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LOS JUEGOS NÚMERO SESENTA Y SIETE FUERON HACE SIETE AÑOS ASÍ QUE PANEM dejó de verlo como ese pequeño niño que todos creyeron muerto el primer día en la arena y que resurgió con cinismo o al menos eso es lo que dicen de él y tenían razón ya que ac...

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LOS JUEGOS NÚMERO SESENTA Y SIETE FUERON HACE SIETE AÑOS ASÍ QUE PANEM dejó de verlo como ese pequeño niño que todos creyeron muerto el primer día en la arena y que resurgió con cinismo o al menos eso es lo que dicen de él y tenían razón ya que acaba de cumplir veintiuno por lo cual era un adulto o al menos algo parecido.

Y como adulto tenía responsabilidades y entre ellas era despertar a Haymitch con una cubeta de agua helada para poder traerlos de nuevo debido a su borrachera cosa que jamás necesito ya que el alcohol eran terrible.

- Veo que despertamos bravos - murmura el rubio

- Apresúrate que las cámaras ya vienen y no puedo cubrirte todo el tiempo así que al menos déjate ver uno o dos veces para luego ir al tren - murmura limpiando camisa

- ¿Es acaso un regalo de tu querido Finnick Odair? - pregunto burlón

Finnick... Dejaba que lo abrazara, que jugará con su cabello e incluso que besara su mejilla aunque eso no significa mucho para algunos para ambos si ya que aparte de Peeta o Effie aquel rubio que brillaba como un sol en la primavera podía hacer eso y era porque se acostumbro a todo su contacto aunque jamás llegó a hablar sobre algo más.

- Cállate - dice con seriedad

Sin más sale de aquel lugar otra dirigirse a la plaza central como todos los años lo ha hecho, siempre se aburría en todas las cosechas ya que nunca hacia demasiado trabajo debido a que varios jóvenes de ahí le tienen algo de miedo debido a como ganó sus juegos así que recurrían al borracho de Haymitch que hacía lo mismo con él cuando jugo, ser pesimista e ignorarlos y cuando era ya muy tarde corrían hacia él así que los ayudaba en lo realmente poco que se podía, solían sobrevivir al menos una semana.

Nunca se llego a ser cercano a alguno de sus tributos en esos siete años ya que conocía su destino con sólo verlos, además desde la muerte de Caroline aprendió a las malas que era mejor alejarse y que ellos vinieran a él a pesar de lo tarde que llegan.

- ¡Xanthos! - voltea viendo a Effie

La mujer besa su mejilla con cariño haciendo que sonría, era una sonrisa verdaderamente pequeña, pero ahí estaba.

- Hola Effie - saluda

- Te vez igual de encantador como siempre - le sonrío

- No tanto como tu -

- Oh, me alagas querido, harás que se vea mi sonrojo - bromeó

Effie, quería mucho a Effie ya que fue uno de los muy pocos que fue genuina en su manera cuando fue por primera vez en los juegos y seguía siendo la misma desde entonces incluso después de verlo prenderle fuego a un profesional estando aún vivo o contarle el cuello a otros.

Sin más la cosecha empieza, a lo lejos observa a su hermano menor Peeta quien siempre se le veía asustado y claramente no lo culpaba ya que lo conocía e incluso le hizo una enorme promesa, si él iba a los juegos entonces quemaría la arena solo para salvarlo a él.

- ¡Primrose Everdenn! - ¿Cuando empezó?

Eso ya daba igual ya que observo como una pequeña niña rubia se acercaba a pasos lentos aunque en seguida eso fue interrumpido cuando por lo que vio era su hermana mayor se ofreció como tributo, odiaba cuando los niños lloraban así que no pudo evitarlo y con cuidado cargo a la niña quien trataba de ir con su hermana mayor ¿Cuál de estos adultos se parecen a la niña? Volteo notando a una mujer rubia de ojos azules y la niña luce igual que ella así que camino hasta ella dejando en el piso.

La menor volteo a verlo y simplemente sacó un pañuelo blanco con un bordado delicado para luego dárselo ¿Qué? La pobre niña en su primer año fue elegida y ahora veía como su hermana mayor podría morir por ella, era comprensible que llorara aunque también le recordaba un poco a Eros quien siempre lloraba cuando se iba del Capitolio para regresar a casa.

- ¡Peeta Mellark! - volteo asustado

No... No estaba sintiendo lo que sucedía a su al rededor, no sentía su cuerpo en esos momentos en su lugar estaba viendo borroso como su pequeño hermano sube al escenario mostrando esos ojos de cachorro y cuando menos lo espero ya estaba en el tren sentado y estaba aturdido por lo que acababa de ver.

Era la primera vez que se sentía verdaderamente horrorizado e incluso sentía como sus manos estaban temblando ¿Qué le estaba pasando? Jamás había sentido este sentimiento tan horrible de como una mano estruja tu corazón para evitar que este palpite o que de pronto este se mueba demasiado rápido.

Trato de controlar su respiración lo mejor que pudo, no dejaría que su hermano lo vea en esas condiciones, contó del uno al cien mientras jugaba con su collar donde estaba el anillo que su padre le había dado e incluso el sinsajo que Evelyn le dio cuando regreso a casa, nunca lo soltó ya que de cierta manera siempre le recordó a su hogar y como lo hacía sentir seguro.

¿Qué le recordaba a su hogar? El olor a pan recién horneado es un consuelo ya que recuerda su niñez ahí como el legado que tiene su padre desde su abuelo, el verde ya que el bosque rodea todo su hogar además una vez cuando era niño casi huye de su casa para ir a investigar el extenso bosque, la calidez del sol sobretodo cuando es primavera ya que es una estación preciosa y usualmente le dan ganas de pintar... El olor a pintura siempre le recuerda a su hogar ya que todos ahí tienen algo que ver con pintura e incluso Evelyn que simplemente dibuja flores, la nieve que caí era preciosa de ver ya que rodeaba todo su distrito e incluso en esos momentos podía ver a los niños más necesitados ser felices mientras juegan entre la blanca nueve y en eso momento por fin siente que está relajado.



𝗠𝗢𝗖𝗞𝗜𝗡𝗚𝗝𝗔𝗬²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora