Una cosa que Chaff le había advertido era la tortura que se sentía ver los juegos en una pantalla a comparación de estar dentro de ellos, habían pasado 4 días en la arena y nunca habían sentido lo largos que estos eran hasta que estuvo afuera de la pecera, cada movimiento que veía a los chicos hacer dentro del bosque donde los habían metido la hacía pensar en todo lo que ella haría diferente, veía en el resto de mentores como ellos pensaban igual, escuchándolos debatir que hubieran hecho diferente que les hubiera salvado la vida a sus tributos, desconectados de las pérdidas de estos como si no fueran niños muriendo para complacer a un montón de gente disociada de la realidad.
Mientras más morían, cumplidos caían a ella viendo como sus dos tributos seguían con vida, encontrándose como les había dicho que hicieran y formando una alianza hasta que los números no les dejaran otra opción. Al parecer no eran los únicos que habían recibido ese mismo consejo viendo como los tributos de Mags y Finnick habían seguido la misma idea, no encontrándose en el campo hasta que fueron obligados a hacerlo por los vigilantes, haciendo que se encontraran en las orillas de la arena, empezando una pelea que por la fuerza de sus tributos los del distrito 4 quedaron rápidamente inmovilizados.
—¡Hazlo Wallace!— apretaba con fuerza el sofá bajo ella, mirando expectante junto al resto la escena que estaba pasando en la oscura noche en la arena, la mayoría de mentores ya dormidos por la hora, pero los que no lograban hacerlo y esperaban la oportunidad para mandar patrocinios a sus tributos seguían ahí, solamente siendo ella, Beetee y Wires, los tres viendo a las pantallas desde las orillas de su asiento, cono Ruby y Wallace habían atado a los tributos del distrito 4 y tenerlos en la orilla de la presa que rodeaba la arena. —¡Solo será un golpe, esta afilada!
—¡¿Porque tenemos que hacerlo así?!, ¡Es cruel!— apretó sus labios con tristeza, viendo como a pesar de su exterior tenso y gran tamaño, Wallace era solo un niños que no buscaba generar maldad alguna con sus acciones, no queriendo que esa bondad que tenía dentro de él le costará su vida o su libertad.
—Oh vamos, ¡¿Quieres que lo haga más fácil?!, yo tenía planeado hacerte lo mismo chico, a ti, a la gorila aquí y a Annie, ¡Así que mátame de una maldita vez y no seas un débil simio!— sus palabras hirientes venían de su cobardía, como había notado con los profesionales en sus juegos, estos preferían usar la ira y prepotencia para mostrarse fuertes y no admitir que solo eran niños asustados como el resto.
Pero con alguien que no había pasado tanto tiempo con ellos y estudiándolos, solo lo veía como una ofensa y alimentaba sus ganas de matarlo, notando como antes que tomara con firmeza su hacha, Ruby había sacado la espada que tenía en la espalda cortando de un solo golpe la cabeza del chico, haciendo que la pequeña pelirroja junto a él soltara un grito de pavor mientras veía la cabeza volar por la orilla del gran muro, y el cuerpo de él chico caer a su lado creando un charco de sangre que empezaba a llegar a ella, haciendo que sus gritos fueran peores.
—Ahora ella...— antes de que la chica pudiera acercarse a la histérica Annie, Wallace se acercó a ella llorar con fuerza mientras cerraba los ojos, pero sintiendo como sus ataduras eran rotas —¡¿Qué mierda estás haciendo?!— con ese grito Annie abrió sus ojos sorprendida, viendo a Wallace frente a ella.
—Corre— antes que la chica pudiera hacer lo que el chico moreno le decía, vio a Ruby intentar acercarse a ellos haciendo que fuera empujada por el lejos —¡Te dije que corras!— con dificultad por la sangre en sus pies y piernas la pelirroja lo escucho y empezó a correr, dejando a sus tributos solos en la cima de ese muro, viendo como empezaban a enfrentarse.
Siempre había escuchado de las palabras de su madre como los pequeños actos de bondad hacían la diferencia, siempre pensó que simplemente era una manera en la que hacía que se comportara de manera justa y buena como cualquier otra madre quería que su hijo fuera, pero en ese momento le quedó claro que esas palabras eran verdaderas, el pequeño acto de bondad que Annie le había hecho a Wallace mientras lloraba en el elevador le había salvado la vida, y ahora por las cámaras sabía había escapado exitosamente, pero no siendo el mismo éxito para Wallace, viendo contra su propia compañera. Había entrenado con ambos, conocía a chicos como ellos por los campos en los que se pasó toda su vida, por lo que sabía por los movimientos de Wallace que el chico no estaba dando toda su fuerza en la pelea, no buscando ganarla de alguna manera, no teniendo respuesta si era por la manera en la que Ruby lo intimidaba por su actitud, o porque de alguna manera se encontraba ganando tiempo para que Annie lograra escapar lo más lejos posible de ellos, cual fuera su justificación se quedó atrapa dentro del cañonazo que se escuchó cuando usando su propia hacha, Ruby empujó el filo de esta contra el cuello de Wallace, viendo en primera fila como su cabeza se iba de su cuerpo y su cuerpo era pateado por la orilla del muro.
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LOTUS - Los Juegos del Hambre
Fanfiction"Bienvenidos a los 69 Juegos del Hambre, y que la Suerte, esté siempre de su lado"