LOTUS - Los Juegos del Hambre

Capitulo 11

"Quiero ver a Cinna", ese fue el pedido que hizo nada más fue regresado a la habitación donde se había despedido de él, no encontrándolo por ningún lado, incluso sin ver a los que se suponía eran sus propios estilistas, viendo a gente desconocida a su alrededor y sintiéndolas como la movían de arriba a abajo limpiando toda la suciedad de su cuerpo como si el trabajo que ella misma no hubiera sido suficiente, poniendo nuevos medicamentos en sus heridas e inyectándola nuevamente con lo que por como le dolió supo eran vitaminas para tratar la desnutrición que volvía a mostrar a pesar de solo haber pasado una semana dentro de la arena. Cuando su ropa fue cambiada, fue entregada su cadena de regreso ahora reparada y guiada por agentes de la paz de regreso a el hotel donde había pasado la semana anterior, llegando a su piso y viendo como su equipo se encontraba ahí dispuesto a felicitarla, viendo entre ellos a Cinna, siendo al único que le regresó la sonrisa y se acercó a abrazarlo con fuerza.

—Hiciste tu camino para ganar, estoy muy orgulloso de ti— le dijo mientras tomaba sus mejillas, viendo como tenía lágrimas llenar sus ojos, mostrándole detrás de su sonrisa lo mal que se sentía en esos momento —Lo sé, lamento lo de Arnold— le dijo haciendo que la emoción del equipo bajara, girándose a ver como tanto Lara como Remin y Reman tenían sus ojos enrojecidos habiendo llorado la pérdida del que creyeron ese año sería su campion, pero tratando de dar su mejor sonrisa falsa a ella y al resto de personas a su alrededor.

No duró demasiado tiempo en la pequeña fiesta, sintiéndose extremadamente cansada después de no haber descansado toda la semana anterior, queriendo regresar a su habitación, poner su bocina y llorar la pérdida de su inocencia y la pureza de sus manos sin sangre hasta que sus ojos se cercaran, pero al parecer alguien tenía una idea diferente. Con sus ojos siendo cubiertos entró a la habitación siendo guiada por Cinna quien la sentó en la cama.

—Te mandaron un regalo para tu ceremonia de mañana, un amigo muy especial— levantó al ceja curiosa por su uso de palabras y sintiendo como la venda que había puesto en sus ojos era quitada, dejando ver frente a ella en su armario, como un vestido del mismo color que sus ojos, cubierto con una bella gasa gris que ocultaba lo revelador que podía llegar a ser, pero llegando a ser modesto como una mujer debía ser —Otra vez fuimos pedidos darte una imagen infantil...

—Van a tener que explicarme un día porque eso es algo que no puede pasar— se puso de pie y tomó entre sus dedos la tela del vestido, sintiéndose demasiado suave al tacto, no creyendo haber sentido algo tan suave en su vida —Es bellísimo...

—Uno de mis diseños más caros, y dado a ti por un patrocinador muy atractivo— dijo lo último en voz baja mientras acercaba su mano a una nota que estaba encima del vestido tomándola y leyendo su contenido con una sonrisa apareciendo en sus labios.

"Posiblemente pase demasiado tiempo antes de que nos volvamos a ver, pero quería darte algo además de un par de vendas y medicamento, me hiciste no despegar los ojos de ti por una semana y agradezco tus palabras diciendo lo buen mentor que fui a Levi, tus actos me muestran que no me equivoqué contigo, eres una gran persona Aemma y tu victoria es bien merecida, espero que cuando le cuentes a tu hermano las historias del Capitolio menciones a tu mentor secreto quien te tiene demasiado aprecio"

—Por seguridad no la firmo, pero está más que claro de quien viene, así como todo lo que costó hacer este vestido.— abrió los ojos levantando nuevamente la mirada al vestido, sabiendo por el material y las palabras de Cinna no debió ser nada barato, sorprendiéndose pero recordando que los recursos económicos de los vencedores eran casi ilimitados. —Y también es un regalo de despedida, de mi.— se giró a verlo confundida, esperando a que continuaran sus palabras —Desde el día de la presentación Remin y Reman me despidieron, por insubordinación y cambiar tu maquillaje y vestuario en el último momento