Capítulo 34

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Los ojos preocupados de Freen marcaron apresuradamente el número de teléfono del hospital. Sus ojos se enfocaron en el reloj en la cabecera de su cama y vió que era la una menos diez de la tarde.

-¿Hola? -la voz profunda sonó y Freen cerró los ojos nerviosamente-.

-¿Saint? Es Freen -dijo al ver que la línea permanecía en silencio al otro lado-. Llamo para decirte que hoy no podré ir a clases.

-Mmm -dijo al otro lado en un susurro- ¿Está todo bien? Nunca faltas.

-Mi novia no se encuentra bien y, como pasé el fin de semana aquí, me voy a quedar con ella, lo siento -dijo, sin revelar que se había involucrado con un paciente. ¡Maldita sea! Sonaría poco ético desde el punto de vista de Saint.

-Está bien. ¿Sólo eso?

-Sí, buen día -y colgó, regresando a la cama doble que había comprado la semana anterior y arrastrándose hacia Rebecca-.

-Freen, se va a enojar contigo, como siempre -dijo Rebecca, sintiendo los labios de Freen tocar su sien-.

-Como dijiste, estará enojado como siempre, así que no me importa. ¿Te comiste toda la sopa? -preguntó, comprobando la temperatura de Rebecca-.

-Lo hice, estaba muy rica -dijo Rebecca, acurrucándose más en la cama y acurrucándose contra el cuerpo de Freen-. Dormí toda la mañana, me duché, comí y estoy mucho mejor. ¿Podrías quedarte aquí conmigo un rato? –preguntó Rebecca y Freen asintió, recostándose y envolviendo sus brazos alrededor del cuerpo de la más alta-.

-Sólo me preocupaba que te enfermaras con ese helado. Tu madre me mataría -Rebecca se rió y se giró hacia Freen-.

-Ya estuve enferma, ya casi estoy bien y mamá no te culparía. No necesitabas faltar hoy.

-Sí, lo necesitaba, no habría tenido cabeza para nada si te hubiera dejado con tu madre como estabas. Ardías de fiebre.

-Bueno, como ya llamaste a mi mamá para avisarle, ¿podemos pasar todo el día abrazadas?

-Sí señorita. Por cierto, quería hablarte de algo que hablé con tu madre... -Freen sintió que Rebecca enterraba su rostro en el hueco de su cuello-.

-Ella te lo dijo, ¿no? -preguntó Rebecca suavemente y Freen asintió-.

-Mencionó una película la semana pasada... -Freen analizó minuciosamente el rostro de Rebecca tan pronto como la chica se alejó un poco de su cuello-.

-Dijiste que Google me ayudaría con cualquier cosa -confesó Rebecca y Freen se mordió el labio inferior-.

-¿Y en qué necesitabas ayuda? -Freen sintió que los dedos de Rebecca comenzaban a jugar con el cuello de su camisa-.

-Estaba pensando en tí... -comenzó Rebecca, mirando a Freen rápidamente antes de centrarse en el cuello-. Y luego sentí que... Ya sabes... Todo se iluminó, Freen.

-¿Y qué buscaste en Google? -preguntó Freen con curiosidad-.

-Cómo ayudarme sola -confesó Rebecca, sintiendo que sus pestañas comenzaban a temblar rápidamente-. Luego descubrí que se llama masturbación y vi algunos videos de mujeres haciéndolo. Intenté darme una ducha fría como me dijiste, pero a la semana siguiente la ducha no ayudó y fui a intentarlo, pero mamá abrió la puerta.

-Si alguna vez intentas hacer esto nuevamente, recuerda cerrar la puerta con llave -dijo Freen al ver los ojos cafés parpadear rápidamente. -¿Piensas en mí y te emocionas? -Freen no pudo resistirse al ver a Rebecca asentir-.

-Mucho, Freen -dijo Rebecca y Freen acarició su rostro-.

-No tienes nada de qué avergonzarte, mi amor. Eso es normal -advirtió Freen y Rebecca la miró-.

En un parpadeo [FreenBecky]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora