Cap:03

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10 años más tarde.

CELIA:
-Es todo por hoy, señores nos veremos en el próximo mes.
Hablo levantándome de mi asiento para despedir a todos mis socios.
Ellos se marchan con una sonrisa y yo salgo de la sala de reunión para ir a mi despacho.
Los primeros años fueron muy duros, pero le puse muchas ganas para estar donde estoy hoy, todo por mí y por mi pequeño Angel.
¿-Irás a recoger al pequeño mocoso?
Me habla patricia entrando a mi despacho.
-Claro que si, tú ocúpate de los demás y no te quedes hasta tarde. Digo levantándome para irme antes de que sea más tarde.
-Claro que sí jefa.
Dice sonriendo con el mismo ánimo de antes.
Le doy un abrazo como siempre lo hago y beso su mejilla.
-No se que haría sin tí Patri.
Hablo sonriendo.
-Me repites lo mismo cada día. Pequeña mocosa.
-Es que no tengo como agradecerte todo lo que has hecho por mí.
Hago un puchero.
-Ya vete, se te hace tarde.
Dice echándome de mi propia oficina y yo solo sonrío.
En todos estos años Patricia y su familia han sido un gran apoyo para mí y para mi pequeño, por eso quería darle dinero sin que ellos hicieran nada, pero se negaron y decidieron trabajar conmigo.
Patricia es mi asistente personal, su esposo mi chofer y Mark mi vice-presidebte, miré que tenía la suficiente capacidad para estos negocios y pagué sus estudios.
Él muy idiota se negó claro, pero lo convencí con mi cara de niña buena.
Han pasado muchas cosas en estos diez años y una de ellas es que Sara me vendió su empresa porque según ella estaba haciéndose vieja y ya quería estar tranquila, le entregué unos millones rendidos que fui pagando a plazo... Pero valió la pena.
Otra de ellas es que ya no soy la misma chiquilla tímida e inocente de antes, me convertí en una mujer fría, inteligente, calculadora y sobre todo hermosa, no es por presumir, pero soy sumamente bella, no es por fea que tengo miles de pretendientes.
Me bajo del auto al ver todos los niños salir de escuela.
-Mami, mami.
Grita mi pequeño al verme.
Aun con mis tacones aguja me bajo un poco para besar su hermosa mejilla, ya está muy grande mi pequeño bebe.
¿-Como te fue hoy cariño?
Pregunto con una sonrisa.
-Me fue excelente, saqué diez de diez.
Dice enseñándome una hoja muy sonriente.
Beso nuevamente su mejilla.
-Felicidades mi príncipe, eres muy inteligente como tu bella mami.
Angel se llena más de orgullo.
-Claro que si mami, toda mi inteligencia lo saqué de tí.
Le doy otro abrazo y entramos al auto.
-Buenas tardes, papá Marcos ¿Cómo está mamá Patricia? Pregunta mi niño.
-Están bien pequeño ¿Cómo te fue en la escuela hoy?
Pregunta Marcos mientras conduce.
-Muy bien, saqué diez de diez.
Habla orgulloso.
Para celebrar las calificaciones de Angel lo invité a un helado.
-Celia vas a malcriar a ese pequeño mocoso dándole todos los gustos. Dice Marcos con una sonrisa.
-Claro que no papa Marcos, mami, no tendrá jamás una queja de mí, soy su más grande orgullo.
Dice con el ego por las nubes... Creo que sí, lo he malcriado demasiado.
Luego de ir por el helado llegamos a nuestra casa, pero llama mi atención un lujoso deportivo rojo.
-Tio Hugo.
Sale mi hijo del auto para ir a saludarlo.
Hugo es hijo de Sara, el chico que mi hermana casi viola y tiene una hermana llamada Anni, una chica muy amable y simpática.
Salgo del auto y despido a Marco para que se vaya a casa.
-Hugo ¿Qué raro tú aquí? Tenías mucho que no venías
Digo abriendo el portón de mi casa con la contraseña.
¿-Qué? ¿Ahora no puedo visitarte? Dice con una sonrisa coqueta.
-Nunca dije eso.
Hablo entrando a mi hogar, dulce hogar.
-Digamos que no me rechazaste de la mejor manera... Eres muy cruel Celia.
-Si vas a hablar de lo mismo...
-No, no, solo quería saber como estabas.
Dice siguiéndome junto a Angel.
-Estoy bien, gracias por preocuparte.
Hablo quitandome el blezer que tenía y quedando solo en blusa de tirantes.
-Angel ¿Sabes qué hacer verdad?
-Claro que sí mami, ya bajo y tío Hugo no molestes mucho a mi mami, es mía solamente.
Dice para retirarse, pero no sin antes darle una mirada de advertencia a Hugo.
-Ese pequeño terremoto como que sabe demasiado.
Dice Hugo sonriendo.
-Es mi hijo, obvio que debe de saber mucho.
Hablo mientras le hago seña a la cocinera para que sirva la comida.
¿-Vas a comer?
Le pregunto.
Él asiente y no despega la mirada de mí.
¿-Qué? ¿Tengo algo en la cara? Digo alzando las cejas.
-No, no es eso... Eres hermosa Celia. Habla casi susurrando.
-Lo sé, pero gracias.
Sonrío
-Ya veo a quién sacó el ego tu hijo.
Sonrío
-De su mami claro.
Hablo orgullosa.
- Celia... ¿De verdad no te gusto ni un poquito?
Dice mirándome con intensidad.
-Hugo, ya tuvimos esta conversación, no hagas esto más difícil, además hay muchas chicas que morirían por tí.
Es la verdad, Hugo es un joven muy guapo, de ojos grises, cabello rubio, cuerpo bien trabajado, alto... Todo lo que una chica busca en estos tiempos, pero yo más bien lo veo como un hermano.
El iba a continuar hablando, pero Angel llega para salvar el momento.
¿- Hugo te molestó mamí?
Me pregunta sentándose a mi lado.
Yo solo sonrío y niego.
¿- Pero, por quién me tomas pequeño terremoto? D
ice Hugo haciéndose el ofendido.
-Tío Hugo sé que estás enamorado de mami y un hombre enamorado molesta mucho.
Habla Angel mirando mal a Hugo.
-Angel, esa no son maneras de hablar.
Lo reprendo.
-Lo siento mami, pero yo te protegeré de todo hombre.
Habla haciendo un puchero hermoso y no me resisto.
-Oh, mi niño es tan lindo. digo tomando su sus cachetes para halarselo.
-No hagas eso ma, no soy un niño. dice con las mejillas roja.
-Para mí siempre serás un niño, mi niño hermoso.
Digo sonriendo.
Después de la comida Angel se fue hacer sus tareas y yo me quedé hablando con Hugo.
-Escuché de mi madre que pronto irás a tú cuidad natal ¿Estarás bién?
pregunta Hugo preocupado.
-Claro que sí, no soy aquella niña débil que ellos creyeron destruir. Digo tomando una copa de vino.
- Pero aun así, si necesitas ayuda... sabes que cuantas conmigo.
-Lo tomaré en cuenta, no te preocupes.
¿- Como no preocuparme si vas a ir a la boca del lobo? ¿Y si te hacen daño otra vez?
-No lo harán, los destruiré a todos. digo dejando mi copa de vino junto a una sonrisa malévolo.

La venganza de una madre solteraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora