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Cuando tu madre dio a luz a gemelos, fue motivo de celebración: el nacimiento de los dragones gemelos, el futuro rey y reina de Poniente. Después de todo, era el destino, ¿no? ¿Ese era un niño y el otro era una niña? Tú y Jace gobernarían el reino juntos algún día, eso es lo que te habían dicho desde tu infancia te importaban poco los títulos y menos aún la responsabilidad, pero Jace se tomaba muy en serio su deber para con el reino, y sobre todo para contigo.
La petición sobre la herencia de Luke y el regreso a Desembarco del Rey es una perspectiva desalentadora pero tú y Jace son dragones no deben temer volver al lugar que será su hogar una vez más cuando él asuma el trono Jace decide pasar un tiempo recordando su juventud en la capital y sugiere que los dos vayan al antiguo campo de entrenamiento.
-Quizás incluso podríamos entrenar, querida hermana-bromea, con sus ojos marrones bailando con picardía.
Te burlas, tomando su brazo con una sonrisa, -O tal vez podría ahorrarte la vergüenza de perder contra mí una vez más , querido hermano.
Él empuja su codo contra tus costillas, los dos se disuelven en un ataque de risa, sin embargo, eso comienza a desaparecer cuanto más te acercas al patio de entrenamiento y tus ojos encuentran otra figura.
Alto, guapo, delgado, con pelo largo y rubio, luchando con toda la habilidad de un guerrero Jace sabe quién es inmediatamente cuando ve el parche esa cicatriz sus recuerdos de esa fatídica noche en Driftmark regresan cuando se vuelve hacia ti y ve la forma en que miras, admirando en silencio al hombre que tienes delante.
-¿Es ese Aemond? Se ve tan diferente...
Al darse cuenta de lo que hay detrás de tus ojos, Jace frunce ligeramente el ceño, -¿Por qué lo admiras, hermana?
-¡No estoy admirándolo! Simplemente me tomó por sorpresa, eso es todo-protestas, sintiendo la mirada sospechosa de Jace sobre ti, -Yo era... más alto que él la última vez que nos vimos y su cabello es más largo y sus rasgos son más nítidos...-odia la forma en que te callas, un tono casi soñador en tu voz mientras reflexionas: Ha cambiado.
Jace se mueve para bloquear tu visión de Aemond, mirándote con la mandíbula apretada, -Yo también he cambiado y, sin embargo, no me miras con esos ojos,¿Tú... todavía sientes algo por él?
Lo miras, con los labios entreabiertos por la sorpresa, arrepintiéndote de haber admitido tu fugaz fantasía infantil por tu tío, -Jace, ¿por qué preguntas eso? ¡Sabes que eres la persona más importante del mundo para mí! eres mi gemelo, mi otra mitad, no hay nadie en este mundo a quien amo más que a ti, quizás alguna vez me gustó Aemond pero eso es todo lo que fue lo que tenemos es algo mucho más profundo algo que nadie excepto nosotros podrá entender jamás- haces una pausa antes de hablar en voz baja, tomando sus manos entre las tuyas. -No puedo olvidar ni perdonar cómo habló de Ser Harwin esa noche, después de que lo acabábamos de perder el no tiene tu amabilidad dios mío.
