-¿Listo? -preguntó Rawe al ver a Rebecca asentir con una expresión confusa-.
-Sí, pero... creo que estoy defectuosa -dijo Rebecca mirando su propia intimidad-.
-¿Cómo? -preguntó Rawe-.
-Todavía tengo ganas de orinar -dijo al ver a Rawe arquear una ceja-.
-Entonces, hazlo.
-¡No puedo! -negó Rebecca-.
-¿Pero no querías? -preguntó Rawe y Rebecca asintió-.
-Pero creo que está atascado -dijo resoplando con total frustración-.
-Mi amor, ¿a qué te refieres con atascado? Creo que hablaré con tu doctor -dijo Rawe, considerando posibles contagios-.
-Creo que Freen puede ayudarme -dijo Rebecca al ver a su madre confundida aún más-.
-¿Y cómo puede ayudarte?
-Su masaje me dio ganas de orinar. Debería funcionar de nuevo.
Si Rawe pudiera ponerse más roja de lo que ya estaba, lo haría. Cerró los ojos y se dio cuenta de lo que realmente había sucedido.
-Dime una cosa, hija, ¿sentiste calor? -preguntó Rawe objetivamente-.
-¿Cómo sabes? ¿Tú también mamá? -preguntó Rebecca-.
-¿Se te aceleró el corazón?
-¿Eres psíquica? -preguntó Rebecca confundida-.
Soy demasiado joven para oír eso -se dijo Rawe, riendo-.
-No creo que lo seas, mamá -dijo Rebecca, ajena a los pensamientos de su madre-.
-Cariño, lo que sentiste no fueron ganas de orinar, fue algo más adulto -explicó Rawe-.
-Entonces ¿Qué es?
Quiero correrme -pensó, pero no podía explicárselo a su hija con esas palabras-.
-¿Recuerdas lo que mamá te explicó acerca de que a veces tu cerebro pelea con la otra parte?
-Pero dijiste que tomaría tiempo para que suceda -dijo Rebecca, todavía confundida-.
-Resulta que aparentemente hay algo cercano a nosotros que parece gustarle a tu cerebro adulto -dijo Rawe-.
¿Cómo le explicarías esto a tu hija?
-¿El masaje de Freen? -preguntó recordando el toque de la pelinegra en su piel, sintiendo su cuerpo encenderse nuevamente.
-El "Freen", en general -dijo Rawe-. No es posible... -dijo levantándose y sacudiendo la cabeza-. No sirvo para esto, deberías tener seis años, por Dios -dijo resoplando, avergonzada-. Veré si Freen te explica esto mejor, si no, lo consultaré con Vanessa.
-¿Por qué?
-Porque si mamá parpadeara como tú, probablemente este sería un momento en el que sucedería un episodio así.
-No entendí -dijo Rebecca-.
-Mamá es mala explicando -dijo Rawe riendo-.
-¡Oh!
-¡Vamos, volvamos!
[...]
La puerta de la habitación se cerró bruscamente y por ella entró un Saint irritado y desbordado, con una bolsa de snacks naturales y un portavasos con zumo de naranja natural.
ESTÁS LEYENDO
En un parpadeo [FreenBecky]
FanfictionRebecca Patricia Armstrong tenía sólo seis años cuando sus padres decidieron tomar sus famosas vacaciones familiares. Iban a Londres, pero el destino fue cruel, ya que un camión fuera de control se estrelló contra el automóvil en el que viajaban al...