Green ( rivari)

5

— A Abril no le gustaban los viernes.

Ella decidió esto después de que su primera semana de trabajo había terminado y Samantha no la estaba esperando en el estacionamiento. La pequeña niña caminaba de mal humor hasta el coche de Ama, arrojando su mochila sobre su hombro y deslizándose en el asiento del pasajero.

— Se me olvidó que tenía una reunión —Abril resopló cuando Ama le dirigió una mirada inquisitiva.

Ama sólo se rio y puso los ojos en blanco, mientras se retiraban de la zona de aparcamiento.

El apartamento que las cinco chicas una vez habían compartido era ahora solo hogar de Molly y Rocío. Cuando Samantha y Abril se mudaron a una hora de distancia de Tarryton, Ama se mudó con filis, dejándola a medio camino entre Tarryton y el viejo apartamento.

Y ahora Abril estaba sentada en el coche de Ama, mirando distraídamente por la ventana mientras se preguntaba qué estarían haciendo ese fin de semana.

— Apuesto a que Nala se emocionará verte —Ama rio, levantando una ceja a Abril.

Los ojos de Abril se abrieron al darse cuenta de que no había sido capaz de ver al perro de filis desde que se habían mudado.

— Se supone que debo decirle a él que se te proponga —Abril se rio, levantando la vista de su teléfono, donde acababa de recibir un par de textos detallados de Rocío.

Ama rodó los ojos e imitó a la chica, haciendo a Abril reír aún más. Ella rápidamente se inclinó para responder a Rocío.

— ¿Y qué hay de tú y Samantha? —preguntó Ama, levantando una ceja.

Abril se detuvo un momento, enviando rápidamente su texto a Rocío y luego volvió a mirar a la chica.

— Sí. ¿Qué hay de nosotros? —Abril inclinó la cabeza hacia un lado.

— Ya sabes —Ama se rio entre dientes—. Es legal en 50 estados ahora —movió las cejas.

Abril frunció los labios pensando.

— ¿El matrimonio? —Abril se mordió el labio cuando Ama le dio una rápida inclinación de cabeza.

La pequeña chica se pasaba inclinando la cabeza hacia un lado y volviendo a mirar por la ventana.

— Ni siquiera entiendo el matrimonio —Abril habló en voz baja.

— ¿Qué es lo que consigues? —Ama miró rápidamente a Abril, que había volteado a la chica mayor—. Es solo... matrimonio.

— ¿Eso es todo? —Abril tiró de su beanie y pensó por un momento—. Entonces, ¿cuál es el problema?

— Significa que amas a esa persona y que deseas estar con ella por el resto de tu vida, eso es todo —Ama se encogió de hombros.

Abril arrugó la nariz en confusión.

— Pero amo a Samy y quiero estar con ella para siempre, y no estamos casadas —Abril asintió suavemente—. ¿Cuál es la diferencia?

Ama frunció las cejas, no estaba segura de cómo responder a la pregunta de Abril.

— A las chicas les gusta una boda de lujo grande —la niña mayor se rio en voz baja—. Los vestidos largos, flores, el primer baile...

Abril notó la mirada anhelante en la cara de Ama.

— A nosotras las chicas nos gusta eso, supongo. El matrimonio simplemente cierra el trato.

Abril se rio, asintiendo con la cabeza antes de escribir rápidamente otro texto a Rocío. Se apresuró a seguir a Ama una vez que se aparcaron, lanzando su teléfono en la mochila y prácticamente corriendo a lado de Ama hacia la sala para saludar a Nala.