York Sidney.
Pasé toda la noche imaginándome cómo sería que Elijah me acompañara a la universidad por el resto del año... pensé que sería horrible, que estaría intentando de joderme la vida o algo por el estilo — bueno, aun no descifro si lo hará o no, porque apenas vamos llegando al a primer clase —, pero mientras tanto, no pensé que lo único que sentiría fueran celos.
Cada maldito paso que damos, hay ojos y bocas babeando por él, sí, está guapo, lo sé, su cabello negro largo, sus ojos azules profundos como el enemigo, los tatuajes pequeños a los lados de sus ojos, sus aretes, no nos olvidemos de los tatuajes de los brazos y su complexión que es más fuerte, y esa camisa negra que no ayuda en nada, porque le queda bien, un poco apretada y jodidamente bien.
Prefiero que use sudaderas toda la vida. Pero, ¿por qué diablos estoy celosa? Eso no lo he podido descifrar tampoco.
Cada chica que pasamos se le queda viendo, unas les guiñan el ojo, otra se ríen, me limito a apretar la correa de mi mochila levemente e ignorarlas, tal y como Elijah lo hace, no las mira, bueno, no mira a nadie que no sea solo su camino.
Ese porte de chico malo tampoco ayuda a que no lo vean — parece que a todas les gusta el chico malo—.
—El punto es cuidarme, no llamar la atención — gruño en lo bajo.
—Ellas me están mirando y eso que no estoy haciendo nada más que caminar — se encoje de hombros.
Paro en la puerta de mi primera clase y ladeo a verlo, sus ojos ya están fijos sobre mí, sus ojos se notan cansados, puedo ver que no durmió tan bien anoche, yo tampoco lo hice, pero el maquillaje lo disimula.
—No dejan de mirarte.
—No puedo hacer que pare — le resta importancia.
—Es insoportable que nos presten atención — bufo.
—¿Nos? — enarca una ceja — ¿o qué me presente atención a mí?
Su sonrisa se eleva levemente y sus ojos se encienden. Seguro si le sonríe así a cualquiera de las chicas que le guiñó el ojo, se desmayaría.
—¿Qué estás insinuando? — achiquito los ojos a su dirección.
—Vaya, la perfecta está celosa — ríe con un toque de burla.
Me hago la ofendida.
Sí, estoy celosa, ¿por qué? No sé, pero no es para que él se entere.
—Deja de imaginar cosas, Nathan. Nunca he estado celosa de que alguien te mire o se te lance encima — bufo —, pueden hacerlo y me vendría dando igual.
—Solo una vez — susurra y me eso me desconcierta por completo.
—¿Qué?
Nunca he estado celosa ¿o sí? Es decir, nuestra relación nunca se basó en celos o en desconfianza de ese tipo. Sabía que Elijah nunca estaría con nadie, es decir, apenas a mí me daba a veces miradas no de muerte, así que nunca me preocupe por eso. Y Elijah sabía que no había que preocuparse por mí tampoco, me costó lanzarme a él ahora va hacer a otro.
—La segunda noche de carreras que nos hablamos, bueno, tercera para ser exactos — su sonrisa sigue esbozada y eso me irrita —, ¿Te acuerdas? Te acorralé contra mi auto y te dije que me gustaba alguien, y colocaste la misma mirada que ahora.
Esto le parece muy divertido. Y sí, ya me acordé de ese día, pero es mejor sufrir amnesia ¿no?
—No sé de qué hablas — trato de alejarme de él, pero sin tocarme, me acorrala contra la pared.

ESTÁS LEYENDO
Skyscraper. [#2]
Teen FictionOdio la forma en la que te extraño y quisieras que ya no dolieras. Los blues se apagaron, pareciera que hubieran desaparecido, pero no, siguen allí, pero falta una persona para que vuelvan a encenderse. Dos almas que arden en el fuego, que sanaron...