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La habitación vacía era tan tranquila que podías sentir que tus pensamientos se podían escuchar por todas partes la luna llena iluminó el cielo oscuro, sobresaliéndose contra las estrellas esa noche en la que todos estaban descansando en sus habitaciones, pero no podías acostarte en tu cama, y mucho menos quedarte dormido sin tener pesadillas la Mesa de Piedra era donde todos se reunían a diario para discutir estrategias para la guerra que se estaba desatando en Westeros, pero ahora ese lugar vacío era extraño, tanto silencio y soledad las brasas apagadas no iluminaron la mesa, tocaste la piedra esperando que se quemara, sin embargo, hacía mucho frío.
-¿Quién está ahí?-una voz familiar entró en el lugar inmediatamente te diste la vuelta para encontrar al príncipe Jacaerys, tu hermano mayor y heredero del trono de tu madre-Hermana... es muy tarde. -Deberías estar descansando-respondiste caminando hacia él. -Últimamente es un poco complejo- se dio el lujo de bromear, en respuesta sonreíste sin mucho ánimo-¿Puedo saber lo que estás haciendo aquí? -No mucho me parece que no eres el único que no descansa- levantaste los hombros casualmente-¿Alguna noticia sobre tus rondas?
Jacaerys sacudió la cabeza decepcionado, caminando alrededor de la mesa apoyando sus manos en el mango de su espada sin quitarte los ojos de encima, analizando tu presencia cuidadosamente, como si te juzgara en silencio descansaste tus manos sobre la piedra de la mesa relajando tu cuerpo sobre tus brazos, pero tu cabeza no podía dejar de planear cientos de pensamientos y sangrientos escenarios imaginarios con respecto a la guerra.
-El ejército de Cole se está haciendo cada vez más grande y no tenemos ni una maldita idea de nada- dijiste con la mandíbula tensa- y sobre mi padre...-suspiraste profundamente sin mirar a tu hermano a la cara- sin palabras de él durante días.
-Eso no es culpa tuya-Jace trató de hacerte sentir mejor con repetidas palabras amables, pero tu culpa estaba creciendo y la angustia de la guerra que se acercaba no te dejaría en paz- daemon no es la prioridad.
-Ese idiota debería estar aquí, en la isla, con su reina y sus hijos- susurraste con enojo luego miraste decidía con tu decisión-Iré a verlo mañana- eso no le sentó bien a tu hermano.
-No digas tonterías, Alerie- el heredero se rio- no puedes ir a Harrenhal sola, es demasiado peligroso y no sabemos si el camino está despejado,
-¿Crees que llegaré por tierra junto al ejército imaginario de Daemon?-te burlaste de la misma manera condescendiente, un gesto descarado que hizo hervir la sangre de Jacaerys-Volaré con Vermithor al amanecer y llegaré antes de que el sol alcance su punto máximo; volveré el mismo día con noticias antes que la reina
-¡Es una idea pésila!- tu hermano exclamó enfadado agarrándote el brazo con fuerza bruta, obligándote a mirarlo-¿Cómo puedes pensar en viajar sola a tierras que no sabemos si son enemigos o aliados?
-Tenemos que movernos rápido antes de que vengan a por nosotros, Jacaerys- te retorceste bajo su agarre sintiendo que sus dedos se enterraban en tu piel pálida-¿Tienes la intención de esperar a que mi padre regrese?-te las arreglaste para liberarte de su agarre con dificultad, Jacaerys pasó una mano a través de su cabello ondulado desesperado por no hablar contigo con sentido. -Debido a que puedes tomar asiento, no te acompañaré
