Komi-san Can't Exorcise (Komi-san x Jujutsu Kaisen)

Cap. 8.5 | Café y acero P.2

Mientras Komi e Itadori regresaban tranquilamente a la escuela, Tadano ya estaba lejos, caminando por la bulliciosa calle Takeshita en Harajuku. Rodeado de tiendas coloridas, cafés temáticos y la vibrante energía juvenil, los sonidos de risas, conversaciones y música pop japonesa llenaban el aire, mezclándose con el suave tintineo de las campanas de las tiendas al abrirse y cerrarse.

A pesar del ambiente animado, Tadano estaba enfocado en su misión. Sus ojos recorrían el área, buscando a la estudiante de Jujutsu que debía encontrar. El aroma de los dulces y postres recién horneados lo distrajo brevemente, pero pronto volvió a concentrarse. Sabía que la chica que buscaba podía estar en cualquier rincón de esa concurrida calle. A medida que avanzaba, el bullicio a su alrededor parecía desvanecerse, permitiéndole centrarse en su tarea.

Envió un mensaje a Kugisaki para avisarle que había llegado, pero el mensaje no se entregaba, quedando atascado en "enviado". Revisó la señal de su teléfono, pero todo parecía en orden. Guardó el celular y siguió caminando entre los grupos de turistas y jóvenes.

—¿Dónde podrá estar? —murmuró Tadano, escaneando la multitud en busca de alguna señal de Kugisaki.

De repente, chocó de frente con una chica de aspecto llamativo: voluptuosa y esbelta, con un peinado voluminoso y una vestimenta extravagante que destacaba en medio de la multitud.

—¡Lo siento! —exclamó Tadano, alarmado al notar que el maquillaje de la chica se había embarrado en su blazer.

La chica, indignada, lo miró con furia. —¡Ugh! ¡Arruinaste mi maquillaje! ¡Ahora discúlpate de rodillas ante mí, Rumiko!

Antes de que Tadano pudiera reaccionar, una de las amigas de Rumiko intervino, tratando de calmar la situación. —Chill, girl —dijo con tono relajado, girándose para observarlo mejor—. Oh, wait, ¿un estudiante de la preparatoria Itan? ¡Mira, es un chico de la escuela!

Otra de las chicas, menos bronceada pero igual de energética, se unió con entusiasmo. —¡Wow, de verdad! ¡Seguramente es un fan!

Las tres chicas lo rodearon, mirándolo con curiosidad y emoción, mientras Tadano intentaba mantener la calma en medio de la situación inesperada.

—Como arruinaste mi maquillaje, tendrás que acompañarnos de compras —dijo Rumiko, cruzando los brazos con una mirada que no aceptaba un "no" por respuesta.

—¡Sí, será súper divertido! —insistió la chica de cabello negro, acercándose a él con una sonrisa insistente—. ¡Vamos, di que sí!

—Lo siento, pero tengo prisa y necesito irme... —trató de explicar Tadano, claramente incómodo.

—Ah, no, no, no. No te vas a librar tan fácil. Al menos dinos tu nombre —exigió Rumiko, dando un paso más cerca.

—Hitohito Tadano... —contestó él, resignado.

—Genial, Tadano-kun. Ya conociste a Rumiko, yo soy Shiroki Yuka, y esta es mi bestie Kuroita Mutsumi. Ahora que somos amigos, nos tienes que acompañar, ¿okay? ¡Es lo que haría un buen amigo! —añadió Yuka, sonriendo con picardía.

Mientras las tres chicas lo arrastraban de un brazo cada una, Tadano no pudo evitar pensar: —¿Cómo me metí en esto? Solo vine a buscar a Kugisaki... ¿Dónde estará?

Sintió que lo llevaban a regañadientes hacia una tarde de compras que nunca planeó: —Tengo que encontrar una manera de zafarme... pero no quiero ser grosero. ¿Cómo me voy a escapar de esto? 

Sus pensamientos eran un torbellino mientras intentaba encontrar una salida sin ofender a sus nuevas "amigas".

...