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Ambas chicas se sentaron en silencio durante unos 30 minutos. Abril tenía a Wolf acunado en sus brazos, mirando hacia abajo al suelo con nerviosismo. El corazón de Samantha le dolía al ver lo mucho que la niña más pequeña estaba temblando, pero no sabía lo que se suponía que tenía que hacer.

No pudo evitar el suspiro de alivio que salió de sus labios cuando oyó un suave golpe en la puerta. Abril se tensó, pero Samantha prácticamente voló para dejar entrar a Rocío y a Molly.

Al abrir la puerta, Rocío le dio a Samantha una mirada de complicidad y fue directo hacia la sala de estar. Cuando Samantha se dio la vuelta para seguir a la chica, sintió una mano agarrando su muñeca y tirando de ella en la dirección opuesta.

—Pero qué...? —Samantha tropezó cuando Molly tiró de ella hacia el dormitorio—. Qué estás...?

—Respira —Molly rió, colocando sus manos sobre los hombros de la otra chica—. Sólo necesito asegurarme de que estás bien.

Samantha suspiró, apoyando su espalda en la puerta y tratando de calmar todas sus emociones en conflicto que estaban corriendo en su cabeza. Molly estudió a la otra chica, muy consciente de que no estaba 'bien'.

—No sé lo que esperas que diga —dijo Samantha en silencio—. Ella ni siquiera habla conmigo.

—¿Es tan malo? —La mandíbula de Molly se abrió un poco, y la chica de piel oscura se esforzó por ocultar su sorpresa. Samantha asintió, tragando el nudo en su garganta.

—¿Recuerdas cómo fue la primera vez que... ya sabes? —La voz de Samantha se quedó en silencio. Molly asintió vacilante.

—Ella es... así —Samantha se atragantó con sus palabras, ahuecando con su mano su boca y dándose la vuelta para tratar de ocultar sus lágrimas. Sin embargo, Molly no estaba notando nada de eso y agarró el hombro de Samantha para girarla.

—¿Cómo así? —Molly preguntó, necesitando respuestas. Samantha respiró profundamente y sacudió la cabeza.

—¡No lo sé! —Samantha bajó sus manos y se rindió en tratar de contener las lágrimas—. Todo es 'ouch' o 'por favor' o 'estúpida' o... solo... ¡ni siquiera me habla!

—Woah, woah, está bien —Molly agarró los hombros de Samantha y cuidadosamente la llevó a sentarse en el borde de la cama—. No esperaba que fuera tan malo... —confesó.

Samantha se mordió el labio, asintiendo antes de dejar caer su cabeza entre sus manos, tratando con más fuerza de contenerse de llorar. Esto le estaba causando dolor físico, literalmente.

—Todo lo que oímos es que hubo un tiroteo y que tienen al chico, pero que ella ya estaba muerta —Molly se acercó a frotar círculos en la espalda de Samantha, tratando de consolar a su amiga.

—Ella tenía sangre... —Samantha inhaló profundamente—...en sus manos.

—¿Qué? —Molly se congeló, inclinándose para tratar de ver la expresión en la cara de Samantha—. ¿Estaba herida?

Samantha negó con la cabeza, clavando las uñas en el material de sus vaqueros y obligándose a dejar de llorar. Ella odiaba actuar así en frente de otras personas.

—No sé qué hacer... —Samantha admitió, enterrando su cara en sus manos una vez más y tomando una respiración profunda—. No puedo... solo... verla así otra vez era mi mayor temor y ahora... —se dio por vencida en tratar de ocultar sus emociones, inhalando bruscamente cuando un sollozo escapó de sus labios.

—Hey, hey, no vamos a saltar a las conclusiones —Molly sacudió la cabeza y se acercó más a Samantha—. ¿No puedes llamar a su médico? Sí... vamos... vamos a hacer eso primero. Ese es el primer paso.

Green ( rivari)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora