La noche antes de la Junta

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-Armando Mendoza, vas a tener que aceptarlo- empezó a decir el hombre en la oficina de su asistente y amante- Vas a tener que aceptar que estás enamorado por primera vez en tu vida...y me enamoré de Beatriz Pinzón Solano...¡No sé cómo dios mío! ¡No sé cómo, pero me enamore...me enamoré más que nunca!- en el silencio de ese hueco, dijo la mayor verdad de su vida.

Del otro lado de la puerta se encontraba una Beatriz tratando de sostenerse de la pared. Se había olvidado algo, por lo que volvió, pero nunca esperó escuchar esa confesión. No podía estar mintiendo ya que estaba solo. Pero, sería verdad? En medio de ese siniestro plan él se enamoró de ella? Betty, la fea? Era tanta la emoción que, aunque trató de agarrarse de la pared, cayó al piso, desmayándose por las emociones que estaba pasando.

Armando, luego de decir esa verdad, se sintió más aliviado del alma, era su gran verdad, y al fin lo decía en voz alta. Un ruido proveniente de presidencia lo sacó de sus cavilaciones. Se paró y abrió la puerta, llevándose el susto de su vida. Ahí, tendida en el piso, estaba Beatriz. Sin pensarlo, se agacha y la alza.

-Betty, mi vida, qué le pasó?- se sienta con ella en upa, como si de un bebé se tratase, en el sillón, estirándole las piernas en el sofá, pero el torso estaba encima de él. Con una mano acariciaba la mejilla, tratando que reaccione- Bebé, qué te pasa?- estaba genuinamente preocupado.-Si no despiertas te llevaré al médico...despierta mi amor, me preocupas- le dijo mientras le seguía acariciando la cara.

De a poco, Betty abría sus ojos.

-Que pa...?- estaba desorientada.

-Picarona, qué le pasó? Se desmayó acá y la encontré tirada en el piso. Hace unos 3 minutos estoy tratando de que vuelva en sí. Cómo se siente? Quiere que la lleve a un médico?- estaba preocupado y a la vez aliviado de que haya despertado su amor. Seguían en la misma posición solo que ahora Armando le acariciaba la cabeza.

-Ay, perdón doctor- dijo al ver cómo estaba acomodada. Trató de levantarse pero Armando se lo impidió.- Doctor...

-Quédese así un rato más, aparte de que me gusta tenerla encima mío, quiero que se estabilice un poco antes de que se pare.-

-Doctor, yo sé todo ahora.- le dijo sumida en sus pensamientos.

-Qué sabe, Betty?- curioso.

-Que usted, junto con el dr Calderón, planearon todo un plan de seducción para que no me robara la empresa con Nicolás, leí la carta del doctor Calderón...pero también sé que se enamoró de mí, lo acabo de escuchar, por eso me desvanecí seguramente, fueron muchas emociones pasadas.- le dijo mirándolo a los ojos, como hacía tiempo no lo hacía.

-Mi amor, tenemos muchas cosas de las que hablar, pero ahora lo único que quiero decirte es gracias, gracias por devolverme esa mirada de amor, ya la extrañaba...- agarrando con ambas manos sus mejillas, la acerca a él, y se besan, como hacía tiempo no lo hacían. Tenían que hablar muchas cosas, pero sabían que ya no habían secretos ni mentiras, ya todo se estaba encarrilando y sabían que no sería fácil, pero lo lograrían.

Finalizan el beso y empezaron a hablar, cada uno de su parte de la historia. Al finalizar, ambos tenían lágrimas de sus ojos, pero lo único que pudieron decir fue

-Te amo- y ambos se besan.

Miran la hora y ya eran las 2 de la mañana, Betty se preocupó por su papá, por lo que ambos, de la mano, abandonaron presidencia con el alma más aliviada. Armando llevó a Betty a su casa y en el carro se besaron apasionadamente, después de un par de jadeos de ambos, lo finalizaron y Betty se bajó para ir a su casa. Entra y la regañina de su padre fue gigante, pero ella no se dejó amedrentar.

𝓞𝓷𝓮 𝓢𝓱𝓸𝓽𝓼 𝓐𝓻𝓶𝓮𝓽𝓽𝔂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora