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SU TRAJE AHORA ERA ROJO COMO LA SANGRE, PERO TENÍA VARIOS DETALLES HECHOS de rubí que hacían lucir la ropa, aún tenía una entrevista final con Caesar para luego ser coronado como ganador y finalmente volver a casa que de hecho no se había puesto a...

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SU TRAJE AHORA ERA ROJO COMO LA SANGRE, PERO TENÍA VARIOS DETALLES HECHOS de rubí que hacían lucir la ropa, aún tenía una entrevista final con Caesar para luego ser coronado como ganador y finalmente volver a casa que de hecho no se había puesto a pensar en las raciones que se les dará a su distrito por haber ganado así que al menos hizo algo bueno por el lugar que llamaba hogar y por lo que entendió su casa en la calle de los vencedores ya estaba, Haymitch escogió la que estaba al frente suyo de color verde y puerta marrón.

- Xanthos, querido Xanthos sin duda fuiste una enorme sorpresa - sonríe Caesar viéndolo - Todos aquí creímos que te perderíamos los primeros días, pero ahora mírate eres el ganador de los juegos del hambre -

- Siento haber engañado a todos, pero era necesario para poder ganar a toda costa -

- Fue un verdadero espectáculo el que hiciste todo este tiempo así que dime ¿como se te ocurrió? -

- Veo los juegos desde que tengo doce y analice la mayor parte de las veces así que cuando fue escogido sabía que debía regresar a casa así que comencé a idear un plan - explica con suavidad - A palabras de mi padre soy un niño bastante peculiar y por lo que creo que ustedes vieron supongo que si -

El público sonrío ante sus palabras.

- Sin duda eres peculiar querido Xanthos, ya que eres uno de los más jóvenes en ganar estos juegos superando al quedó Finnick Odair -

- Me halaga la comparación, pero no creo ser digno de ser igualado con alguien tan querido como Finnick Odair, después de todo a mi no me dieron un tridente -

De nuevo el público río.

- ¿Encantador no es así? - la gente afirma ante las palabras del hombre - Pero ahora debemos de ponernos serios Xanthos -

- ¿Qué no estábamos hablando en serio? - sonrío con encanto

Todos sonrieron, ahora que gano también debía de actuar un papel y ese era ser alguien encantador, humilde, caballeroso y talentoso así que ahí estaba trabajando en desempeñando un nuevo papel.

- Pero ya enserió Xanthos - si estaba hablando enserió - ¿Como te sentiste después de ver a Caroline irse? Si otra nosotros fue duro no quiero imaginar como fue para ti -

Era puro entretenimiento para ellos ver como niños morían y lamentablemente él fue parte de ese círculo.

- Quería venganza - se sincera - Me dolió saber que no pude hacer nada por ella -

El público parecía conmovido, puede que algunas veces sea demasiado insensible para su bien, pero en esos momentos era más que sincero.

- Creo que hablo por todos que estoy seguro que Caroline estaría muy orgullosa de ti - No sé lo creía - Así que te deseo lo mejor del mundo, damas y caballeros Xanthos Mellark -

Sonrío ligeramente mientras daba las gracias a todos, por supuesto una imagen ahora impecable logrará mantener esa fachada que esta comenzando a crear.


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AHORA ESTO SI SE SENTÍA A GLORIA, VER COMO TODOS LO SALUDAN Y DESDE DONDE estaba todos se veían tan diminutos y estaba mezclado entre las personas más poderosas de todo Panem y eso incluye a la familia presidencia sobretodo al presidente Snow quien al voltear a verlo supo que era el momento.

Su corona estaba hecha de plata con varios rubí como esperanzas a su al rededor y al sentir como el hombre dejaba el objeto en su cabeza no pudo sentirse más orgulloso de sí mismo.

- Felicidades joven Mellark - habla el hombre viéndolo fijamente

- Se lo agradezco presidente Snow - dice con seriedad

Todos aplaudieron mientras él sonríe para la cámara, por supuesto que se sentía increíble ahí en lo alto siendo el ganador de los juegos del hambre, pero a la vez se sentía asqueroso por ser parte de algo tan horrible como eran los mismos juegos así que en su interior trato de aguantar el vomito que estaba en su garganta, realmente era tan asqueroso todo eso y aun así se sentía bien, era un sentimiento tan confuso que le era complicado describirlo así que lo nombrará como un orgullo de culpa.

- Como todo año estrecho la mano del ganador - voltea viendo a Cassius Snow quien le ofrecía su mano - Felicidades -

No era contacto físico innecesario ya que era cierto, año con año el hombre lo hacía desde que tenía doce años así que con educación correspondió el apretón de manos.

- Se lo agradezco señor Snow -

- Llámame señor Cassius, aun no soy tan viejo para llevar ese nombre - tenía una sonrisa encantadora, incluso dulce

Solo asintió con la cabeza sin prestarle atención a sus palabras, le seguiría diciendo señor Snow ya que era lo más educado.

- Felicidades joven Mellark - voltea viendo al resto de la familia presidencial

Ahora podía ver mejor a los nietos del presidente, mientras que la joven Esme parecía una copia casi exacta de su madre el joven Eros era como su padre a exepción del cabello castaño, ambos eran al menos dos años menores que él así que sintió algo incómodo de tenerlos cerca.

- Ahí estas niño, hora de volver a casa - voltea viendo a Haymitch quien da un asentimiento con la cabeza al ver a los Snow

- Haymitch - habla Cassius - Me alegra verte -

- Si, quisiera decir los mismo - toma el hombre del menor - Vamonos niño que tus familia espera -

Quería decir que estaba emocionado de ver a su familia, pero a la vez sentía miedo de como lo pueden llegar a ver así que para él fue una completa sorpresa ver como todo su distrito celebra su llegada lanzando rosas rojas a su al rededor mientras los observa a todos en busca de su familia.

Y fue cuando los vio, por primera vez sentía realmente mucho miedo cosa que debió notar su padre quien fue el primero en acercarse, acaricio su cabello con suavidad para luego abrazarlo con fuerza y por primera vez sintió de nuevo ese calor paternal que creyó haber olvidado, su hermano se unió con ojos llorosos y la nariz con mocos, pero eso poco le importa e incluso Evelyn se acerco acariciando su cabello para luego dejar un broche en su ropa, eran un sinsajo plateado.

𝗠𝗢𝗖𝗞𝗜𝗡𝗚𝗝𝗔𝗬²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora