Capítulo 26

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El sol se coló tras las rendijas de la cortina de su habitación. Minho apretó sus ojos y cubrió su rostro con ambas manos. Tras casi una semana de aquella conversación, tanto él como Taemin habían acordado que tendrían su primera cita. Cita en la cual no estarían del todo solos, puesto que habían llegado a un acuerdo de volver a cenar en compañía de la abuela Lee.

Pero no solo estarían ellos reunidos, sino que los demás integrantes de la familia Choi también estaban invitados.

Se levantó de su cama y lo primero que hizo fue estirar ambos brazos. Había podido conciliar el sueño pese al enorme nerviosismo que sentía al tener su primera cita rodeado de algunas de las personas más importantes para él.

Desbloqueó su teléfono y lo primero que pudo apreciar fue la notificación de un mensaje nuevo, cuyo remitente era Kim Jonghyun:

"Mucha suerte en tu primera cita, supersetrella Choi Minho. Recuerda no espantar al pobre de Taemin con una propuesta de matrimonio."

Rodó los ojos y sonrió al ver que al final del escrito había cinco emojis con caras llorando de la risa.

"Aún soy muy joven como para pensar en el matrimonio, superestrella Kim Jonghyun. ¡Apresúrate! Que vas a llegar tarde a tu trabajo."

Sonrió maliciosamente al enviar ese mensaje de texto. Dejó su celular encima de la cama y se apresuró a prepararse para darse una ducha.

Una hora después, se encontraba completamente arreglado para su cita. Optó por usar un pantalón de mezclilla oscuro, un par de tenis blancos y una camisa larga en color azul marino. Acomodó su flequillo y escuchó una suave risa proveniente del marco de la puerta.

— Te escuché — dijo Minho, tratando de sonar sereno. Al ver que la persona que se encontraba observándolo era su mamá, entreabrió los labios de la impresión — lo siento, lo siento mamá — hizo una pequeña reverencia — por un momento pensé que se trataba de Siwon.

— Descuida, cariño — entró a la habitación del castaño y lo abrazó — es increíble cuánto has crecido en estos años. No solo física, sino espiritualmente — lo tomó de ambas mejillas y procedió a darle un casto beso en la frente — también me sorprendes en el aspecto de que eres tan vanidoso como tu padre — ambos rieron.

— Solo quiero dar una buena impresión — admitió — mamá...

— ¿Sí, cariño?

— ¿No te incomoda?

— ¿Qué es lo que tiene que incomodarme?

— Bueno... no tanto así de incomodar, mala elección de palabras de mi parte — rascó su nuca — Pero... ¿Cómo te sientes al respecto de tener otro bebé?

La señora Choi suspiró pesadamente y tomó asiento en el borde de la cama. Minho imitó dicha acción y se sentó a su lado derecho — extraña... me siento extraña. No fue algo que planeáramos. No quiero que me malentiendas, Min — añadió al ver la expresión de confusión de su hijo —...pero a pesar de que me emociona la idea, es mayor el sentimiento de preocupación en el aspecto de que... a mi edad... puede ser algo riesgoso.

El castaño cubrió con ambas manos la mano izquierda de su madre, en búsqueda de reconfortarla — nosotros nos encargaremos de cuidarte, mimarte y hacer que te sientas tranquila para que todo marche bien, mamá. Nos has cuidado y has hecho tanto por nosotros, que es lo menos que podemos hacer.

Y la abrazó al observar que los ojos de su progenitora comenzaban a cristalizarse — gracias, Min. Eso me hace pensar que tanto a ti como a tu hermano, los he criado correctamente.

— Y así será también con nuestro futuro hermanito o hermanita. Te lo aseguro — la abrazó con mucha más fuerza. Un minuto después, sintió una cálida mano posarse en su espalda. Volteó y sonrió ampliamente al observar a su hermano mayor.

— ¿Qué? Yo también quiero un abrazo familiar — declaró Siwon y lo incluyeron en ese cálido y acogedor abrazo.

Había llegado al fin la hora de la cenal, y la familia Choi se encontraba afuera de la residencia de la familia Lee, esperando a que les abrieran la puerta.

— ¿Estás seguro que la cena estaba programada para el día de hoy? — le preguntó el señor Choi a Minho, quien solo se limitó a asentir con la cabeza una sola vez.

La puerta se abrió lentamente y el castaño entreabrió ligeramente los labios al ver el rostro angelical de Lee Taemin, quien estaba vestido de negro desde los pies hasta la cabeza.

— B-buenas noches — saludó tímidamente, inclinando su cuerpo para hacer una pequeña reverencia.

— Buenas noches, Taemin. Nos alegra mucho volver a verte — contestó la señora Choi — agradecemos mucho la invitación.

— G-gracias a ustedes p-por haber aceptado cenar con nosotros — con su brazo derecho hizo un ademán, indicándoles que pasaran primero. Los señores Choi y Siwon le otorgaron las gracias e ingresaron a la casa. Taemin sintió como sus mejillas se iban tiñendo de rosa al haberse quedado a solas con su vecino en la entrada de su casa.

— En esta ocasión les compramos un pastel de chocolate — dijo Minho — esperamos que sea de su agrado — dio un par de pasos hacia enfrente y sostuvo con delicadeza la mano del menor para después atraerlo hacia él para poder abrazarlo — te extrañé, Tae — el mencionado se había quedado sin palabras — no es necesario que digas algo — se separó un poco, para que ambos quedaran frente a frente — tu expresión me dice que tú también te sentías de la misma forma que yo.

— Es cierto — con nerviosismo, tomó la mano del castaño con ambas manos para colocarla justo donde se ubicaba su corazón — ¿lo sientes?

— Sí — respondió alegremente al sentir los acelerados latidos de su vecino, confirmando una vez más que era correspondido — lo mejor será entrar, no quiero que te regañen por mi culpa.

— Mi abuela es muy comprensiva... en cambio m-mi m-mamá... — desvió la vista y no pudo ser capaz de culminar la oración.

— Entiendo — colocó su mano encima del hombro de él, en búsqueda de reconfortarlo — hoy no hablemos de cosas que te hagan sentir mal, ¿de acuerdo? Esta es una noche en la cual lo único que importa es pasarla bien con los seres queridos que nos rodean. Y sobre todo, es una noche especial porque es nuestra primera cita.

— T-tienes razón — trató de sonreír ampliamente, pero el nerviosismo era mayor.

— ¡Oh! Por cierto — de su bolsillo sacó ágilmente la cajita en color azul que había estado guardando durante demasiado tiempo — Tae, hay algo que he querido darte desde hace mucho. Pensaba en dártelo cuando nos reunimos en el parque, pero sentí que no era del todo apropiado — confesó —.... Y algo en mi corazón me indica que ha llegado el momento adecuado para entregártelo. Solo tú puedes tenerlo — le entregó la caja con suma delicadeza.

Con las manos temblorosas, Lee Taemin destapó la caja. Sus ojos se ampliaron y sus labios formaron una perfecta "O" al divisar que adentro de la caja se encontraban dos collares. Uno dorado con un dije de sol, y el otro plateado con un dije de luna.

— Minho... son preciosos.

El mayor sonrió ampliamente y tomó el collar plateado — por favor, date la vuelta para poder ponértelo — Taemin acató la instrucción y sonrió al sentir el frío metal chocar contra su piel — ¿sabías que la luna es un satélite que no tiene luz propia? — Hizo una breve pausa para ponerse su collar — ¿y que depende del sol para brillar? Pues así me siento desde que llegaste a mi vida — el pelinegro se dio la vuelta para apreciar a Choi Minho, quien llevaba puesto el collar dorado — soy una luna — señaló el collar del menor — que fue bañada por tu luz, soy una luna que brilla sin importar la oscuridad. Y es por ello que te doy este collar como símbolo de mi amor. Llevaré este sol siempre a mi lado para tenerte presente a donde quiera que vaya, y espero que cuando uses este collar, recuerdes lo mucho que te quiero y que estaré contigo sin importar la lejanía.

— Y-yo también te q-quiero Minho — dijo con voz entrecortada y lo abrazó con fuerza, ya que nunca se esperó que alguien lo quisiera con tanta intensidad. Minho tomó con delicadeza la mejilla de Taemin y lo besó, sin haberse percatado de que la familia Choi y la abuela Lee habían sido testigos de tan hermosa declaración de amor.

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⏰ Última actualización: Jan 06 ⏰

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Eres hermoso [2Min] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora