Historia de Amor/Cesar Parra♥️🎸✨️

CAPÍTULO 18

MARATÓN 3/4.

Me guardo de nuevo el móvil en el bolsillo, estiro mis brazos para acercarla y besarla, pero se aleja más hacia la camioneta.

- Vamos, deberías dormir un poco.

- Lo dije enserio, T/n. Sobre casarnos. ¿Vas a casarte conmigo?

- No - ¡Necia!

- ¿Por qué no?

- Necesitamos trabajar aún en nuestra relación, personas como Eliana no pueden interponerse entre nosotros y siento que aún hay muchas cosas antes de que estemos listos para ese paso.

- Promételo - aprovecho la oportunidad para aclararlo - Que sea lo que sea siempre vendrás a mi primero para resolverlo, siempre.

- Bien, reconozco mi error y lo prometo, pero no entiendo tu prisa por casarnos.

- Estaremos juntos - digo como si fuera obvio.

- Ya estamos juntos, Cesar. Vivimos juntos, hacemos todo lo que una pareja casada hace, ¿Cuál es la diferencia?

- Legalmente, serás la señora Parra - sonrío con orgullo.

- ¿Eso es todo? ¿Que cambie mi apellido por el tuyo? Créeme, firmar un papel no es garantía de amor eterno.

- ¿Qué es lo que de verdad te preocupa, T/n? - necesito saber cuál es el problema para arreglarlo.

- El papel no sirve de nada sin el compromiso, créeme, mi mamá lo ha firmado 4 veces y me sorprendería que no esté buscando al número 5 ahora mismo.

- ¿Entonces esto es sobre tu madre? ¿Piensas que te pasará lo mismo que a ella?

- ¡No! Esto es sobre mí no queriendo repetir los mismos errores que ella. ¿Has visto a Fernando? Después de mi mamá, él siguió solo, no rehízo su vida por mí, por cuidarme. Lo mínimo que puedo hacer por él es ser mejor que ella.

- Vámonos, quiero descansar - le digo para terminar el tema.

No voy a obtener nada si sigo discutiendo. Aprovecharé el viaje para ir directo a la fuente, hablaré directo con Fernando Montemayor.

T/n conduce de vuelta a la casa de su padre, recorrido que hacemos en absoluto silencio. Cuando por fin nos detenemos, ella es la primera que habla.

- Me alegra que vinieras, te extrañé.

- Yo también te extrañé - digo sincero.

La acerco para besarla, pero la ansiedad de los días pasados me impulsa a ir más allá de simples caricias. Y sé que ella también lo quiere porque mueve la cabeza para darme acceso a su cuello.

Antes de que mi mano se meta por debajo de su camiseta, un golpe en el vidrio me hace girar. Por favor que no sea Fernando Montemayor...

- Señor Parra, señorita Montemayor - sonríe divertido el idiota - Traigo las medicinas.

- Agh, qué inoportuno Torres - gruñe T/n.

- Sigo sus órdenes, señorita Montemayor - dice Jason con burla.

Ella sale de la camioneta con un brinco, mientras yo me tomo unos segundos para calmarme.

- Llegaste rápido - arqueo la ceja - ¿Le tienes miedo a T/n?

- Claro que no, señor - Torres intenta no reír - Pero prefiero llevar las cosas en paz.

Me rio, mientras caminamos hacia la casa, apenas entramos, Fernando nos observa con atención.

- Papá, él es Jason Torres, el jefe de seguridad de Cesar. Torres ven a saludar a mi papá Fernando - ordena T/n y él obedece.

- Señor Montemayor.

- Dime, Fernando. Por favor, pasen, siéntense - T/n me entrega un vaso de agua y dos analgésicos.

Antes de que pueda protestar, me manda a dormir a su habitación.

- Duerme conmigo - le digo.

- No creo que a Fernando le parezca - dice con duda.

- No hagas ruido, deja que Torres lo distraiga - la hago acomodarse a mi lado.

Echo la cobija sobre nosotros, pero no quiero dormir. Demasiados días sin sexo empiezan a afectarme tanto que estoy considerando hacerlo aquí con su padre a una puerta de distancia.

- ¡Monse! - grita Fernando. ¿Acaso lo dije en voz alta?

- ¿Qué tan rápido puedes correr con las costillas rotas? - ella se apoya en los codos para levantarse - Le voy a decir a Fernando que vivo contigo, aunque mejor espero a que estés en el auto.

- Mierda - me va a apuntar con el jodido rifle de nuevo - Yo se lo diré...

- No, lo haré yo. Tuviste un accidente y te apuntó con su rifle...no hay que tentar más a la suerte - se burla.

Cuando despierto, T/n está junto a mí en la cama. Ahora no son las costillas, sino la espalda la que hace que me levante para estirarme un poco.

- ¿Cómo te sientes? - dice adormilada.

- El analgésico me desorienta, prefiero dejar de tomarlo.

- Hablaremos con el doctor, cuando regresemos a Phoenix - planeamos quedarnos el resto del día, pero recuerdo lo incómodo que fue dormir en el sofá.

Y dudo mucho que Torres pueda dormir algo si se queda en la camioneta. T/n me asegura que podemos quedarnos a dormir en la casa de su papá, yo con ella.

- ¿Quieres que entre a escondidas de tu papá? ¿Para que pueda sorprenderme y volver a apuntarme con su rifle?

- Ya le dije que vivimos juntos, pero aún no puedo asegurar que no te apunte con el rifle. Ahora ven aquí, tenemos tiempo para tontear hasta que acabe el juego - parece que la pequeña señorita Montemayor tiene todo planeado, y al parecer eso incluye arriesgarme a ser descubierto en una situación comprometedora por su padre.

¡Mierda! Si me descubre voy a comprarle un auto o un bote para que no me mate.

Yo no quiero tontear, quiero más, así que la provoco y la muerdo hasta que suelta un gemido involuntario. Ella se sonroja y me observa aún con la respiración agitada.

- No puedo faltar a mi promesa - balbucea.

- Yo no prometí nada - le sonrío.

Unos minutos después, como si me lanzara una cubeta de agua fría, se levanta decidida para preparar la cena. Me ofrezco a ayudarla hasta que pueda tantear las reacciones de su padre sobre el asunto de vivir juntos.

- Qué valiente, señor Parra - se burla.

Pero mis planes no se llevan a cabo porque Fernando me pide que me siente con ellos en la sala a ver el juego. T/n ríe divertida después de llamarme miedoso.

- Bien, pero si me muero que se sepa que fue porque confíe en ti - me quejo.

- Has confiado en personas peores, créeme - su expresión cambia de pronto.

¿Cómo jodidos se volvió un tema de Eliana? ¿Es que nunca va a olvidarlo? Camino de vuelta a la sala y me siento en el espacio libre, junto a Fernando. Pensé que mencionaría algún tema en espacial, pero se limitó a darme la cerveza y ver el juego.