Capítulo 42

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Freen mordisqueó la comisura de la boca de Rebecca en una sonrisa, pero se alejó cuando escuchó a la niña reír.

-¿Que pasó? -preguntó Freen, enterrando su rostro en el cuello de Rebecca-.

-Eso es el frutifantástico, ¿no? -preguntó Rebecca conteniendo una risa y Freen rió avergonzada-.

-Mis amigos tienen una mente creativa -dijo Freen y Rebecca se rió suavemente-.

-Nuestros amigos, Freen. Nuestros -corrigió Rebecca sonriendo-.

-Eso. Nuestros -dijo Freen levantando una mano y acariciando el rostro de Rebecca, para luego quitar un mechón de cabello de sus ojos-. Eres tan bella -dijo suspirando, sintiendo la mano de Rebecca acariciar su espalda-.

-¿Sabes lo que noté?

-¿Mmm? -preguntó Freen en un susurro-.

-Que estaba nerviosa, pero aun así no parpadeé.

-No siempre parpadearás rápidamente cuando estás nervioso, pero quizás también podría ser porque sabías que tu cuerpo no estaba en peligro.

-Sí -dijo Rebecca, moviendo la mano que estaba en la espalda de Freen hacia su espalda baja-. Dijiste que puedo tocarte como quiera -dijo Rebecca y Freen sonrió, asintiendo-. ¿Puedo apretar? -preguntó Rebecca cuando movió su mano más abajo hacia el trasero de Freen-.

-Hazlo -susurró Freen, haciendo gestos a propósito y haciendo que Rebecca se emocionara con la escena-.

La mano de la castaña presionó la carne con entusiasmo antes de acercar a Freen hacia ella y llevar su otra mano al trasero de Freen, apretándolo con ambas manos y provocando así fricción entre sus áreas íntimas. Freen miró intensamente a Rebecca, mostrando una simple sonrisa antes de rodar sobre el regazo de la menor, provocando que se le pusiera la piel de gallina por todo el cuerpo.

-No entiendo por qué tardaste tanto en hacer esto... -murmuró Rebecca al ver a Freen acercarse y depositar un beso en su clavícula-.

-Porque quería asegurarme de que estuvieras preparada -dijo Freen con su aliento contra la piel de Rebecca, rodando un poco más rápido y cerrando los ojos de placer-.

-Todo lo que... haces es delicioso -dijo Rebecca entre un gemido y otro y Freen sonrió, arrastrando sus dientes por la piel del cuello de Rebecca antes de lamer su punto de pulso-.

Freen sintió que iba a correrse y aceleró sus movimientos, sintiendo su cuerpo comenzara a sudar, sosteniendo ambas manos de Rebecca en la sábana antes de que sus respiraciones irregulares se mezclaran y un gemido fino y ronco escapara de sus labios y comenzara a temblar encima de Rebecca.

La castaña miró la expresión de Freen con pura adoración, quedó encantada con las nuevas expresiones faciales que descubrió en su novia.

La pelinegra, al darse cuenta de que Rebecca no había tenido un orgasmo, echó su cuerpo hacia un lado y pasó sus dedos desde el inicio del vientre de Rebecca hasta el clítoris de Rebecca, viendo cómo la respiración de la castaña se hacía más pesada.

-Quizás esto duela -dijo Freen suavemente y Rebecca asintió, acercando a Freen para darle un beso-.

-¿Te dije que leí un libro completo de biología? Ya he estudiado esto, Freen -dijo Rebecca y Freen se rió, masajeando el nervio hinchado de Rebecca aún más rápido antes de besarla nuevamente con devoción-.

Rebecca acercó el cuerpo de Freen al suyo y hundió sus uñas en la carne de la cintura de su novia debido a las sensaciones que sentía su cuerpo. Cuando la más baja se dio cuenta de que sus músculos se contraerían pronto, llevó un dedo a la entrada de Rebecca y, al darse cuenta de que estaba completamente empapada, Freen penetró lentamente su dedo dentro de la castaña. La menor sintió una ligera presión que fue reemplazada por puro placer cuando sintió el dedo de Freen profundizar, haciendo que Rebecca gimiera de puro deleite.

La pelinegra hizo algunos movimientos de adelante hacia atrás y Rebecca jadeó, mordiéndose el labio mientras sentía otro de los dedos de Freen hundirse dentro de ella.

-Delicioso... -gimió Rebecca, echando su cuello hacia atrás y sintiendo su corazón latir cada vez más rápido-. Freen mordisqueó el lóbulo de su oreja y su aliento contra la oreja de Rebecca hizo que sus músculos internos se cerraran contra sus dedos y lo siguiente que Freen sintió fue el líquido caliente mojando sus dedos aún más.

Rebecca relajó su cuerpo y Freen sacó sus dedos de su interior y se llevó dos dedos a la boca, chupándolos de placer, haciendo que Rebecca suspirara.

-Oh, Freen... -murmuró Rebecca-. Cuando haces eso siento que dentro de mí está parpadeando -Freen sonrió-.

-¿Parpadeando? -preguntó y Rebecca asintió-.

-Muy rápido -susurró, presionando su boca contra la de Freen a toda prisa-.

La más baja jadeó al sentir la mano de Rebecca acariciar la piel de su vientre y moverse arriba y abajo por la zona, hasta finalmente bajar más y tocar su intimidad.

-¿Puedo terminar lo que acabo de empezar? -Freen gimió suavemente cuando escuchó el tono sexy de Rebecca y asintió-.

-Tienes que dejar de pedirme permiso -dijo Freen, abriendo un poco más sus piernas-. Mi cuerpo es todo tuyo.

Rebecca inhaló el aroma en el cuello de Freen, sintiéndolo húmedo por el sudor de sus movimientos, pero a diferencia de lo que haría con cualquier otra persona, esto solo instigó más a Rebecca, quien lamió la piel ligeramente salada antes de deslizar dos dedos dentro del cuello de Freen escuchándola gemir y empujar sus caderas hacia sus dedos.

Rebecca repitió lo que hizo la primera vez, pero curvó los dedos hacia arriba, empujándolos con fuerza y retirándolos lentamente. Freen no pudo soportar el peso de su cuerpo y puso a Rebecca encima de ella, invirtiendo un poco las posiciones.

-Eso... Justo ahí -advirtió Freen, abriendo la boca y cerrando los ojos cuando sintió que Rebecca golpeaba su punto G-. Más rápido, amor... más fuerte...

Rebecca volvió a sentir el bendito cosquilleo al escuchar a Freen gemir así y luego hizo lo que la chica le pedía, acelerando sus movimientos y penetrándola aún más fuerte. Rebecca vio los pechos de Freen moverse según su movimiento y sintió su boca casi salivar, por esta razón, agarró con placer uno de los pechos de Freen, con la pelinegra moviéndose debajo de ella.

-Oh, cielos... -gimió Freen, agarrando las sábanas con fuerza mientras sentía sus músculos internos contraerse antes de que una pequeña explosión dominara sus sentidos, haciéndola apretar los ojos con fuerza y correrse intensamente en los dedos de Rebecca-.

Su cuerpo se relajó, pero Freen sintió que Rebecca levantaba su rostro y hundía sus dientes en su hombro antes de presionar con fuerza sus ojos. La más baja miró hacia un lado solo para ver lo que ya sospechaba que había sucedido: Rebecca se había corrido nuevamente con solo tocar a Freen y escuchar sus gemidos.

Una pequeña sonrisa apareció en los labios de Freen y luego sintió que Rebecca retiraba sus dedos de su interior y la miraba de la manera más tierna posible.

-¿Tienes un mejor ejercicio de fisioterapia que este para tus brazos? -dijo Rebecca y Freen se echó a reír-.

-Perdón por cansarte -dijo Freen, todavía riendo, plantando un largo beso en los labios de Rebecca-.

-Nunca me quejaría de este tipo de cansancio -dijo Rebecca y Freen sonrió, poniendo su cuerpo sobre el de Rebecca y abrazando su cuerpo sudoroso-.

-Necesitamos una ducha -dijo Freen, a pesar del sueño que la invadió-.

-Lo sé, pero ¿podemos quedarnos aquí un poco más? Me gusta sentirte así -dijo Rebecca, sin malicia en su frase-.

-Podemos quedarnos todo el tiempo que quieras -dijo Freen, colocando un beso en la mandíbula de Rebecca antes de apoyar su cabeza en el pecho de la castaña.

En un parpadeo [FreenBecky]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora