Cap:11

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CELIA:
Despierto al escuchar la voz de Angel llamarme.
-Mami despierta, tienes que ver las noticias.
Escucho su voz en medio del sueño.
-Mmm, Angel déjame dormir.
Hablo para darme la vuelta del otro lado y seguir dormiendo.
-Mami, salieron dándose un beso en la imagen... Pero dijiste que no te gustaba...
Me levanto de inmediato quedando sentada.
- Déjame ver.
Digo con la voz ronca tratando de abrir bién los ojos.
Angel me pasa su tableta.
Abro grande los ojos cuando miro que es el momento cuando hice que tomara la uva de mi boca y se mira una escena muy romántica.
Miro a Angel que me observa con una sonrisa y una cara de lo sabía.
Siento mi cara roja.
-Deja de mirarme así, no es lo que crees solo estabamos fingiendo. Hablo tapando mi rostro.
El alza las cejas.
-No es lo que parecía cuando llegaste en sus brazos bién acurrucada.
Dice para mirarme con burla.
Entonces recuerdo que me quedé dormida en su auto... ¿Él me trajo? Que vergüenza.
Me observo y miro que traigo la misma ropa de anoche.
Suspiro y miro la tableta para ver todos los chismes que han inventado.
AL FIN LA BESTIA TIENE PAREJA ¿QUIÉN SERÁ ESA CHICA?
Observo como mencionan varios nombres, pero uno en especial llama mi atención y es el de Carolina Miller, la ex de Máximo que lo abandonó diciendo que no podía estar con una bestia asi, que le daba asco, no podría estar con un deforme.
Pero lo peor de todo es que lo dijo en una ruenda de prensa haciéndose la víctima, esa mujer es un demonio.
Leo varios comentarios que dicen que soy una caza fortunas, que estoy dispuesta a todo con tal de conseguir dinero, otros decían que Máximo merecía una segunda oportunidad... Bla, bla, bla... Chisme de personas sin oficio.
Miro a Angel que me observa sin decir nada.
¿- Leíste los comentarios?
Pregunto mientras me levanto de la cama.
El asiente y frunce el ceño.
- Solo son comentarios de personas fustradas, no les haga caso mami.
Solo sonrío y asiento, nunca hago caso de lo que las demás personas piensen de mí, vivo para mí no para la gente.
No muy lejos de la cuidad, Máximo recibe una llamada.
¿ -Si?
Contesta frunciendo el ceño al no tener ese número registrado.
¿- Máximo eres tú cierto?
Aprieta los puños al escuchar su voz y los recuerdos que creyó haber enterrado vuelven a él
¿- Que quieres Carolina?
Habla con la voz dura y sin rastro de emoción.
-Maxi... Yo... A pesar de todo este tiempo... Nunca he dejado de pensar en ti... Te extraño tanto... Maxi...
Empiezo a reírme como loco.
-No me digas Carolina, llamas después de todos estos años y me vienes con esa mierda ¿Es enserio? Digo sintiendo como mi corazón se estruja.
-Maxi yo...
-Soy Máximo o señor Cooper para tí Miller, no somos tan cercanos para que me estés tuteando.
Hablo furioso.
- Sé que estás enojado, estaré allá en una semana, espero podamos hablar como en los viejos tiempos...
No la dejo terminar y cuelgo, esto es el colmo ¿Cómo se atreve a llámarme después de todo lo que hizo y dijo de mí? ¿Me cree estúpido?
Mientras Máximo está que hecha fuego en otro país Carolina recibe una bofetada de su padre.
-Por tu culpa ese estúpido de Máximo tiene a otra mujer ¿Que te costaba permanecer a su lado y ser su esposa?
-Pero padre, su rostro estaba horrendo parecía un monstruo de esas películas de terror.
Se queja con una de sus manos en la mejilla.
¿- Acaso eso importa?
Luego de obtener su fortuna podías matarlo, pero no, te fuiste como la inútil que eres, nuestra empresa esta en quiebra ¿Que harás ahora? Pregunta el hombre furioso.
-Ya hablé con él, volveré en una semana y haré que me perdone. Dice Carolina con una sonrisa malvada.
-Espero que sepas arreglar la cosa y no quiero nada de comunicación con ese estúpido de Victor, por su culpa casi nos descubren.
-Descuida padre, ya corté toda comunicación con él.
Habla Coralina dando la vuelta para marcharse a su habitación, si su padre piensa que dejará de hablar con Victor está loco.

(...)

