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Samantha caminó lentamente por el pasillo hacia los susurros que había escuchado. Asomándose en el cuarto de living, parpadeó algunas veces cuando un rayo apareció e iluminó la casa por un momento.

La escena en frente de ella era casi angelical. Abril estaba sentada en medio de la habitación, vestida solo en su ropa interior y en una de las blusas completamente blancas de Samantha. No pudo evitar sonreír cuando se dio cuenta de que Abril debió agarrar la primera prenda de ropa que encontró para ponerse encima de su sostén deportivo.

Aparte del brillo de la luna que pasaba por sus ventanas, la única otra cosa que iluminaba el cuarto era la luz apagada que venía de la laptop que Abril tenía en frente de ella. La pequeña susurró algo en voz baja, gentilmente apartando a Wolf cuando éste intentaba ganar su atención.

Samantha levantó una ceja, dando un par de pasos dejando el pasillo para hacer saber su presencia. Abril, sin embargo, estaba demasiado concentrada en su tarea para notar a la chica de ojos verdes hasta que su voz llenó la habitación.

— ¿Qué haces? —susurró Samantha, arrodillándose al lado de su novia.

Abril jadeó, sus manos inmediatamente tomando la computadora y alejándola de Samantha.

— Nada —susurró Abril. Miró a su novia nerviosamente—. ¿Por qué estás despierta?

— Podría preguntarte lo mismo —dijo Samantha tranquilamente, con preocupación en sus palabras—. ¿Pasa algo malo? ¿La tormenta te despertó?

Abril negó con su cabeza, mirando abajo hacia la pantalla de la computadora ansiosamente.

— Deberías irte a la cama —susurró.

Samantha ladeó su cabeza.

— ¿Qué está pasando? —preguntó Samantha, preocupándose de pronto. Se acercó e intentó ver la laptop, pero Abril rápidamente la movió una vez más. Samantha elevó una ceja.

— Nada —Abril negó con la cabeza una vez más. Fue entonces cuando la chica de ojos verdes vio lágrimas formarse en los ojos de la menor, amenazando con caer.

Abril se desconcertó cuando Samantha se levantó rápidamente del suelo y desapareció de la habitación. Se volvió al laptop, limpiando sus ojos e intentando enfocar su borrosa mirada.

Fue cuando escuchó los pasos reapareciendo cuando levantó la mirada para encontrar a Samantha arrodillada a su lado, dejando dos vasos en el piso de madera.

— Vamos a hablar —asintió Samantha suavemente, tomando la botella de vino que les había dado Rocío de debajo de su brazo. Vertió una pequeña cantidad en cada vaso, gentilmente deslizándole uno a Abril—. ¿Qué te tiene despierta tan tarde?

Abril estudió el vaso, envolviendo sus dedos con cuidado alrededor de este y llevándolo a sus labios. Samantha observó como la menor tomó un sorbo, pasando su lengua por sus dientes un par de veces para tomar el sabor. La chica de ojos verdes dejó escapar un suspiro de alivio una vez que Abril levantó el vaso para tomar otro sorbo.

— No es nada, Samy —Abril negó con la cabeza, tragando el nudo en su garganta. Samantha le dio una mirada que solo Abril entendía. Una mirada que decía 'te conozco bien como para creerme eso.'

Gentilmente, Samantha alcanzó la computadora y le puso una mano encima, mirando a Abril por aprobación. Cuando la menor simplemente dejó caer su cabeza, Samantha deslizó la computadora y se inclinó para estudiar la pantalla.

— ¿Qué es esto? —Samantha inclinó su cabeza hacia un lado. Dejó su vino a un lado y movió el cursor en la pantalla—. ¿Encuestas? —la chica miró a Abril. Quien mantenía su cabeza baja culpablemente—. No entiendo —dijo Samantha suavemente.

Green ( rivari)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora