Cap. 6 | Un tropiezo en el camino

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El timbre de la preparatoria resonó por los pasillos, marcando el final de la jornada escolar. Los estudiantes comenzaron a empacar sus pertenencias y dirigirse hacia la salida. Tadano se acercó a Itadori y le pidió unos momentos para hablar.

—Oye, Itadori, ¿podemos hablar un momento? —dijo mientras caminaban juntos hacia la entrada de la escuela.

—Claro, Tadano. ¿Qué pasa? —respondió Itadori, intrigado.

Mientras avanzaban, el ambiente se llenó de conversaciones y risas de los estudiantes que salían del edificio. Tadano adoptó un tono más serio y aconsejador.

—Después de todo lo que pasó anoche, estoy más que seguro de que vas a unirte a la preparatoria de hechiceros —dijo Tadano, con una expresión de preocupación y determinación.

Itadori se rió, intentando aligerar la tensión. —Sí, es algo obvio, ¿verdad? Para qué mentir.

Tadano sonrió ligeramente, recordando algo de hace años. —Por eso, es importante que seas sincero. Así como tuviste tu entrevista aquí, es probable que te hagan una cuando ingreses a la preparatoria de hechiceros.

Itadori frunció el ceño, deteniéndose un momento para esperar a Komi y Najimi que se acercaban. —¿A qué te refieres? —preguntó, curioso.

Tadano tomó un respiro y comenzó a explicar. —Una de las cosas más importantes para ser un hechicero es la determinación de cumplir tus objetivos. Necesitas mostrar que tienes lo que se necesita, no solo en habilidades, sino en tu corazón. Esa fuerza interna es lo que te permitirá superar los desafíos que enfrentarás. No es solo coraje, sino una resolución inquebrantable para seguir adelante, sin importar las dificultades.

Itadori asintió lentamente, comprendiendo el punto. —Entonces, ¿dices que necesito demostrar que estoy dispuesto a darlo todo?

—Exactamente —afirmó Tadano, mirándolo con seriedad.

—¿Qué tanto debo decir? —preguntó Itadori, visiblemente preocupado.

—Lo suficiente —respondió Tadano, con un tono tranquilizador—. Sé tú mismo y no mientas a tu corazón. Habla de tus gustos y sueños.

—¿Y qué tanto te preguntaron a ti? —inquirió Itadori, curioso por saber más sobre la experiencia de su amigo.

Tadano hizo una pausa, recordando con cierta dificultad. —Recuerdo haber dicho que quería unirme para seguir el legado de mi padre.

Itadori frunció el ceño, intrigado: —¿Tu padre también fue hechicero?

Tadano asintió, su mirada volviéndose nostálgica. —Sí, mi padre conocía a Gojo desde hace mucho tiempo, estudiaron juntos. Pero mi padre murió cuando yo era pequeño. En parte por eso quería unirme, para ser tan fuerte como él y proteger a mi familia y amigos.

—Lo siento, Tadano —dijo Itadori, con empatía.

—Está bien —respondió Tadano, con una leve sonrisa—. Gojo-sensei me recomendó para la Academia Jujutsu. Aunque no era un estudiante formal, me permitió aprender junto con Megumi. Gojo siempre dijo que veía potencial en mí, quizás porque quería honrar la memoria de mi padre.

Itadori comprendiendo mejor la situación. —Entonces, es como si estuvieras continuando el sueño de tu padre. Pero, ¿por qué ahora solo te quieres alejar de todo eso? —preguntó Itadori, totalmente confundido. Para él, no cuadraba el hecho de que con tanto potencial, quisiera dejarlo.

Tadano se quedó callado por un momento, bajando la mirada. La seriedad de su expresión indicaba que la respuesta no era sencilla.

—Es complicado, Itadori —comenzó, eligiendo cuidadosamente sus palabras—. Crecí en un entorno lleno de expectativas y peligro constante. Siempre admiré a mi padre y quise seguir sus pasos, pero también vi lo que esa vida le costó. No quiero que mi vida esté definida solo por la hechicería. Quiero encontrar un equilibrio, un lugar donde pueda ser yo mismo sin la constante amenaza de maldiciones y combates.

Komi-san Can't Exorcise (Komi-san x Jujutsu Kaisen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora