Esa mañana, a la hora del almuerzo, los pasillos de la Preparatoria Itan estaban llenos de energía juvenil. El murmullo de conversaciones, risas y pasos resonaba por los corredores. Los estudiantes, en pequeños grupos, sacaban sus bentos y charlaban animadamente sobre anime, exámenes o las novedades del día.
Tadano intentaba mantener la conversación con Itadori lo más natural posible, lanzando miradas discretas hacia Komi, que desayunaba tranquilamente al lado de ellos.
—Entonces, ¿cómo se llama? —preguntó Itadori, inclinándose hacia Tadano para que su voz no atrajera demasiada atención.
—Nobara Kugisaki —respondió Tadano en voz baja—. Creo que no falta mucho para que llegue a la estación —añadió, recordando un mensaje que había recibido.
—Bien —Itadori asintió, comprendiendo la situación—. No hay nada más que hacer hoy, entonces. —Se estiró y dejó escapar un leve suspiro de alivio—. Creo que estará bien conocerla.
Tadano estaba a punto de continuar la conversación cuando Najimi irrumpió en el salón con su característica energía. Se dirigió directamente hacia Komi, con una sonrisa despreocupada.
—Oye, oye... Komi-san... —llamó Najimi, captando la atención de la chica justo antes de que se llevara un bocado a la boca.
Komi, sorprendida, se giró hacia Najimi, sus grandes ojos llenos de curiosidad y nerviosismo.
—¿Quieres que almorcemos juntas? —preguntó Najimi, levantando una bolsa con su comida como si fuera lo más natural del mundo.
En ese instante, Komi quedó en shock. Fue como si una corriente eléctrica recorriera todo su cuerpo, paralizándola. No podía creer que Najimi hubiera tomado la iniciativa de invitarla de manera tan directa. La sorpresa la dejó inmóvil, su mente giraba en todas direcciones, incapaz de procesar completamente lo que acababa de escuchar.
Las miradas de ambas se cruzaron, creando una tensión palpable en el aire. Komi, ansiosa ante la inesperada invitación, comenzó a temblar ligeramente, sintiendo cómo su corazón se aceleraba. Aunque Najimi mantenía su tono alegre y su sonrisa despreocupada, no pudo evitar sentir la presión de la intensa mirada de Komi, cuya presencia silenciosa hacía que cualquiera se sintiera observado.
—¡Hoi! ¡Hermanita! —exclamó Itadori, en un intento de romper el trance entre las dos chicas, girándose hacia ellas con una sonrisa despreocupada.
Tadano, al notar la situación, decidió retirarse discretamente y giró hacia su lugar para empezar a comer, intentando no llamar demasiado la atención.
—¡Ah! ¡Hola, Itadori! ¿Así que aquí estabas? —respondió Najimi, sorprendida—. Pensé que habías salido a caminar.
—No, de hecho, acabo de regresar hace poco... —contestó Itadori con una sonrisa relajada.
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Komi-san Can't Exorcise (Komi-san x Jujutsu Kaisen)
FanfictionCuando la fusión de dos historias destinadas a no cruzarse surge de la aleatoriedad, se unen para emprender un viaje único y extraordinario. Yuji Itadori, un adolescente de 15 años, es admitido en la preparatoria Itan, una institución que acoge a es...