Green ( rivari)

29

Samantha se sentía como si estuviera en un sueño. Su corazón aún latía violentamente contra su pecho desde el momento en que se vio obligada a desviarse de la carretera. Ella volvió a mirar a su coche, eternamente agradecida de que no habían tenido un accidente. Por desgracia, la gente en la minivan negra no podían decir lo mismo. Samantha volvió a mirar el coche volcado que ahora estaba completamente envuelto en humo. Todo parecía moverse en cámara lenta.

Ella extendió la mano y agarró el hombro de su esposa cuando el sonido de las sirenas se acercaba a ellas a todo volumen. Ellas fueron cegadas por las luces y un camión de bomberos se detuvo en seco a un lado de la carretera y los hombres de inmediato comenzaron a correr hacia el coche volcado. Era tan fuerte que Samantha apenas podía decir si la niña más pequeña en los brazos de Abril seguía llorando. Las tres apestaban a gasolina, pero Samantha ni se dio cuenta. Ella solo estaba preocupada por Abril y por la niña pequeña que su esposa había prácticamente sacado del coche.

—¿Está todo bien, señoritas?

Abril y Samantha saltaron cuando fueron abordadas por un hombre en uniforme. Samantha se levantó rápidamente para ayudar a su esposa a ponerse en pie. La niña en los brazos de Abril se aferró con más fuerza a ella, negándose a levantar la cara de su hombro mientras lloraba sin poder hacer nada.

—Asumo que usted nos llamó—preguntó, y Samantha asintió lentamente. Pero, antes de que pudiera decir algo más, uno de los bomberos fue corriendo hacia ellas.

—Hay signos de un niño, pero no hay ninguno dentro del radio del c...—comenzó, pero su frase fue cortada cuando Samantha se aclaró la garganta y apuntó con la cabeza hacia la niña en los brazos de Abril.

—Oh por Dios—el hombre llamó a uno de los paramédicos—. ¿Está herida? ¿Ella caminó hacia usted?

Los ojos de Abril se abrieron y miraron a Samantha en busca de ayuda. La chica de ojos verdes rápidamente dio un paso hacia delante ligeramente por delante de su esposa y sacudió la cabeza.

—Ella, uh, la escuchó llorar y la sacó del coche—explicó Samantha, mordiéndose el labio—. No está herida por lo que podemos decir, a excepción de esto—agregó, señalando el pequeño rasguño en la cabeza de la niña a lo que asintió el paramédico.

—Jefe, hay dos pasajeros allí—apareció otro hombre, tirando de una máscara de su cabeza—. No se ve bien.

—¿Qué quieres decir?—preguntó el primer oficial. Samantha y Abril intercambiaron miradas nerviosas.

—No podemos encontrar el pulso y Derek dice que parece que la chica está embarazada.

—Lleva a Rodrick hacia abajo contigo y vean si pueden obtener que el pulso siga—la voz del hombre se puso seria—. ¡Ve!

El bombero asintió rápidamente y desapareció momentos después. Abril miró a Samantha, parpadeando ansiosamente.

—Gracias por llamar—el hombre se volvió de nuevo a ellas. Las luces parpadearon contra su cara y le daban un aspecto aún más intimidante—. Si no tienen alguna otra información para nosotros, son libres de irse.

—Aquí—un paramédico se acercó a ellas, extendiendo sus manos hacia Abril. Miró a Samantha con preocupación y no se movió, por lo que tomó esto como una señal para dar un paso adelante y llevar a la chica de sus brazos. Sin embargo, tan pronto como él intentó tomarla, la niña empezó a llorar aún más fuerte y luchó para aferrarse a Abril.

—Yo puedo sostenerla—Abril tomó la palabra, mirando a los oficiales y luego a su esposa en busca de ayuda. Samantha asintió rápidamente.

—Tenemos que revisarla para asegurarnos de que no esté lesionada—explicó el paramédico, mirando hacia el otro oficial—. Puedo llevarlas en la ambulancia.
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