Capítulo 15

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-¿Puedo entrar? -preguntó Freen en voz baja, tocando la puerta tres veces, a pesar de estar abierta-.

-¡Freen! -dijo Rebecca emocionada-. Mamá dijo que no vendrías hoy ni mañana.

-No podría soportar no verte por tanto tiempo -dijo sonriendo, entrando a la habitación con un globo-.

-Hermosa.

-Hermoso. Globo es una palabra masculina -corrigió Freen, inclinándose para besar la mejilla de Rebecca-.

-Estaba hablando de ti -confesó Rebecca-. Freen realmente lucía más hermosa que de costumbre.

-¡Oh! -dijo Freen sorprendida-. Gracias -respondió con una pequeña sonrisa jugando en sus labios-.

-¡Tomé una ducha! -dijo emocionada-. ¡Acércate! -dijo estirando su barbilla para darle a Freen acceso a su cuello-.

La pelinegra se inclinó e inhaló la fragancia del jabón en su piel, un olor suave acompañaba la esencia, probablemente el olor natural del cuerpo de Rebecca.

-Muy fragante -dijo Freen, colocando un beso en la piel del cuello de Rebecca antes de alejarse.

Una sonrisa apareció en sus labios, inevitablemente, cuando vio que Rebecca se había estremecido.

Un carraspeo hizo que Freen volviera a la realidad.

-Perdón señora Armstrong, ni siquiera la saludé -dijo la pelinegra, rodeando la cama y besando la mejilla de la mujer-.

-No te preocupes -dijo Rawe sonriendo-.

-Mira, Freen casi se olvida de presentarnos -la voz de Billy sonó educada-. Somos sus amigos del apartamento donde vive.

-¡Oh! -dijo Rawe al ver a Freen sonrojarse-. Por favor entren.

Y no tuvo que escucharlo dos veces para entrar. Freen ató el globo a una esquina de la cama antes de decir algo.

-Bec, Rawe, estos son mis amigos. Billy, Babe y Nam -dijo señalando a cada uno-. Y ellas son Rawe y Rebecca.

-¡Vaya!, que chica más bonita -dijo Billy con coquetería-. Felicitaciones, eres muy hermosa.

-Gracias -dijo Rebecca sonriendo, saludando a todos con la mano-.

-Sólo vine a ver cómo estaban, tengo un asado para hoy, ¿cómo estás, eh? -preguntó atrapando la punta de la nariz de Rebecca entre sus dedos-.

-Hoy le pedí a mamá que moviera la florecita porque el sol la estaba debilitando -dijo Rebecca, haciendo sonreír a Freen nuevamente-.

-Sabía que la cuidarías bien -dijo Freen-.

-Freen... -dijo Rebecca, entrelazando sus dedos con los de Freen-. Mamá dijo que el lunes me voy a casa. ¿Vendrás a visitarme?

Freen miró a Rawe, quien sonrió emocionada.

-Sí. Será dada de alta -confirmó Rawe al ver la sonrisa de Freen extenderse por su rostro-. Puedes visitarnos cuando quieras. Lleva a tus amigos también.

-¡Oh!, les encantaría, pero están demasiado ocupados -dijo Freen agradeciéndoles mentalmente cuando vio que estaban de acuerdo.

-¡Y podré comer chocolate! -dijo Rebecca emocionada. ¡Y caramelos!

-¿Ah sí? -preguntó Freen y Rebecca asintió emocionada-. Entonces prometo traerte chocolates y caramelos.

-¿Lo prometes? -los ojos de Rebecca se iluminaron con la información-.

-Sí -dijo Freen sonriendo-.

-¿Pinky promise?

-Pinky promise, mi princesita -dijo Freen, ajena a las miradas confundidas de sus amigos hacia ella-.

En un parpadeo [FreenBecky]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora