ESPECIAL DE SAWYER

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¡¿Es una broma?!

¡Una jodida broma!

¿Por qué mejor no se pone un blanco en el pecho?

Mierda, debería renunciar ahora antes de que maten al bastardo y me quede sin empleo. Aunque hacer de niñero de los hijos de los políticos no deja tanto dinero como ser la seguridad de Parra.

¿El problema? Que maten al hombre que se supone debo proteger no queda bien en mi currículo. Tallo mis ojos con frustración, mientras espero afuera de la casa a verlo salir.

Por cuarta vez en la semana, cerca de las 6:45 de la mañana, sale del fraccionamiento hacia su derecha para comenzar a trotar hacia la ciudad. Pasos lentos que incluso el viejo Torres puede seguir a unos metros de distancia.

- ¿Ya abandonaste el nido? - me dice Dixon por el radio.

- Ya pichoncito - me río - Sigo detrás de ellos por la ruta establecida.

- Bien, mientras voy por un café.

- ¡Quieren cerrar la jodida boca! - dice Torres agitado - Concéntrense en la misión.

- ¡Señor! ¡Sí, señor! - se burla Dixon.

- Bastardo - me río mientras conduzco a distancia - ¿Estás bien viejo? ¿Necesitas una botella de agua? ¿Tanque de oxígeno? ¿Ambulancia?

- Jodido, Sawyer. Espera a que te patee el culo de nuevo - gruñe - Mañana, saldrás tú a correr y yo conduzco la camioneta.

El trote de Parra nos lleva por entre las calles hasta la bahía. La misma ruta de hace días, Torres detrás de él a unos metros de distancia, Dixon y Welch en la misma frecuencia de los radios en espera.

¿Patearme el culo? Bueno, no fue precisamente lo que hizo ese primer día que me despidió a los 20 minutos de haber llegado a la casa de Parra.

- ¡Mantén los jodidos ojos lejos de la chica del jefe! - repito imitando su ronca voz.

- Aún no lo superas, ¿Eh? - se burla Wayne.

Mierda, estaba tan distraído que hablé directamente al micrófono.

- Disfrútalo, idiota. Tienes mi puesto porque soy demasiado guapo - me río - El jefe no quiere competencia.

- Yo que tú no diría eso - dice en tono de burla - No cuando Torres te está escuchando grandísimo idiota.

- Vas a desaparecer de la faz de la tierra antes de que incluso le pongas una mano encima, imbécil - gruñe Jason - Y será mejor que Parra no te escuche hablar de T/n.

Conduzco lento entre los vehículos de la bahía y me adelanto un poco a ellos inspeccionando las calles.

- Sí, sí - digo distraído - El jefe está loco por su chica...

Una mujer de lentes oscuros en una Dodge azul estaciona en doble fila a media calle, unos metros delante de mí. Observa con atención hacia la bahía que ni siquiera nota que yo la observo.

- Algo ocurre - balbuceo.

- Todos alerta - ordena Jason.

Busco entre las personas sentadas en las bancas, pero solo distingo parejas, corredores identificados en días pasados y estudiantes. A unos metros más adelante, un hombre con ropa deportiva azul y capucha se remueve nervioso.

- ¡Torres! ¡Torres! - veo a Parra acercándose - ¡Frente a ti!

Bajo de la camioneta de un brinco, pero me detengo a ver la escena a unos ocho metros de distancia, el hombre de azul se gira hacia el jefe y saca el brazo del suéter con un arma.

- ¡Mierda! - susurro.

El hombre dispara una vez hacia Parra y luego veo a Torres empuñar su arma hacia él. Otro disparo resuena en las tranquilas calles de Phoenix.

- ¡Cayó! ¡El jefe cayó! - le grito a Welch - ¡Repito, Parra cayó!

Me giro hacia la mujer sospechosa que se pone nerviosa y pálida. Me acerco rápidamente a ella para apuntarle con mi arma y ordenarle que se baje de la camioneta.

Welch y Dixon gritan algo por la radio, pero lo único que puedo hacer ahora es asegurar a la mujer. La reconozco cuando se quita las gafas y el gorro de lana Elizabeth Ibarra, ex empleada de Phoenix Publishing, relacionada con Coronel.

Una vez que la esposo, camino con ella hacia donde, Torres observa al hombre en el piso.

- ¿La tienes? - dice cuando me acerco.

- La tengo - la mujer se desploma en el piso junto al cuerpo.

- Welch, dime que tienes todo en video - gruñe otra vez.

- Los tengo, Jason - dice con voz rasposa - Tengo todo en vídeo y ya alerté a la policía.

- Necesito una ambulancia para Parra.

- ¿Está muerto? - señalo el cuerpo junto a la mujer.

- Sí - suspira Torres - Un tiro justo al pecho. Ahora podremos volver a nuestras vidas.

Historia de Amor/Cesar Parra♥️🎸✨️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora