Cap. 12 | Entrevista

231 30 11
                                    

Después de que Itadori y Tadano abandonaron el aula, el bullicio del comité escolar volvió a ocupar la atención de los estudiantes. Sin embargo, no pasó mucho tiempo antes de que algo más llamara la atención desde las ventanas del salón.

Varios estudiantes que estaban cerca de la ventana notaron un auto negro, de aspecto formal, estacionado justo en la entrada de la escuela. La apariencia elegante del vehículo destacaba entre los demás, y pronto se percataron de la presencia de un hombre alto, con el cabello blanco como la nieve, que esperaba junto al automóvil. Su porte imponente y el aura que emanaba resultaban inconfundibles, incluso desde la distancia.

—¿Quién es ese tipo? —murmuró uno de los estudiantes, con curiosidad.

—¡Miren! Está escoltando a Itadori —añadió otro, señalando cómo Itadori, vestido de manera más informal con un suéter y shorts en lugar del uniforme de la institución, se acercaba al vehículo con sus dos mochilas.

Los murmullos de asombro comenzaron a recorrer el aula mientras los estudiantes intentaban entender lo que acababan de ver. Algunos de ellos, todavía intrigados, se acercaron a Tadano cuando regresó al salón.

—Oye, Tadano, ¿qué pasó? ¿Por qué había un auto tan lujoso esperando a Itadori? ¿Quién era ese tipo? —preguntaron con evidente curiosidad, rodeándolo.

Tadano, consciente de la situación pero sin querer revelar demasiado, se limitó a sonreír y encogerse de hombros. —No es nada de lo que deban preocuparse. Solo asuntos que Itadori tenía que atender —respondió con calma, evitando dar explicaciones detalladas.

A pesar de la insistencia de algunos estudiantes, Tadano mantuvo su postura reservada, prefiriendo no alimentar más especulaciones. Con el tiempo, la curiosidad en el aula comenzó a desvanecerse, y poco a poco, los estudiantes volvieron a concentrarse en las actividades del día.

Sin embargo, Komi observaba a Tadano con una mezcla de confusión y curiosidad. Najimi, por su parte, miró a Tadano con los ojos entrecerrados, especulando en su cabeza. Le resultaba familiar, pero no lograba precisar de inmediato quién era.

—Tadano, ¿quién era ese hombre? —preguntó Najimi en voz baja, acercándose para hablar sin atraer demasiada atención.

Tadano suspiró, sabiendo que Najimi no se conformaría con una respuesta vaga y que necesitaba algo convincente para desviar la curiosidad.

—Es alguien que Itadori conoce bien, Najimi —comenzó Tadano, tratando de mantener la calma—. Es su maestro de religión.

Najimi lo miró con incredulidad, sus ojos entrecerrados mostrando claramente que no estaba comprando la excusa tan fácilmente.

—¿Maestro de religión? —repitió Najimi, con una mezcla de escepticismo y diversión en su voz.

Tadano asintió con seriedad, a pesar de lo absurdo que sonaba. —Sí, ya sabes, alguien que lo entrena en conceptos únicos y llamativos. Es todo un profesional en su campo —añadió, esforzándose por mantener la compostura.

Najimi lo observó detenidamente por un momento más, tratando de decidir si Tadano estaba bromeando o si había algo de verdad en lo que decía. Finalmente, una pequeña sonrisa se formó en sus labios.

—Bueno, eso explica el aura llamativa del tipo. Supongo que tiene sentido... en un mundo extraño... Aunque me resulta familiar —concedió Najimi, decidiendo dejar pasar la explicación por el momento.

Justo en ese momento, varios estudiantes se acercaron a la ventana y vieron el auto negro arrancar. El vehículo se deslizó suavemente por la calle, su motor ronroneando en un tono bajo y controlado. Lentamente, se alejó de la escuela, desapareciendo entre los edificios a medida que avanzaba, hasta que solo quedó el eco distante de su motor.

Komi-san Can't Exorcise (Komi-san x Jujutsu Kaisen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora