que extraño - murmura - ¿Alguien rebelde en el capitolio? Es raro -

Antes de si quiera decir algo más la puerta se abre dejando ver a Haymitch que en seguida cierra la puerta al observar como Xanthos estaba entre los brazos de Finnick que juego con los cabellos castaños y largos de su pareja.

- Hay niños aquí presentes ¿Y debían de demostrar su afecto en el baño más grande que hay en el tren? - cuestiona el rubio detrás de la puerta - Salgan -

En seguida ambos salen viendo al rubio quien en seguida entra al baño dejando a la pareja sola que al voltear notan a Katniss y Peeta.

- Copien nuestro ejemplo niños - sonríe Finnick para luego besar la mejilla del castaño - Te veré en el Capitolio, perlita -

Sin más el rubio se fue dejando a los tres jóvenes solos, Xanthos observa la reacción de sus niños que son muy distintas, mientras Katniss hizo una pequeña mueca de disgusto, Peeta sólo sonrío algo avergonzado.

- ¿Desde hace cuanto están juntos? - pregunta Peeta

- Desde que cumplí dieciséis años - responde el castaño - Escuchen, solo deben de transmitir con su cuerpo el cariño que se tiene el uno al otro sin importar que no sea romántico, además deben mejorar su tono de voz porque suenan como aburridos -

- Perlita sabe muy bien como demostrar que ama a alguien - sonríe Haymitch - Vi como se dejo domar en ese baño -

En seguida suelta una pequeña risa adolorido debido a que la castaña golpeó su estómago con fuerza, no toda, pero si dolió bastante, sin embargo realmente le dio gracia todo el tema.

Xanthos podía ser una gran fiera, pero con Finnick era todo lo contrario, bueno casi se calmaba, pero realmente Xanthos era así con las personas que amaba.

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Conocía a Finnick desde los catorce años de edad, le gustaba demasiado nadar además de que era huérfano por eso Mags lo crío durante los años próximos de su victoria de los juegos del hambre, amaba los camarones, le gustaba mucho los postres y tenía una manía de jugar con su cabello cada que podía.

En público solía ser muy descarado con respecto a su relación siempre tratando de provocarlo, pero en privado donde solo eran ellos dos era la persona más romántica como delicada que haya visto en su vida siempre siendo amable con él y paciente ya que al principio lo rechazo, demasiado veces, muchas veces a decir verdad, pero él estaba decidido a salir con él así que le dio una oportunidad algo que no lo decepciona ya que se pudo abrir con Finnick quien siempre fue tan comprensivo y dulce con él haciéndolo sentir cómodo en todo momento.

- ¿Tienes clientes? - pregunta acomodando la camisa del rubio para que no quede alguna arruga

- Los mismos de siempre - murmura el rubio

En seguida el castaño deja ver un frasco con pastillas ovaladas de un color morado brillante, eran drogas que él mismo invento con ayuda de Evelyn para que la víctima duerma y no recuerde absolutamente nada sobre el día anterior o las veinticuatro horas previas y lo hizo especialmente para que Finnick las utilice con sus compradores, no dejaría que alguien lastime más al rubio ya que ahora él lo ama y haría lo que sea por las personas que ama.

- Ya sabes que hacer - murmura el castaño con suavidad - Dale en su bebida o comida, pero asegúrate que esté en su garganta -

- Ya se que hacer, no te preocupes por mi -

El castaño lo observa para luego asentir y de nuevo sintió como el rubio lo abraza, dejó que lo hiciera por al menos unos minutos tratando de disfrutar ese calor que transmitía el rubio, desde niño tenía esa sensación extraña de sentir si alguien era honesto o no y Finnick era como aire fresco ya que cada cosa que hiciera era verdadera y sentir ese calor que él le daba lo hacia sentir bien ya que sus sentimientos eran honestos.