Komi-san Can't Exorcise (Komi-san x Jujutsu Kaisen)

Cap. 17 | Domingo: Una importante lección

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La tensión en el aire era palpable mientras Gojo y Jogo se enfrentaban en medio de la desolada carretera. Ambos sabían quién tenía la ventaja, pero Gojo, siempre confiado, parecía más interesado en relajarse y observar la situación que en apresurarse a terminar la batalla.

—Pero que temerario —murmuró Jogo con una sonrisa macabra.

Gojo, con las manos en los bolsillos, meditaba sobre el escenario. —¿Eligió este lugar a propósito para evitar que lleguen refuerzos? —pensó, mientras su mirada fría se mantenía en Jogo. Sabía que la maldición quería evitar a otros hechiceros, pero eso no le preocupaba.

De la cabeza de Jogo, un escarabajo de gran tamaño emergió, rodeándolo y vibrando con energía maldita.

—¡Insectos de Lumbre! —gritó Jogo, y con un simple gesto, las criaturas se lanzaron hacia Gojo como si fueran proyectiles.

Sin embargo, Gojo no mostró ni un atisbo de preocupación. Con su habitual calma, observaba el ataque mientras los insectos avanzaban a toda velocidad. —Bueno, si de verdad vienes por mí... El temerario eres tú —comentó, levantando dos dedos.

En un parpadeo, una barrera invisible se formó frente a él, deteniendo a los insectos justo antes de que lo alcanzaran. A pesar de sus esfuerzos, los bichos no podían penetrar la defensa del hechicero.

—¿Qué pasaría si me dejara tocar por esto? —se preguntó Gojo, mirando de cerca al insecto más cercano, que temblaba a solo centímetros de su rostro, con su filosa punta apuntando directamente hacia él.

De repente, los insectos comenzaron a emitir un sonido extraño proveniente de sus bocas, un zumbido inquietante que reverberó en el aire. Antes de que Gojo pudiera analizarlo por completo, el área a su alrededor explotó en un círculo de fuego incandescente, calcinando el pavimento y envolviéndolo en llamas. Pero cuando el humo se disipó, Gojo simplemente se elevaba por el aire, ileso.

—¿Un ataque bifásico de sonido y explosiones? Qué astuto... —comentó, impresionado por el ingenio del ataque, aunque claramente no afectado.

Jogo, sintiéndose más confiado, avanzó rápidamente. Su mano acercandola hacía el hechiero, provocaría una combustión espontanea sobre el rostro de Gojo, quien se tambaleó ligeramente hacia atrás por el impacto, pero sin mostrar verdadero dolor.

—¡No he terminado! —gritó Jogo con rabia, aprovechando el momento para lanzar otro ataque directo. Colocó su palma en la espalda de Gojo, desatando una línea de fuego abrasadora.

El humo se elevó, el pavimento derretido y las llamas consumiendo el entorno. Jogo se levantó, su pecho inflado con orgullo mientras observaba lo que creía que era su victoria.

—¿Así de fácil? —se preguntó con una sonrisa arrogante—. Parece que los débiles lo tenían sobrevalorado. Ese humano era tan frágil como los demás, ajeno a la verdadera fuerza. Qué patético...

Jogo comenzó a alejarse, su satisfacción evidente en su postura encorvada y confiada. Creía haber terminado el trabajo.

—Difundiré la auténtica fuerza y la verdad por medio de la muerte... —murmuró.

Pero justo en ese momento, una voz rompió su triunfo.

—¿Ya pasamos por esto hace poco, no? —Gojo se sacudía el humo de su ropa, completamente ileso, como si nada hubiera pasado—. ¿No aprendes? Hay demasiado humo para mi gusto...