Capítulo 18

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⚠️ATENCIÓN⚠️

Antes de empezar a leer esta parte de la historia y las que vendrán deseo recordar que hay experiencias por las que no he pasado por motivos que no vienen al caso.

Por ello digo, los hechos que se relatarán, concretamente el hecho de acudir al psicólogo en este caso puede que no sean 100 % fieles a la realidad ya que nunca he acudido a ninguno y no sé como se desarrollan las sesiones.

Sin embargo, me he informado y seguiré haciéndolo en el futuro para que estas escenas sean lo más cercanas a la realidad posible.

Muchas gracias por la paciencia y en el futuro espero mejorar.

Que disfrutes del episodio 💜


Emily

Analizo brevemente el espacio en el que me hallo actualmente. La verdad es que el breve periodo del restaurante aquí ha ocurrido totalmente en automático. Sabía que si lo pensaba de más nunca acabaría por finalmente decidirme a venir a consulta.

—Siéntate donde desees Emily.

Y hago caso mientras él parece acomodarse también. Decidí elegir el sofá como mi emplazamiento del día. Me pone algo tensa estar en un lugar que no conozco así que decidí limitarme a ocupar el mínimo espacio posible con mi presencia y mis pertenencias.

A diferencia de mí, el psicólogo, del que solo conozco su nombre, decide acomodarse con una pequeña libreta en el sillón frente a mí. 

—Y bueno Emily, ¿Cómo estás?

Frunzo el ceño desconcertada.

—¿Qué clase de preguntas es esa?

—Solo deseo saber como estás, nada más allá.

La sala se queda en silencio, como si el mundo se hubiera detenido.

—Viva.

Veo como tras el cuaderno con el que se escuda frunce sus labios y apunta algo haciendo que yo me ponga más tensa. 

—¿Te sientes bien?

—¿La verdad? No.

—¿Algún sentimiento en especial? — Vuelve a  cuestionar.

Mi única respuesta es negar con la cabeza. La verdad es que justo precisamente ahora no tengo mucho que decirle a el desconocido que ahora parece analizarme.

— ¿Quién es Emily? — Pregunta, tomándome por sorpresa.

—¿Cómo? — Cuestiono sin entender a que se refiere.

—¿Qué crees que te define como Emily a parte de tu documento de identidad?

Suspiro profundamente. Mi vista se dirige a todo aquello que me rodea.

¿Quién coño es Emily Miller? Ni yo lo sé, creo que nadie lo sabe. Me he perdido por el camino, entre mis malas vivencias y mis llantos en la madrugada. No creo que nada exactamente me haga especial más allá de factores meramente externos.

—No soy nadie, ya está.

—¿Eso lo dices tú o personas externas?

—Lo digo yo — Respondo convencida.

—¿Por qué afirmas que no eres nadie? Porque yo te veo y sé que no eres igual a mí, ni a muchos otros pacientes que he podido llegar a tratar en las prácticas universitarias— Explica acomodándose mejor en su sofá.

Un nuevo silencio se vuelve a instalar entre los dos por un corto periodo que me permite pensar y cuestionarme de nuevo ¿Quién es Emily Miller?

Pero sigo sin saber como responder a ello.

—¿Está bien si digo que soy solo una bola de problemas?

—¿Así es como te ves?

—Ahora sí.

—¿Y antes cómo te veías Emily?

—No lo sé — Respondo sin pensarlo demasiado.

Y es que es verdad, no tengo ni la más mínima idea. Siento que todos los sucesos anteriores a la llegada este pueblo son una gran laguna negra de la que no consigo distinguir muchos recuerdos.

— Emily, aunque te pueda llegar a costar necesito que para la siguiente sesión hagas los siguientes deberes que te voy a mandar ¿De acuerdo?

Con una mueca de duda en la cara asiento. Yo no me tendría tanta fe.


***


¿Quién soy? 

No es una duda que me haya planteado de más nunca. Y por no haber hecho los deberes antes aquí estoy ahora, camino a casa más confundida que cuando desperté en el hospital en la última recaída.

¿Quién soy? 

Tengo exactamente cuatro días para resolver esta duda a la que ahora mismo, la verdad es que no sé que responder.

Decido sentarme en un banco que hay cerca de mi casa y sacar el teléfono, ahora mismo solo hay una persona que realmente me puede responder esta duda.

Un tono. Dos tonos. Cuando estoy dispuesta a darme por vencida, contesta.

—¿Emily?

— Abuela— Contesto mientras una sonrisa se me dibuja en la cara de emoción.

Si hay algo que me de más emoción que comprar pinceles nuevos es que mi abuela me conteste desde el otro lado del teléfono. 


El Ladrón | ÉL (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora