Cap:10

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CELIA:
La noche llegó y aquí estoy mirándome al espejo para ver que todo está acomodado.
Llevo un elegante vestido azul marino corto, pero no deja mucho a la imaginación, mi cabello está suelto y llevo un ligero maquillaje para que mi piel se mire natural.
uso unas zapatillas no muy altas, esta vez quiero estar algo cómoda.
La puerta de mi habitación es tocada.
¿-Si?
-El señor Cooper la espera abajo.
Me habla la ama de llaves.
-De acuerdo ya bajo.
Digo tomando mi bolso y echándome una última mirada para salir.
La bajar la escalera escucho a Angel hablando con Máximo.
-Así es, mami me ha castigado... Una semana sin jugar PlayStation. Habla quejándose
<<¿ Puedes creerlo?
No le dije nada malo.
-De seguro le dijiste algo para molestarla ¿Ya te disculpaste? Escucho a Máximo.
-Claro que sí, pero de todas maneras estoy castigado.
Dice haciéndo un puchero.
Máximo iba a hablar pero interrumpo.
-Buenas noches.
Digo acercándome.
Los dos voltean a mirarme.
-Mami está muy hermosa ¿No lo crees Máximo?
Habla Angel mirándolo.
-Sin duda tu madre es una mujer muy bella.
Habla observandome con una sonrisa.
-Asi es, por eso debes de cuidarla con tu vida y no la traigas muy tarde, ella se acuesta temprano.
-Angel...
Digo observandolo para que haga silencio.
El suspira y se acerca a mí.
-Cuidate mucho ma y diviertete. Dice dejando un dulce beso en mi mejilla para retirarse.
-Lo siento, aveces se vuelve muy intenso.
Digo acercándome a Máximo.
El me brinda una hermosa sonrisa.
-No te preocupes, es un hijo preocupado por su madre ¿Nos vamos?
Habla ofreciendome su brazo.
Lo tomo y salimos para encontrarme con un hermoso deportivo negro.
Máximo abre mi puerta como todo un cabellero y yo gustosa subo a su lujoso auto.
Mientras vamos de camino.
¿-A dónde iremos?
Pregunto impaciente.
-Primero cenaremos y luego haremos lo que tú quieras.
Dice mientras conduce.
ooww, que lindo.
- Está bién.
Hablo mirándo la hermosa la cuidad a través del cristal.
Máximo se detiene frente a un lujoso restaurante, se coloca el cubre bocas, abre mi puerta y toma mi mano de forma delicada.
Al entrar una hermosa chica muy coqueta nos recibe.
¿-Nombre de la reservación? Pregunta mirándo a Máximo con curiosidad.
- Máximo Cooper.
Ella sólo asiente y nos guía a una hermosa mesa que se encuentra en la azotea del hotel que supongo es un lugar muy exclusivo.
Cuándo estamos solos.
¿-Te gusta este lugar?
Pregunta sin dejar de mirarme.
-Si gracias, es muy hermoso.
Digo con la voz mas suave de lo normal.
Tomamos asiento y Máximo toma mi mano para entrelazar nuestros dedos.
-Hay cámaras a nuestra izquierda, mírame como si fuera el único hombre para tí en este mundo.
Dice acariciando mi rostro con sus grandes manos.
Alzo las cejas y luego sonrio divertida.
-De acuerdo.
Digo para colocarme de pies y acercar mi silla a la suya.
El frunce el ceño.
¿- Que haces?
Dice mirándome algo confundido.
-Quiero ser una prometida amorosa, esto tiene que quedar perfecto. Hablo quitando un poco su cubre bocas y besando su mejilla de forma delicada.
Aparte de que estoy fingiendo... Tengo que aprovechar este guapo hombre, no todos los días encuentro uno así.
Pienso por dentro de mí.
Traen nuestros pedidos y empiezo a darle de mi camida en la boca a Máximo.
Puedo observar que se muere de la vergüenza, pero eso me divierte más.
Se preguntarán como está comiendo con un cubre bocas puesto, pues el cubre bocas de Máximo tiene una pequeña abertura para que pueda comer o beber lo que desee.
Cuando término la rica cena empiezo a comer las frutas que están perfectamente cortadas.
Así que tomo una uva y la muerdo con los dientes sosteniendo la otra mitad afuera.
He visto esto en muchas pelis romántica ¿Por que no aprovechar?
Muevo a Máximo haciendo que me mire.
El me mira frunciendo el ceño.
-Mmm.
Le hago ceña para que tome la uva de mis labios.
¿- Quieres que tome la uva? Asiento, pero niego varias veces cuando observo que lo va a quitar con su mano.
Le hago ceñas y apunto su boca.
¿-Quieres... Que... Lo haga... Con la boca?
Asiento levantando el pulgar.
Miro como suspira.
¿-Segura?
Ruedo los ojos y vuelvo a asentir.
Miro como se acerca lentamente a mí y siento el momento exacto cuando nuestros labios se rosan... Como quisiera besarlo.
Se aleja de mí y me mira con intensidad.
¿- Te estás aprovechando de mí? Dice mientras no deja de observarme.
Hago un puchero
¿-Por quién me tomas? Solo quiero que todo quede perfecto.
Hablo mirándolo de forma inocente y batiendo mis pestañas.
-De acuerdo Celia, voy a creerte. Dice suspirando.
Sonrío de forma inocente y terminamos nuestra rica cena sin inconvenientes.
Nos retiramos del lujoso lugar como una pareja normal tomados de las manos.
Le dije a Máximo que me llevara a un lugar tranquilo y me trajo a un viejo puente donde podía observar la cuidad con tranquilidad.
-Hay noches que necesito despejar mi mente y vengo a aquí para pensar con claridad.
Dice colocandose cerca de mi para mirar las luces de la cuidad.
El aire fresco golpea mi rostro y cierro los ojos.
-Es un lugar muy tranquilo, gracias por traerme aquí, lo necesitaba.
Digo recargando mi cabeza en su brazo y suspiro.
-Celia... Quiero preguntarte algo. Dice casi en un susurro.
¿- Si?
Pregunto con la voz suave, cerrando los ojos.
¿ -Llegaste a amar a Victor? Pregunta.
Abro los ojos y lo miro, para ver que tiene sus hermosos ojos cerrados, él lo abre al darse cuenta que lo miro.
- Cuándo me obligarón a vivir con ese mal nacido apenas era una niña que acababa de cumplir los dieciocho años, que soñaba con un príncipe azul, que se enamoraría y se casarían por amor, pero esos malditos destruyeron ese sueño ¿Si llegué a amar a Victor? Lo odié desde la primera noche que me obligó a estar con él por la fuerza. Hablo con resentimiento recordando aquellos días que sufrí tanto.
Siento los brazos de Máximo rodearme.
-Prometo que pagarán por todo lo que te hicieron, cuentas con mi ayuda para todo los que necesites ¿De acuerdo?
Susurra y me acurruco más a él, es reconfortante tener este hombre, no entiendo como su ex lo abandonó solo por tener cicatrices en el rostro.
Luego de charlar de cosas sin importancias decidimos que era muy tarde y debíamos de regresar.

Máximo:

Mientras conduzco por las tranquilas calles, Celia va dormida profundamente, sonrío mientras la observo.
Para mi Celia es alguién muy especial me vuelvo un completo tonto cuando estoy junto a élla mi actitud cambia por completo.
Intento despertarla cuando llegamos a su mansión, pero me lanza un manotazo que sí no me aparto rápido me revienta la cara.
Así que la tomo en mis brazos de forma delicada, la muy aprovechada se acorruca en mí pecho y entra una de sus manos debajo de mi camisa haciendo un suspiro de satisfacción.
Sonrío un poco y los guardias que ella puso en la mansión me dejan pasar sin inconvenientes.
Me doy un susto de muerte al entrar a la sala y ver a Angel de brazos cruzados.
-Son las once y cuarenticinco...
-Sshhh.
Le hago ceñas para que haga silencio y no despierte a su madre.
El entiende y me dice donde está la habitación de Celia.
Después de subir las escaleras, entro a su enorme habitación y la acuesto en su gran cama.
-Mmm.
Se queja cuando me separo de ella, pero la cubro no sin antes quitar sus zapatos.
Dejo un dulce beso en su frente y salgo.
Al bajar las escaleras Angel aún está ahí.
-Si celia sabe que no has dormido a esta hora se enojará contigo.
Digo deteniendome a su lado.
-Lo sé, pero no podía dormir.
Dice él pequeño suspirando.
-Nunca le haría daño Angel, ella es muy especial para mí.
El niño suspira.
-Lo sé, pero... No puedo evitarlo, siempre hemos sido mi madre y yo... ¿Al menos se divertio?
Pregunta bostezando
Asiento y el sonríe.
-Entonces eso es bueno, buenas noches Máximo si deseas dormir aquí, hay una habitación...
-No gracias ya debo irme, que tengas buenas noches Angel, ya es tarde debes de ir a dormir.
Angel asiente y cada quién nos marchamos a nuestros respectivos lugares, mañana será un día largo tengo muchas cosas que hacer.

La venganza de una madre solteraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora