—En dos semanas, 23 de ustedes estarán muertos y uno de ustedes estará vivo, quien será dependerá de la atención que pongan los siguientes 4 días, sobretodo a lo que estoy por decir,— miraba alrededor de ella, viendo como a diferencia del resto de chicos ella parecía la más pequeña de todos, incluso que el chico de trece años del distrito 7, no era solo por su altura, esa era relativamente normal para alguien de su edad, pero era su rostro, esos ojos que parecían llenos de ilusión que le daban esta aura infantil, más desde que los medicamentos que eran dados a ella empezaban a hacer efecto haciendo que su rostro se viera como el de una sana niña de 15 años, lo que esperaba su hermano algún día fuera aunque fuera sin ella a su lado. Escuchaba con toda la atención que podía darle a la mujer que les daba las indicaciones en el área de entrenamiento, pero sin poder concentrarse siendo capaz de leer los labios de los otros tributos que murmuraban mientras la miraban, "No durará más de una hora en la arena", "Apuesto a que puedo matarla con una mano", "Cuantos patrocinadores querrán perder dinero con ella", las mismas ideas iban alrededor de la sala, todas viéndola como una presa fácil —número uno, no peleen con los demás tributos, tendrán mucho tiempo para eso en la arena, segundo, hay cuatro ejercicios obligatorios, el resto es entrenamiento individual, mi consejo es, no ignoren la supervivencia, todos quieren empuñar una espada pero la mayoría caerá por causas naturales, 10% por infección, 20% por deshidratación, la exposición puede matar tan fácil como un cuchillo.
Paso los siguientes días viendo como todos los tributos parecían ignorar ese consejo, viendo como todos parecían sedientos de sangre empezando a manejar armas como si fueran grandes infantes con juguetes nuevos, siendo pocos los que realmente habían mostrado alguna iniciativa en enfocarse en la supervivencia, usando los consejos de los expertos a su lado, pero dando un trabajo que al menos los dejaría ser descubiertos en las primeras 72 horas.
—Esta usando demasiada hierva y creando mucho humo, lo verán a 3 kilómetros de distancia— escucho a su primo junto a ella viendo su apariencia, estando tan sudado por las prácticas de combate que había estado teniendo, siendo uno de los consejos que sus mentores les habían dado era aprovechar esos días para hacer todo lo que no sabían hacer, aprender cosas nuevas que les servirían, y además de pelear con sus demás primos o niños cuando iban a la escuela, no tenían idea alguna de combate por lo que esa era el área de la que no salían. Levantó su mano extendida, señalándole que en realidad lo podrían ver desde 5 kilómetros de distancia.
—"Lo haces muy bien, solo recuerda que un fuego puede dar tu ubicación", "Lo sé, lo sé, no soy un idiota, me salió perfecto, voy a ver las espadas"— dijo leyendo los labios de las personas a 20 metros de ellos viendo como el chico del distrito 3 se ponía de pie y caminaba a caminaba a las armas como un insecto a la luz —"Ese niño morirá tan rápido..."
—Siempre pensé que eras tan lista por saber hacer eso, ahora creo que solo eres cotilla— soltó una pequeña risa sin separar sus labios antes de sentir unas palmadas en su espalda —Vamos a pelear, necesitas más práctica con gente grande.— soltó un suspiro de agotamiento, los últimos 3 días solamente había hecho eso, pelear una y otra vez, tenía más moretones en su cuerpo que su hermano pecas en su rostro, pero sabiendo que si no tenía tiempo de correr, al menos podía dar una buena pelea. —¿Ya escogiste que vas a mostrar para que te califiquen?— negó la cabeza mientras veía a su primo ponerse las manoplas para empezar a simular la pelea. En cuanto sus manos estuvieron cubiertas de acercó a él para empezar a golpearlo, viendo que a diferencia de cómo había empezado la semana, ahora hacia que al menos Arnold diera un paso hacia atrás con la fuerza de su golpe.
—Aemma— el golpe de la puerta y la voz femenina hizo que levantara la mirada de su cadena en su cuello, viendo a Seeder en al puerta con una bandeja en sus manos, haciéndola guardar su procesión dentro de la gran playera que tenía, viendo a la mujer avanzar y dejar la bandeja en la cama donde estaba sentada escuchando música con la bocina que Cinna le había dejado —No fuiste a la cena, tienes que estar fuerte para tu calificación mañana, y tienes que decirme que vas a mostrar para poder hacer que lo tengan preparado para ti— suspiró mientras acercaba su mano al tazón de avena con proteína que tenía que cenar cada noche, lo único bueno dentro de este siendo las frutas que ponían encima para servir como decoración. —No puedo escribir escudo humano en tu talento de nuestra.
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LOTUS - Los Juegos del Hambre
Fanfiction"Bienvenidos a los 69 Juegos del Hambre, y que la Suerte, esté siempre de su lado"