Los días pasarón y Celia estaba alistandose para reunirse con Victor Cortés.
-Ma ¿Seguro que está bien que vayas sola?
Me pregunta Angel preocupado.
Lo miro con una sonrisa
-Por supuesto que sí, tu mamí es una mujer muy fuerte.
Digo con seguridad mirándome por última vez al espejo.
Esta vez llevo un pantalón fino de vestir junto a una hermosa blusa de color rojo vino, unos tacones aguja rojo, un bolso negro, mi hermosa cabellera suelta y un ligero maquillaje con mi pinta labios favorito rojo carmín, me miraba inponente y eso me gustaba.
Salgo junto a Angel que me mira con preocupación, él ya sabe quién es su padre y no es que yo le he metido a la cabeza que su padre es mala persona, eso no... Angel desde pequeño ha sido inteligente y ha investigado por su propia cuenta todas las fachorias que Víctor ha hecho, por eso es su preocupación que él me haga algo.
Al salir fuera de mi mansión Máximo se encuentra recargado en su auto con su perfecto traje hecho a la medida mirándo su teléfono.
Sonrío de manera automatica y me acerco a él.
¿-Que haces aquí? No me avisaste que vendrías.
Hablo de manera coqueta con una sonrisa de oreja a oreja.
Levanta su mirada y me mira de arriba abajo.
- Estaba muy ocupado, perdón por no avisar ¿Cómo has estado todos estos días?
Hago un puchero.
-Estoy molesta, pues tengo un prometido que ni me escribe para saber como estoy.
Finjo estar molesta.
Puedo ver que sonríe a través del cubre bocas.
-Lo siento, eso no volvera a pasar ¿Nos vamos?
Dice sin dejar de mirarme.
Lo miro confundida.
¿- A dónde?.
-Te llevaré a la empresa de Cortés, Angel me pidió que cuidara muy bién de tí.
Miro a Angel y este finge no haber escuchado.
- Bién, pero no entrarás conmigo... Debo de hacer esto sola por ahora.
Máximo asiente.
Miro a Angel y me despido de él con un beso en la frente y este me pide que me cuide.
Minutos después estoy frente a la empresa de Victor Cortes... ¿Para que mentir? Es grande y lujosa.
¿- Segura que estarás bién? Pregunta Máximo preocupado.
Me acerco a él y quito su cobre bocas.
-No lo uses cuándo estés conmigo... Y sí estaré bién, no te preocupes.
El asiente
- pero si algo va mal me avisas y yo iré inmediatamente por ti.
- Está bién, lo tomaré en cuenta. Hablo con una sonrisa y salgo del auto.
Me coloco mis gafas oscuras, arreglo mi cabello hacía atrás y camino con seguridad.
Al llegar a la recepción la chica me mira de arriba abajo alzando las cejas.
¿- Quién eres?
Me pregunta sin nada de educación.
Quito mis lentos y arreglo algunos flecos rebelde de mi cabello.
- Mucho gusto, soy celia Álvares tengo una reunión con él señor Cortes.
Hablo con superioridad mirándola como cucaracha.
Ella me mira sorprendida y la entiendo... Los rumores es que la CEO de mi empresa es una señora mayor muy vieja, ya que no muestro mi rostro en público, eso lo hace mi vice-Presidente... Tengo que guardar las apariencias.
-Lo siento señora Álvares, el señor Cortes la espera en su despacho.
Élla me indica por dónde y me dirijo al despacho de Victor caminando como la reina del mundo, sonando mis tacones por el lujoso pasillo.
Tomo el ascensor y llego al último piso... Una chica que viste como prosti, me mira con cara de culo mascando un chicle.
¿- Tienes una cita con Victor?
Dice con mala educación ¿Acaso no le enseñarón modales a estas chicas?
-Asi es.
Digo con poco tacto.
Ella me mira mal
¿- Cuál es su nombre?
-Celia Álvares.
Digo alzando las cejas.
Ella me mira sorprendida.
-El señor Cortés la espera, puede pasar.
Dice algo nerviosa... Asi es, tiembla mocosa mal educada.
Me dirijo a la puerta que dice su nombre y toco.
-Pase.
Escucho la voz de Victor... ¿Si estoy nerviosa? Para que negarlo, volveré a ver la cara del hombre que me hizo vivir un infierno.
Entro con seguridad sin mostrar emoción alguna en mí rostro.
-Buenos días señor Cortés, creo que debería de educar a sus empleadas. Digo con la voz neutra observandolo con mis ojos negros como la noche.
El levanta la mirada y es como si viera un fantasma.
¿ - Cecilia?

La venganza de una madre solteraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora