York Sidney.
He tratado de concentrarme en la competencia de hoy, hay más apuestas y más dinero, el dinero es lo menos que me importa, el dinero se los dejo a los gemelos y a Marcus, pues de ahí también sale para los arreglos del auto y de la carretera, la cabaña y esas cosas.
Brandom nos ha dejado a cargo la cabaña, luego que su "heredero" se fue, él nos contactó.
Hay dos autos en la línea de inicio de la carrera, mi ceño se frunce al ver los dos autos del mismo color, en las carreras solo suele haber un auto negro, pero hoy hay dos.
—¿Quién es el otro competidor? — frunzo el ceño.
—Ni idea, se apuntó de último momento, el otro canceló, así que él lo cubrió — Marcus comenta.
—Bien — suelto un suspiro.
—Ya va a empezar, York — Darwin avisa.
—¿Sabes quién es el otro competidor? — le pregunto.
—No, ni idea — niega.
Asiento con la cabeza y me acerco a mi auto, trato de ver al otro auto, pero los vidrios están arriba y son blindados, es un auto deportivo, pero no es de carreras, la tendrá difícil para ganarme. Cuando él se fue, yo tomé su lugar en las carreras, alguien diferente, y aunque las primeras carreras las perdí, me costó un poco abrirme paso y volverme una de las mejores.
Irónico ¿no? Quien diría que haría carreras ilegales, y no, no lo hago por el dinero, empecé hacerlo por despecho a él. Marcus y los gemelos desistieron ante la idea de que yo lo remplazara y me metiera a este mundo, pero sin prestarles mucha atención lo hice de igual manera, y fue así como ahora es mi nombre el que gritan al finalizar las carreras.
Enfrente de los autos, en medio, llega Dayana con una banderas blanca, sonríe a mi dirección y luego al otro auto.
—¡Alistad motores! — grita y sube las banderas blancas.
Los autos hacen ruido. Acelero aún con el auto parqueado.
—¿¡Listos!?
Ladeo mi mirada a la ventana de piloto del otro auto y una parte de mí siente que él o la tipa está viéndome de igual manera. Presiono las manos sobre el volante y miro hacia delante, inhalo y luego exhalo con un poco de fuerza.
—¡Hold!
Baja las banderas y salgo. El otro auto negro me sigue el paso. Conozco el circuito a la perfección, no sé si esté nuevo tipo lo hace. El auto que Marcus prepara para mí, tiene más nitro que cualquier otro, dos escapes y un buen motor, casi pareciera que el auto es un Skyline. En las curvas suelo no abrir mucho, para así no dejar pasar al otro tipo, aunque ahora eso es un poco difícil porque el otro tipo y yo venimos a la misma distancia.
—¿Quién carajos es este tipo? — murmuro, ladeando a ver el auto.
Acelero más y trato de sobrepasarlo, lo hago por unos centímetros y unos segundos, luego él vuelve a estar al mismo nivel que yo. Tengo una vuelta un poco estrecha a centímetros, está puede darme chance. Acelero más y veo al tipo bajando la velocidad, esbozo una sonrisa y hago un drift, hago el cambio, baja el freno de mano y muevo el timón. Al salir de ahí y lograr mi cometido, vuelvo a subir el freno de mano y acelero más.
—Nunca pierdo.
Sonrío.
Las otras vueltas me las tomo con un poco más de calma. Hay una parte oscura en la carretera, por alguna razón, no hemos arreglado esté foco, enciendo las luces altas y acelero un poco menos sin salirme del rango normal. Al salir de la oscuridad acelero más. Ladeo la mirada a mi lado izquierdo y mi ceño se frunce, el auto negro está de vuelta a la par mía.

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Skyscraper. [#2]
Roman pour AdolescentsOdio la forma en la que te extraño y quisieras que ya no dolieras. Los blues se apagaron, pareciera que hubieran desaparecido, pero no, siguen allí, pero falta una persona para que vuelvan a encenderse. Dos almas que arden en el fuego, que sanaron...