Capítulo 12

202 43 6
                                    

Para alguien que normalmente parpadeaba rápido, Rebecca parpadeaba demasiado lento. Sus ojos estaban fijos en la piel bronceada de Freen, quien vestía un sencillo traje de baño negro.

Por alguna razón desconocida para ella, a sus ojos les gustó lo que vieron.

Los orbes color avellana intentaron escapar, pero no pudieron evitar aterrizar sobre Rebecca. La menor vestía un bañador verde de flores abierto por detrás, que su madre le había comprado especialmente para fisioterapia.

Freen suspiró y negó con la cabeza. Rebecca, era muy atractiva, pero era Rebecca y bueno, era una paciente.

-Ven, te ayudaré -Freen le tendió los brazos a Rebecca tan pronto Saint la colocó en la piscina. La pelinegra usó sus brazos para envolverlos alrededor del cuerpo de Rebecca para que la castaña ahora tuviera todo su cuerpo en el agua.

-¡Está caliente! -exclamó Rebecca sonriendo, rodeando el cuello de Freen con sus brazos-.

-Te lo dije -respondió Freen mientras sostenía a la niña mayor-. Rebecca tenía algunas lesiones en la piel, erupciones que se debían al tiempo que pasaba en la misma posición en la cama. Casi se curaron, porque ahora que se movía dormía en otras posiciones y las enfermeras trataron su caso perfectamente, con la intención de curarla -¿Te duele? -preguntó Freen señalando las heridas en la parte posterior de la espalda de Rebecca-.

-Me molestan -confesó Rebecca-.

-Bueno, si algo te lastima, por favor, necesito que me lo digas de inmediato, así puedo dejar de hacer lo que sea que esté haciendo, ¿de acuerdo? -Rebecca asintió-. ¿Aprendiste a nadar al estilo perrito?

-Papá me enseñó -dijo Rebecca orgullosa de sí misma-.

-¿Puedes intentarlo ahora? Sostendré tu cuerpo para que no se hunda, porque tus brazos aún están débiles.

-¿Por qué tengo que hacer esto? -preguntó Rebecca confundida-.

-Porque los movimientos que hacemos en el agua requieren más fuerza, aunque a veces no parezca -explicó Freen magistralmente, viendo a Rebecca sumergir una mano en el agua distraídamente-. Esto ayudará a que tus piernas se fortalezcan.

-¿Freen? -llamó Rebecca, quitando su mano que se había hundido en el agua y deslizando su dedo mojado por la parte superior de la nariz de Freen, riéndose al momento siguiente-.

-¿Por qué hiciste eso? -preguntó Freen riendo-.

-No sé. Tu nariz es linda.

-Freen, no tenemos tiempo para jugar -La voz áspera de Saint interrumpió el momento-.

Rawe simplemente estaba mirando desde lejos, sentada en una de esas sillas de descanso.

-Perdón... ¿Nadas de perrito para que pueda ver, princesa? -preguntó suavemente, viendo a Rebecca darle a Saint una mirada asesina antes de girar su mirada hacia Freen y comenzar a mover sus piernas-. ¡Eso! Ahora no dejes de hacerlo.

-¿Hasta cuando? Duele un poco. -reveló Rebecca, incapaz de realizar correctamente los movimientos-.

-Tómalo con calma y mantén el ritmo por mí. -le dijo, sosteniendo la cintura de Rebecca-. La menor apoyó sus manos sobre los hombros de Freen e hizo los movimientos durante largos minutos, cambiando un movimiento con otro según las instrucciones de Freen.

-Freen, estoy cansada -se quejó Rebecca al ver a Freen acercar su cuerpo al de ella y sonreír-.

-Es hora de tomar un descanso -dijo Freen sonriendo, viendo a Rebecca sumergir su mano en el agua y deslizar lentamente su dedo por sus labios-. ¿Mis labios también son bonitos? -bromeó-.

En un parpadeo [FreenBecky]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora