Cap:40

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CELIA:
En medio de todo el alboroto la madre de Víctor hace acto de presencia.
Oh, justo a tiempo bruja.
– Pero ¿Que está pasando?
Dice confundida completamente.
– Señora Cortés, le sugiero que se mantenga alejada de esto.
Dice el jefe de los policías tratando de sacarla afuera.
– No, no me iré hasta que me digan lo que está pasando ¿Por qué tienen a mi hijo esposado?
Dice algo alterada.
– Mire usted misma.
Dice uno de los socios levantándose de su asiento y entregándole los papeles con las pruebas.
La bruja de la madre de Víctor mira los papeles y niega varias veces.
– No, esto es falso, mi hijo jamás haría algo así, esto es falso...
– Las dos sabemos que su hijo no es una santa paloma y da para eso y más señora.
Digo rodando los ojos, ya harta de su presencia.
– Comando ya se lo puede llevar... Y me haces el favor de sacar a la doña también, siento que le va a dar algo.
Hablo cruzando mis piernas.
– Ahora mismo señora Cooper.
Dice haciéndole señas a sus hombres para que procedan.
Víctor se mantiene en silencio y me mira con odio.
– Esta me la pagarás maldita desgraciada.
– Estaré esperando pacientemente.
Le sonrío y le guiño un ojo.
La poli se lo lleva junto a su madre que estaba gritando histérica.
Me coloco de pies y obervo por el gran ventanal como el frente de la empresa está lleno de reporteros... Si, me tomé la molestia de llamar algunos para que firmen el espectáculo.
Los periodistas y reporteros ambrientos de información rodearon a Víctor junto a la policía.
Cómo pudieron lograron deshacerse de ellos, pero la madre de Víctor no corrió con la misma suerte, pues fue rodeada de ellos mientras le hacían miles de preguntas...
Bueno lo siento por tí bruja, pero esas personas no perdonan.
Me giro para dirigirme a mis nuevos socios e inversionistas.
– Bueno señores, nos vemos en dos días a primera hora para hacer el traspaso de la empresa, gracias por todo... Y que tengan buen día.
Hablo con una sonrisa.
– De acuerdo señora Cooper, y gracias a usted por descubrir lo que estaba haciéndo Víctor con nuestro dinero, la verdad no hicimos nada.
Dice uno de los socios y todos asienten de acuerdo.
Todos salen y me quedo sola en la sala de reunión.
– Disculpe que la interrumpa señora Cooper.
Habla el jefe de la policía entrando.
¿– En que puedo ayudarle señor white?
– Le quiero dar las gracias personalmente, por brindarnos la información requerida, pero como usted sabe necesitamos hacer una investigación profunda para conseguir las pruebas necesarias y encerrar al señor Cortés junto a los involucrados.
– Gracias a ustedes por ayudar y claro que sí pueden investigar cuándo gusten, todo estará a su disposición.
Le sonrío con amabilidad.
– Bién, si es así empezaremos de inmediato, mientras más rápido mejor.
Dice con amabilidad el señor.

...

Minutos después reuno a todos los trabajadores de la empresa.
– Buenos días, como pueden ver esta empresa está bajo investigación, así que les pido de la manera más amble qué cooperen con todo lo que necesiten y si hay algún involucrado más asumirán las consecuencias, no aceptaré malas influencias en esta empresa.
– Sólo eres la vive-presidente, no te creas tanto.
Dice la secretaria de Víctor junto a mi hermana que me mira con odio.
Alzo las cejas.
– Y tu no eres más que una simple secretaria, por lo tanto no necesitaré más de tus servicios... Cuándo acabe la investigación puedes pasar por recursos humanos.
– No puedes hacer esto Celia, no tienes derecho, cuándo Mi Víctor salga haré que te despida.
Dice mi querida hermanita.
Empiezo a reírme.
– Pensé que eras más inteligente hermana... Víctor jamás saldrá y desde ahora soy la nueva dueña de esta empresa... Por lo tanto tu también quedas despedida... Pasa por recursos humanos en dos días.
Digo lo último con burla para irme.
– Oh si, otra cosa más, quién no esté de acuerdo con lo que yo diga, será despedido... Así que elijan.
Todo lo digo con una sonrisa y luego me marcho... Necesito desestresarme un poco.
Pienso mientras muerdo mis labios.
– Verónica necesito que te ocupes de todo hoy, tengo que salir para hacer algo urgente.
– Por supuesto señora no se preocupe.
Dice Verónica con la sonrisa de siempre.
– Aumentaré tu sueldo y te daré unas largas vacaciones cuándo todo acabe.
Hablo suspirando y luego salgo para subir a mi auto e ir a la empresa de mi esposo.
Cuándo entro todos me miran con respeto y amabilidad.
¿– Mi esposo está en el despacho?
Le pregunto a la secretaria.
– Por supuesto señora Cooper, puede pasar.
Me sonríe y asiento devolviéndole la sonrisa.
Entro sin tocar y observo como levanta la cara enojado, pero al verme me brinda una hermosa sonrisa.
– No me avisaste que venías.
Dice sin dejar de mirarme.
– No.
Hablo caminando hacía él y me siento en sus piernas.
¿– Cómo salió todo?
Me pregunta besando mis manos.
– Mejor de lo esperado.
Digo de forma coqueta y moviendo mi cintura encima de su entrepierna.
– Mmm, sabes que no puedes hacer esas clases movimientos ¿Cierto?
Dice con la voz ronca.
– Lo sé, pero tengo muchas ganas y ya estoy sanando.
Hablo para besarlo y que deje de hablar sólo lo quiero dentro.
La oficina se llenó de nuestros gemidos.
– Más, más rápido... Casi llego... Aaahh.
Sus embestidas son salvaje y eso me vuelve loca.
Cuándo acabamos respiro agitada en el pecho de Máximo.
– Quiero repetir Maxi.
Digo haciéndo un dulce puchero.
– Ya lo hemos hecho cuatro veces cariño, déjame descansar.
Dice muy sudado y respirando agitado.
– Eres un flojo.
Digo para quitarme de su escritorio y colocarme de pies.
– No es que yo sea flojo es que te has vuelto Insaciable.
Dice sentadandose en su silla.
– Creo que tienes razón... Pero vamos... Solo una sola vez más ¿Sí?
Hablo juntando mis manos y poniendo los ojos como el gato con botas.
Máximo iba a hablar, pero la puerta es tocada.
¿– Quién es?
Pregunto, odio que interrumpan algo tan importante.
– Amm, soy yo Jeremi, Máximo tiene una reunión en diez minutos.
Escucho su molesta voz y ruedo los ojos.
– Esta bién, gracias por acordarme Jeremi.
Dice Máximo empezando a arreglarse.
¿– Te vas a ir y vas a dejarme aquí?
Le pregunto sintiendo unas inmensas ganas de llorar.
– Amor, tengo que asistir a esa reunión es muy importante.
¿– Más importante que yo?
Hablo sintiendo como mis ojos se cristalizan, no se que me pasa, pero quiero llorar.
Máximo me mira extrañado.
– Amor, nada es más importante que tú ¿De acuerdo?
Dice acariciando mis mejillas con cariño.
– Está bien, perdón por ser tan intensa, no sé que me pasa.
Le sonrío como si nada pasara.
Máximo suspira y luego me abraza.
– Esperame aquí no tardaré.
Dice para separarse de mí e irse.
Suspiro al quedar sola y solo hago rescostarme en el sofá para quedar dormida... Me siento muy cansada.

MANSIÓN DE LOS CORTÉS :
– Cariño debes de ayudar a nuestro hijo, no puede estar en la cárcel... No mi Víctor.
Dice la madre de Víctor muy alterada.
– Ya cállate mujer, no me dejas pensar con claridad... Le dije a ese inútil qué fuera cuidadoso en sus pasos, ahora mira en que lío nos ha metido.
¿– De que hablas? ¿Me estás diciendo que es cierto todo lo que dicen esos policías?
Pregunta confundida.
– No seas estúpida, si la CIA está investigando el caso ¿Por qué crees? Ahora estamos todos jodidos, si se llegan a enterar quedaremos hecho mierda.
Habla preocupado mientras frunce el ceño.


La venganza de una madre solteraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora