XXXIX

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31/12/2023
Llevaba días en Málaga, de hecho no pisaba Madrid desde que me fui a la vuelta al mundo.

—Tata te he visto por la tele —hablo Lucía llegando hasta mi.

—¿Estaba guapa por lo menos? —pregunté con una sonrisa ella asintió.

—Horrorosa —hablo mi hermano desde la cocina.

—Cállate que estaba guapísima, siempre lo está —me defendió mi cuñada, yo me hice la diva delante de mi hermano.

Con respecto a la relación con Dani no me sentía triste, me sentía mal por lo que le hice pero no me dolía el hecho de la ruptura. Tampoco estaba feliz apesar de estar en casa con mi familia y en unas fechas tan marcadas. Creo que simplemente no sentía nada. Tenía un bloqueo en la cabeza que me impedía pensar, sentir o hacer cualquier cosa.

Tenía pensado ir a ver a Nico, después de todo no tenia mucho más que perder.

Fui hasta el portal de su casa, mire unos segundos su telefónico pensando, no estaba nerviosa como cada vez que iba a ver a Dani, no tenía esas mariposas en el estómago por verlo. Toque el telefónico y le pedí a su hermano que lo llamase para que bajará.

Me senté en las escaleras del portal, escuche la puerta abrirse a los pocos segundos, me gire para ver si era el y efectivamente lo era. El me esbozo una sonrisa sincera yo sonreí por educación.

Pensé que iba a ser algo más espontáneo pero no sentí nada, absolutamente nada.

"Ve a ver a Nico, si sientes lo mismo que antes deja a Plex"

Abrió los brazos para darme un abrazo grande. Su olor llegó a mi nariz, un hilo de nostalgia llegó a mi pero solo fue eso, no me segura entre sus brazos.

—¿Cómo llevas la Navidad? —acarició mi espalda de forma cariñosa.

—Normal —dije separandome con una sonrisa.

—¿Segura? Siempre lo has pasado mal en estas fechas —me miró atento, me conocía bien.

—Segura —sonreí.

—¿Por qué la visita? Pensé que estabas en algún país del mundo —asentí.

—Tenía que pasar navidades con la familia —lo mire a detalle, se me hacía raro no tener que mirar tan arriba para verle a los ojos, solo tenía que mirarlo de frente.

Me fije en su piel morena, los rulos marcados de su pelo y lo corto que lo llevaba, los labios algo más anchos a los de Dani, sus ojos eran de color verde y tenía algunas pecas en sus mejillas.

—¿Por qué me miras tanto? —hablo con cierto nerviosismo.

—¿Tienes novia? —negó.

—No por... —agarre su cara y lo bese, fue un beso intenso necesitaba salir de dudas. Mi lengua entró en contacto con la suya.

No había un sabor característico, mi cuerpo no me pedía seguir besandolo. No sentía esa electricidad, esas ganas de sonreír cada vez que me besaba, no lo amaba. Me obligue a besarlo unos segundos más para sentir algo.

Me separé viendo sus labios hinchados por el largo beso. Una presión subió a mi pecho, agaché la cabeza llevando las manos a mi cara.

—Ey, ¿Que pasa? —preguntó posando sus manos en mis brazos.

—Soy gilipollas —me reí irónica—Soy una inútil que no sabe hacer nada bien, nunca —el nudo volvió a mi garganta.

—No digas eso —me envolvió entre sus brazos dándome calor.

Media LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora