Capítulo 14.

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York Sidney.

Miro las personas a mi alrededor, son más de las que imaginaba, el rumor de que el diablo estaba de vuelta para vencer a todos, se corrió muy rápido, de la noche a la mañana. Hay música sonando a todo volumen, adentro y fuera de la cabaña. Las pantallas se instalaron, mesas, bebidas, hay demasiadas bebidas alcohólicas. En la colina hay varios autos de igual manera, y sobre la carretera están los autos de los corredores.

Al parecer, todos quieren desafiar al diablo hoy, y como son demasiadas las personas, se tuvo que hacer un tipo sorteo para ver quienes competirían contra Elijah.

Pero no hay ni un solo rastro de Jorge y sus seguidores.

—¿Crees que vendrán? — Caroline está parada a la par mía, debajo de un árbol.

Sigue vistiéndose como siempre, agradece que su barriga no se note para nada, es que nadie fuera del círculo y sus padres, sabe que está embarazada.

—Lo harán, quieren correr contra Elijah, así que vendrán — aseguro.

Necesito que vengan.

—¿Segura que saldrán bien? — pregunta acerca del tema de ir a sus lugares.

—Sí — trato de sonar convencida.

No miro a Caroline, miro a mi alrededor, las personas se ven normales, Marcus les ha pagado a unas cuantas para acercarse a los de Jorge y tal vez mezclarse con ellos.

—Perra castaña anoréxica a la vista — Caroline me saca de mis pensamientos y miro enfrente de nosotras.

Elena viene hacia nosotras. Lo que significa, que ellos están aquí.

Viste un vestido verde brilloso y oscuro, pegado, sin mangas y que está arriba de sus muslos, su cabello castaño largo y ondulado, con unos tacones más altos que mi vida. Caroline solía traer tacones altos, hasta que aprendió la lección de no usarlos en la terracería de Hold, porque se cayó más de tres veces.

—Bueno, pero si es la novia del diablo — Elena sonríe abiertamente a mi dirección —, oh, ex novia, o espera, nunca fueron nada — burla con una sonrisa.

Me da una mirada de pena y de burla a la vez.

—Mm, todo lo malo que te pasa en la vida, York, te lo mereces — me mira de pies a cabeza hasta terminar en mis ojos y lanzarme una mirada venenosa.

—Tú igual, por eso tu novio está muerto — Caroline se coloca a la defensiva como siempre.

La mandíbula de Elena se aprieta y le da una mirada asesina a mi amiga.

—Y tú amiga pagara por eso — brama.

—Que yo no lo maté — hablo cansada del mismo tema.

—Tú lo metiste allí — da un paso amenazador hacia mi —, así que sí, es tu culpa que esté muerto.

—Le hubieras advertido que no se metiera conmigo — me encojo de hombros—, ¿o qué pasa? ¿no eres lo suficientemente buena para él, como para que te hiciera caso?

—Cuida tu camino York, siempre hay piedras y otras veces agujeros.

Va a dar un paso hacia mi cuando una voz masculina la detiene. Los vellos de mi piel se erizan al escucharla.

—Aún no, Elena.

Jorge, está detrás de ella a una distancia considerable. Está tal y como la última vez, aunque sus ojos están más oscuros y se miran más cansados, su nariz está roja y sus orejas también, ¿consume su propia mercadería?

Skyscraper. [#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora