Cap:07

264 22 1
                                    


CELIA:

Al llegar a la mansión y encontrar a mí hijo y Máximo Cooper conversando de lo mas normal me sorprendió bastante, así como la bruja que soy decido interrumpir su bello momento.
-Veo que se divierten... Señor Cooper no esperaba su visita.
Interrumpo entrando a la sala de juegos.
Miro como se tensa el cuerpo de Máximo y me sorprendo bastante al no ver nada cubriendo su rostro... Es muy hermoso, esa cicatriz lo hace ver como un hombre rudo y caliente...
No se que rayos pienso.
-Mami al fin llegaste, Máximo tiene mucho rato esperándote.
Dice mi niño para luego darme un dulce beso en la mejilla.
¿-Máximo? ¿Desde cuando son tan cercanos?
Alzo las cejas mirándolos a los dos.
-Mmm mamita, tú y él tienen mucho de que hablar así que me iré para no interrumpirlos.
Habla alejandose a toda velocidad.
No digo nada y paso a sentarme en uno de los muebles.
¿-No pasa nada si hablamos aquí? Es que estoy algo cansada.
Hablo con una sonrisa, sin dejar de mirar ese rostro tan perfecto y varonil.
Tiene unas cejas hermosas, su nariz es respingada y ni hablar de sus labios... Son rosados y carnosos... ¿Cómo se sentiría besarlos?
¿-Me estás escuchando Álvarez?
Me regresa a tierra su sexi y varonil voz.
-Mmm ¿Perdón?
La verdad no sé por que sentía que mi voz se volvía mas sensul y ronca.
-Le decía que no hay problema que hablemos aquí.
Dice sin despegar esos ojos grises de mí.
Veo el intento de cubrirse su hermoso rostro.
-No hace falta que se cubra el rostro señor Cooper, me gusta ver las expresiones de las personas cuando hablan.
La verdad es que me gusta ver la expresión del rostro del protagonista de 365 DNI, cuando están... ya saben... Eso me vuelve loca y ahora me pregunto...
¿-No le molesta ver mi rostro?
Me pregunta sin expresión alguna.
Sueno mi garganta
-Por supuesto que no, tiene un rostro muy calie.. Apuesto.
Me corrijo de inmediato.
Creo que ver muchas películas con demasiado contenido adulto está afectando mi cerebro.
Veo perfectamente como alza las cejas.
-De acuerdo, depositaré mi confianza en usted Álvares...
-No estamos en la oficina... Puede llamarme Celia, además pronto seremos socios.
Observo su perfecta sonrisa.
-Está muy segura de que seremos socios.
Dice mirándome con una bella sonrisa ¿Está coqueteando conmigo?
-Claro que sí ¿O por qué vendría a mí casa?
Hablo devolviendo la sonrisa.
-Tiene un punto... Celia, pero me gustaría que fueras sincera conmigo... No quiero trampas ni nada oculto entre nosotros, si vamos a ser socios para destruir a Cortes tenemos que trabajar unidos.
Cruzo las piernas y me centro en lo que de verdad quiero, desde el maldito de cortes nunca he estado con un hombre no sé por qué me siento de esa manera con Máximo ¿Será la abstinencia?
-Bién Máximo, estoy de acuerdo contigo ¿Que es lo que quieres saber?
Pregunto sin despegar la mirada de él, es un abito que tengo para intimidar a las personas, pero eso no funciona con Máximo.
¿-Quién es el padre de Angel? Y no me vengas que es algo personal. Dice Máximo tomándo uno de los bocadillos que habían.
Esa pregunta me la esperaba.
Mi ceño se frunce automaticamente y mi mirada se vuelve mas fría.
-Bién, es Victor Cortés.
Digo seria sin expresión alguna.
Puedo ver como su mirada se llena de odio.
- Lo sabía ¿Por que quieres vengarte del padre de tu hijo?
Dice frunciendo el ceño.
Me coloco de pies, estar sentada hablando de este tema me enferma.
¿-Recuerdas a Cecilia Williams? Pregunto mientras abro la cortina para mirar por el ventanal.
¿-La pobre chica que murió en un accidente? ¿Que tiene élla que ver con lo que estamos hablando? Pregunta confundido.
Alzo las cejas.
-Te creí mas inteligente Máximo... Pero veo que no.
Digo expresando falsa tristeza.
Observo claramente como su ceño se frunce... Claro pues le dije bruto.
-Celia no soy un adivi...
Se queda a mitad de frase y abre grandemente esos hermosos ojos grises.
-No puedo creerlo... ¿Acaso eres... Cecilia Williams?
-Cecilia Williams murió... Ahora soy Celia Álvares.
El solo asiente sin dejar de observarme fijamente.
-Ahora todo tiene sentido... Celia Álvares acepto su trato de ser su socio y prometido.
Sonrío pero luego quedo desconcertada ¿Prometido?
-Nunca hablé de ser su prometida, Máximo Cooper.
Digo tomándo asiento.
-Lo sé, pero sea un poco mas inteligente Celia... Su ex prometido hará una enorme fiesta de compromiso con su hermana ¿No sería el mejor momento para dar la cara en brazo de su mayor enemigo?
¿Acaso me dijo bruta?
-Tiene un buen punto, pero ¿Que dirá su familia de tener una prometida que nunca has presentado? Será un gran escándalo. Digo buscando excusa.
-Mi familia estará encantada, pero sí eso le preocupa hay bastante tiempo para presentarla formarmente... Y sobre el escandalo... Ese será el menor de mis problemas. Me sonríe con altanería.
Ruedo los ojos.
-Primero tengo que hablar con Ángel, nunca me ha visto con un hombre, es muy celoso.
Sonrío creyendo haberle ganado.
-No te preocupes, yo hablaré con él, es un niño muy inteligente estoy seguro de que entenderá.
Habla sonriendome y mirándome con burla.
Hago un puchero.
-Esta bién, haré lo que tú digas. Hablo dándome por vencida, por una batalla que gane no es nada.
-Perfecto, mañana pasa por mi empresa para firmar el contrato, tenemos que empezar pronto con nuestras citas románticas... Todo tiene que ser perfectamente planificado.
Dice sonriendo de manera siniestra.
-Si lo que digas... Sólo habla con Angel antes de irte.
El asiente y me observa mientras entrecierra los ojos.
¿-Que?
Pregunto.
¿-De verdad no te da asco ver mi horrible rostro? Se sincera Celia. Dice sin despegar esa intensa mirada gris de mí.
¿Asco? Si tan solo se imaginara...
Sueno mi garganta para que mi voz no se escuche rara.
-Tu rostro no es horrible, sólo tienes una cicatriz que le podría pasar a cualquiera y sobre sentir ¿Asco? No sé por que sentiría eso si eres muy guapo.
Todo lo digo mirándolo a los ojos para que vea que no miento.
¿-De verdad crees que soy guapo? Me pregunta inseguro.
Observo sus largas pestañas, sus gruesas cejas, sus carnoso labios rosados... Y por último la horrible cicatriz que adorna un lado de su mejilla completa, pero ésta no hace que pierda el atractivo, si no le da ese aire de hombre dominante y peligroso... Justo como me gustan.
¿-Quieres que sea cinsera contigo? Le pregunto.
-Si.
Me responde con duda.
-Eres el tipo de hombre que me gustaría llevar a la cama.

La venganza de una madre solteraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora