Han pasado algunos minutos desde las presentaciones. Durante la clase, las únicas actividades han sido indicaciones sobre la entrega de tareas para el día siguiente y los requisitos escolares para el ciclo. Algunos estudiantes, todavía embelesados por la belleza y la presencia de Komi, prestaban atención, pero no podían evitar mantenerla como el centro de su atención.
Por su parte, aquella chica seria escribía en su libreta con delicadeza, mientras algunos compañeros aprovechaban para grabarla o tomarle fotos cada vez que podían. En contraste, Itadori, aburrido y visiblemente cansado, se dedicaba a garabatear y escribir cualquier cosa en su libreta, luchando por mantener los ojos abiertos. En ese momento, mientras Komi cambiaba de hoja, el borrador que tenía a un costado se cayó al suelo.
Rebotando, el pequeño borrador golpeó la zapatilla de Itadori, quien, al notar el leve golpeteo, se volteó. —¿Hm? —Observó el borrador y, en un susurro, se dirigió a ella—. Oye, se te cayó el borrador. Toma.
Itadori recogió el borrador para pasárselo a su compañera. Sin embargo, justo en el momento en que extendía la mano, un compás pasó zumbando y rozó su mano. Sorprendido, se volteó hacia atrás y se encontró con la mirada fría y asesina de su compañero vestido de ninja. Con solo sus acciones, este le estaba advirtiendo a Itadori que se mantuviera alejado de ella.
—¡¿Qué le sucede?! —miró irritado a su compañero Shinobino—. Puedo tolerar comentarios, pero esto ya no.
Itadori devolvió el borrador a Komi con rapidez, mientras mantenía la mirada sobre Shinobino. Al notar el gesto de amabilidad de Itadori, Komi se volteó a verlo mientras temblaba, intentando decir algo. Sin embargo, ella observó a Itadori moverse rápidamente hacia el compás, tomándolo sin que la maestra se diera cuenta de que se había levantado de su lugar.
De regreso a su asiento, Itadori examinó el compás en su mano durante unos minutos. Luego, sin apartar la vista de Shinobino, lo lanzó con una fuerza aterradora. Al igual que lo había hecho el ninja, Itadori lo arrojó con precisión cerca de su compañero.
El movimiento fue tan rápido que Shinobino, a pesar de mantener el contacto visual con Itadori, no pudo reaccionar. Sintió el compás pasar rozando su mejilla. Al principio no notó nada, pero al mirar detrás de él, vio el compás clavado con cierta profundidad en el pizarrón, dejando unas marcas de grietas. Itadori, aún mirándolo, soltó un suspiro y dirigió una mirada apática a su compañero.
Al voltearse, Shinobino comenzó a sudar a mares, observando con terror la fuerza inhumana necesaria para haber hecho eso. Itadori, regresando su mirada al frente, notó por su visión periférica que Komi lo estaba observando fijamente.
—Lo siento, no me hubiera gustado que vieras eso —exclamó con un poco de tranquilidad.
Komi, queriendo decir algo, solo procedió a temblar sin parar. Sus labios se movieron ligeramente, pero ninguna palabra salió. Itadori, tratando de entender qué pasaba, comenzó a ponerse visiblemente nervioso, mientras intentaba interpretar la expresión de su compañera, intuyendo que ella quería expresar su agradecimiento por el borrador
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Komi-san Can't Exorcise (Komi-san x Jujutsu Kaisen)
Hayran KurguCuando la fusión de dos historias destinadas a no cruzarse surge de la aleatoriedad, se unen para emprender un viaje único y extraordinario. Yuji Itadori, un adolescente de 15 años, es admitido en la preparatoria Itan, una institución que acoge a es...