Capítulo 14

153 36 0
                                    

-¡Mira quién decidió dormir en casa! -la voz de Babe hizo reír a Freen.

Eran casi las once de la noche cuando finalmente llegó a su casa. La noche era fría, como todas las demás.

-Hola loco -saludó-.

-¿Un trago para calentarnos? -sugirió-.

-Hoy no. Quizás mañana, ¿eh?

-Faye está en la cocina -advirtió suavemente-.

-Gracias. Por eso te amo -dijo dándole al niño un beso en la mejilla antes de subir corriendo las escaleras e ira la habitación de ella y...

-¡Nam!

-¡Mierda, que susto de mierda! -gritó Nam, cubriéndose-.

-¿Realmente tienes sexo todo el tiempo? -preguntó al ver a Film sonrojarse-. ¿O justo cuando estoy llegando?

-Film enseña todo el día y yo trabajo. Cuando tenemos tiempo, queremos aprovecharlo al máximo, ¿okey?

-Cierto, pero podrías haber cerrado la puerta con llave, ¿no crees? Esta es la sexta vez que te veo solo esta semana.

-¿Llevas la cuenta? -preguntó Nam, riendo-. ¿Te gustaría participar?

-¡Estúpida! -exclamó Freen poniendo los ojos en blanco-.

-Sería interesante para nosotras -bromeó al ver a Freen sonrojarse mucho-.

-¡Asco! -dijo haciendo una mueca-. Consideraba a Nam prácticamente de su familia. No la ve con esos ojos y supo que era recíproco.

-Entonces piérdete porque aún no me he corrido -dijo Nam riendo al ver a Freen tirar su bolso en cualquier rincón y dirigirse al baño-.

-Voy a bañarme. Ese es todo el tiempo que tienes -dijo Freen cerrando la Puerta-.

-Me alegro que seas comprensiva. Tenemos un montón de tiempo -gritó Nam, haciendo que Freen rodara los ojos-.

La pelinegra se quitó la ropa y se metió en la ducha. El agua que acariciaba su piel la hacía suspirar de placer, al fin y al cabo, una ducha caliente en un día frío era una de las mejores cosas al estar bajo el agua.

De repente la imagen de Rebecca con las piernas abiertas y sus orbes cafés cruzó por su mente. Rebecca se había excitado con sus toques. Freen resopló y trató de pensar en Anne Hathaway, su eterna fuente de inspiración en sus largos baños.

Maldita sea, Nam tenía toda la razón, pensó Freen.

Mientras se enjabonaba el cuerpo, la imagen de Rebecca cruzó por su mente, frustrando a Freen. No le importaría pensar en Rebecca.

Estaría mal en muchos sentidos.

Al ver que su cuerpo estaba en estado de alerta, tomó una decisión drástica, cambiando el agua a una temperatura fría. Hacía frío y tenía muchas posibilidades de resfriarse, pero en su mente Rebecca no tenía malicia, no sería justo ni correcto que ella se permitiera aliviar sus tensiones pensando en Rebecca. Cuando podía concentrarse en Anne o en cualquier otra persona, hacía ese trabajo.

La fisioterapeuta se agachó en el suelo, temblando al sentir el agua fría castigar su piel.

Se pasó las manos por la cara y suspiró.

Ella no se convertiría en una pervertida en este momento de su vida.

Cuando su cuerpo volvió a la normalidad, volvió a poner la toma caliente y terminó la ducha con buen comportamiento.

[...]

El sonido de un silbato asustó tanto a Freen que casi se cae de la cama. Sus ojos escanearon la habitación, sólo para encontrar a Nam, Babe y Billy saltando a su cama.

-¿Qué demonios es eso? -preguntó irritada-. Odiaba profundamente que me despertaran.

-Hoy es sábado, lo que significa que no tienes universidad, ni Billy y nadie trabaja -dijo Nam emocionada-.

-Ve a darte una ducha y lávate los dientes. Las cervezas están frías y ya compré la carne para la barbacoa -dijo Babe al ver a Billy asentir-.

-En realidad, estaba pensando en pasar por el hospital y visitar a Rebecca.

-¿Qué pasa con la chica? -preguntó Billy mirando sugestivamente a Freen-.

-No viajes, muchacho -dijo Freen sonrojada-.

-Oh, Babe, se puso roja -dijo riendo, haciendo reír a todos, menos a Freen-.

-¡Ay, Rebecca! -intentó imitar la voz de Freen-. ¡Más duro...!

-¡Tonto! -se quejó Freen-.

-Tonta mi polla que no se ha follado a nadie esta semana -dijo haciendo reír a Freen-.

-¿Qué tal intentar con Faye nuevamente? -sugirió-.

-Puedo guardarla para tí, gracias -dijo cruzándose de brazos-. Entonces, ¿Vas a hacer el delicioso hoy?

-Ahí tienes esa mierda -dijo Freen poniendo los ojos en blanco-.

-Estás muy conectada con esta chica, Saro ¿Estás preparada para...? -preguntó Babe, rascándose su zona privada-.

-Ya te dije que no hicieras eso delante de mí. ¡Creo que es asqueroso! -regañó Freen-.

-¿Eh?, me pica.

-¿Hay pulgas en esa maldita bolsa? Lo rascas todo el tiempo. Es muy feo, ¿Sabes?

-No lo es. Es lindo -bromeó, haciendo que Freen rodara los ojos-.

-¡Fuera todo el mundo! -señaló la salida-.

-Esta también es mi habitación -respondió Nam-.

-Me refería a ellos, Nam -dijo Freen con impaciencia-.

-¿Pero luego vienes a la barbacoa? -preguntó Junior-.

-Sí -confirmó Freen con un bufido-.

-Entonces te llevaremos, ¿no, Babe? -sugirió Billy-.

-¿Qué? De ninguna manera -protestó Freen-.

-¿Por qué? ¿Te averguenzas de tus amigos ahora? -preguntó Billy mirando su propio cuerpo-. Mierda, estoy jodidamente sexy. Tu amiga Rebecca me verá.

-Llevas dos meses en el gimnasio y te sientes como un entrenador personal -Freen se burló-.

-Lo que sea, ¡Te llevaremos! -dijo Babe-. Incluso voy a ir a tomar una lata ahora para alegrarme el día.

-No se ha acordado nada -protestó Freen-. ¡lré sola! -la sugerente sonrisa de Billy hacia Babe hizo que Freen pusiera los ojos en blanco-.

-Quiere hacer el delicioso, esa niña traviesa -hablaron juntos, estallando en carcajadas-.

-Se portarán bien, ¿no, muchachos? -Nam intercedió por ellos-.

-Pero claro, ¿qué podría salir mal? -preguntó Babe-. -¿Cual es tu problema, no confías en mí?

-No -Freen fue directa-.

-No haremos una mierda. Sólo queremos nuestra barbacoa -dijo solemnemente-. Parece que no quieres amigos, nunca quieres estar con nosotros.

Justo en la herida. Sabía lo culpable que se sentiría Freen.

-Bien. De acuerdo -dijo al fin-. Pero no quiero que hagan un desastre. Es mi lugar de trabajo y Rebecca necesita paz.

-Entendido, jefa -dijo Billy al ver a Freen dirigirse al baño-. ¿Se molestará si me tiro un pedo aquí?

-¡Asqueroso! -dijo Nam seriamente-. Por eso prefiero las chicas.

-Nunca se han tirado pedos.

-Saben comportarse delante de los demás, cerdo -respondió Nam, escuchando a Babe estallar en carcajadas-.

-Voy a ponerme algún perfume, tal vez esa Rebecca sea linda... -dijo Billy riendo-.

Preveo un hospital en llamas. Susurró Nam para sí misma, temiendo por su vida si hacían algo estúpido en la habitación de Rebecca. Estaba segura de que Freen la mataría con sus propias manos por convencerla de que se portarían bien.

En un parpadeo [FreenBecky]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora