Después de años de dolor y sanación, Seojun ya tenía dieciséis años y había florecido en un joven lleno de vida y amor. Estaba de pie frente a la tumba de su padre Eunwoo, acompañado por su papá Felix, su tío Hyunjin, quien ahora era el esposo de su papá, y su hermano menor, Dongmin, de siete años.
El viento soplaba suavemente, moviendo las hojas de los árboles alrededor del cementerio. Felix se arrodilló junto a la tumba, colocando un ramo de flores frescas.
—Papá, aquí estamos otra vez —dijo Seojun, su voz firme pero cargada de emoción. —No tengo muchos recuerdos de ti, pero papá siempre me cuenta cuánto me amabas.
Felix sonrió, mirando a su hijo con orgullo. —Tu padre estaría muy orgulloso de ti, Seojun. Eres todo lo que él soñó que serías.
—Estoy siguiendo tu camino, papá —continuó Seojun, dirigiéndose a la tumba de Eunwoo. —Me gusta el basketball y tengo un partido muy importante en unos días. También voy a hacerme cargo de la empresa, como tú dispusiste en tu testamento. Prometo hacerte sentir orgulloso.
Dongmin, que estaba aferrado a la mano de Hyunjin, se acercó y puso una pequeña flor sobre la tumba. —Papá siempre dice que tú eras muy fuerte. Yo también quiero ser fuerte como tú.
Hyunjin se arrodilló para estar a la altura de Dongmin, sonriéndole. —Y lo serás, Dongmin. Tu papá te enseñará todo lo que necesitas saber.
Después de un momento de silencio respetuoso, la familia se levantó para irse. Mientras caminaban de regreso al auto, Felix y Hyunjin se quedaron atrás, tomados de la mano.
—Ha pasado tanto tiempo —murmuró Felix, mirando a Hyunjin con una mezcla de amor y gratitud. —Hemos pasado por tanto, pero aquí estamos, más fuertes y felices que nunca.
Hyunjin asintió, apretando la mano de Felix. —Recuerdo los días oscuros, las lágrimas y las dudas. Pero también recuerdo el momento en que decidimos amarnos, el día en que te prometí que siempre te cuidaría.
Felix sonrió, sus ojos brillando con emoción. —Y lo has hecho, Hyunjin. Me has mostrado lo que es ser amado de la manera correcta. Nos diste a Dongmin, nos diste una vida llena de amor y risas.
Hyunjin besó suavemente la frente de Felix. —Eres mi todo, Felix. Juntos superamos todo. Y ahora, vivimos la vida que siempre soñamos.
Seojun y Dongmin los miraban desde el auto, sonriendo. La familia, completa y feliz, reflejaba el amor que había superado todas las adversidades.
Mientras se alejaban del cementerio, Felix sintió una paz profunda. Habían encontrado la felicidad y la fuerza para seguir adelante, construyendo una vida llena de amor verdadero.
—Juntos, podemos con todo —susurró Felix, mirando a Hyunjin con amor. —Ser amados correctamente por la persona correcta hace que todo valga la pena.
El sol brillaba en el horizonte, marcando el comienzo de un nuevo capítulo en sus vidas, lleno de esperanza y amor.
THE END